Antes. Ahora.

¡Qué gran contrasentido!

¡Qué puta, la Crisis, que está cambiando conceptualmente el sentido de objetos tan solo aparentemente sencillos como las maletas!

 

¡Qué la Prima no te Deprima! Y recordemos a Carlyle: «Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción». Ojalá que la acción no tenga que ser hacer las maletas… para no volver.

 

Jesús ¿viajero? Lens

Los finalistas de la Eurocopa se plantan en la Cumbre

Y, parece, que España e Italia han salido con bien de su plante y que Europa cede a sus peticiones para apoyar a la Banca de forma directa. Es llamativo que la prensa de hoy abra con dos imágenes icónicas que concitan todas las miradas, comentarios, críticas y admiraciones. Y ambas son protagonizadas por futbolistas, sin embargo. Uno italiano y otro español, curiosamente. ¡La de lecturas que tienen estas dos fotografías!

Los titulares del grupo Vocento señalan que Italia desnuda a Alemania, partiendo de la foto de Hulk-Balotelli y el gesto de Ramos, después de tirar su famoso penalti, da más confianza a la Marca España que la declaración más altisonante de cualquier político. ¿Y si esta imagen de Sergio marca un antes y un después en el devenir de nuestro país? ¿Y si, justo ahora, empieza a terminarse la crisis, que parece que la Cumbre va bien? Que cada cuál saque las conclusiones que quiera…

 

Jesús imaginativo Lens

¿Cómo estás?

En la columna de hoy de IDEAL aconsejamos tener mucho ojo con una pregunta que ha dejado de ser por completo inocente…

Ojito con lo que respondes a la que ha terminado de convertirse en la pregunta-trampa por antonomasia del 2012. Si un conocido con el que no tienes excesiva confianza te pregunta que cómo estás, respondas lo que respondas, es muy posible que metas la pata. Hasta el corvejón.

Si contestas más o menos la verdad (regular, mal, muy mal o rematadamente mal) te conviertes en un cenizo, en un pesimista y en un mustio que, con su actitud derrotista y apesadumbrada, contribuye a que la situación se siga agravando, a que la Prima continué estirando y a que el diferencial entre el bono español y el alemán empiece a ser más una falla tectónica que una mera brecha o separación.

Pero… ¡ay como se te ocurra decir que estás bien! Entonces, no solo te muestras como insolidario con la actual situación de crisis y zozobra que padecen millones de personas en este país, sino que tu interlocutor pensará que eres un irresponsable, un loco o un inconsciente. Y, por si las moscas, es probable que aproveche para tratar de pegarte un sablazo en forma de idea, proyecto o propuesta que necesita de una pequeña y simbólica aportación económica para arrancar. ¡Claro! Como ahora todos tenemos que ser emprendedores…

Por todo ello, trato de aprender de la gente que ha adoptado una fórmula estándar, de manual, para escapar con bien de la pregunta de marras. Hay quién le echa retórica al asunto y se descuelga con largos adverbios y adjetivos. Una respuesta del tipo: “-Manifiestamente mejorable”, en la que se utilizan términos positivos, aunque la respuesta sea negativa en sí misma. Pronunciada con una amplia sonrisa, una contestación como ésa desconcierta al interlocutor, dejando en el aire un poso de optimismo. Es un recurso tan efectivo como el utilizar una doble negación para afirmar algo: cuando el contenido de la idea prende en el contertulio, la conversación ya habrá derivado hacia las hazañas de la Roja o el calor sahariano que nos invade.

Pero me gusta aún más el surrealismo de la respuesta contradictoria en sí misma. Fue mi Cuate Pepe quién, a la inocente e irreflexiva interrogación sobre su estado, me contestó: “- Mal. Por lo demás, muy bien”.

¡Ahí le has dado! Empiezas por ser realista, seco, serio y contundente para, de inmediato, girar hacia lo humorístico, divertido y optimista. Quizá, hasta lo sarcástico. Pero, igual que en el caso anterior, cuando tu interlocutor ate cabos, ya habrás estado hábil para pegar un capotazo, dirigiendo la conversación hacia las excelentes tapas que ponen en el nuevo bar que ha abierto en la esquina de tu calle o hacia el osado y filosófico look de Anquela, el flamante nuevo entrenador del Granada.

Podemos utilizar, en fin, la fórmula gallega para zanjar cualquier cuestión: “- ¿Pues cómo voy a estar?” Porque hablar de la crisis, cansa. Y empieza a ser obsceno y hasta de mala educación, como lo sería hablar del euro con un griego, de deporte con un francés o de Chamizo con un político español.

Jesús Lens

A ver, los anteriores 28J de 2008, 2009, 2010 y 2011

La Prima de Riesgo, retratada

Pues sí, Gente. Así fue vista la prima de riesgo, el pasado fin de semana, haciendo como que se tomaba unas horas de asueto en la montaña. Tremenda, la prima, que no descansa nunca y no deja de hacer de las suyas, aún en los escenarios más improbables. Dan igual los arneses, el casco, los mosquetones y cualquier medida de seguridad que se nos ocurra. Si a la prima le da por intervenir… au revoooooiiiiiiirrrrrrr!

El retrato de la Prima me llegó vía Cuate Pepe

Jesús primo Lens

Ser normal

En el fragor de la Eurocopa y en medio de lo más devastador de la crisis, osamos publicar un artículo en IDEAL que mezcla ambos conceptos. A ver qué os parece…

Aunque, técnicamente, el principio de la crisis financiera se sitúa en agosto de 2007, con la explosión de las subprime en Estados Unidos, el principio de los males que afligen a la sociedad española yo lo situaría en el día que Florentino Pérez echó a Vicente del Bosque del banquillo del Real Madrid.

Vicente, el camino correcto

Sé que hay mucha gente que considera una frivolidad o, más aún, una falta de respeto, el escribir o hablar de fútbol en momentos tan delicados como los que estamos viviendo. Pero el fútbol, el deporte en general, son una perfecta metáfora, un espejo que refleja la realidad en que nos desenvolvemos. Y, por eso, el hecho de que el presidente del Real Madrid despachara a del Bosque por la peregrina razón de que no era mediático, es un perfecto ejemplo de la España de la falsa riqueza y la opulenta apariencia que, ahora, se nos ha roto en pedazos.

Los buenos madridistas, para regocijo de los blaugrana, tenemos clavada esa espina en lo más hondo de nuestro ADN merengue. ¿Lo recuerdan? El Real Madrid de principios de siglo, entre 2000 y 2003, se convirtió en Galáctico, su presidente fichaba a Zidanes y Pavones y, a través de una dirección tan discreta como efectiva desde el banquillo, el equipo era una máquina de jugar al fútbol, deslumbrar al mundo entero… y ganar títulos. Un Real Madrid excelso en el que cada uno sabía lo que se esperaba de él y que culminó en aquella maravillosa volea de Zidane en Glasgow.

Después, sin embargo, cambiaron las cosas y la directiva merengue decidió que, además de ser rentable, ganar títulos y dar espectáculo a través de su juego en equipo; el Real Madrid tenía que convertirse en una máquina de ganar dinero. Y, para ello, se contrató a un jugador tan guapo como innecesario y se despachó al entrenador sencillo y poco mediático. Para sustituirle, se fichó a un gran desconocido que daba bien ante la cámara, hablaba inglés… y no traería complicaciones. A fin de cuentas, un equipazo como aquél se entrenaba solo y, para ganar todos los títulos en juego, le bastaba con comparecer en el terreno de juego. ¡Ni sudar la camiseta blanca iba a hacer falta!

Y ya sabemos lo que pasó: caos, desbarajuste, sequía de títulos, dimisión presidencial, interminable baile en los banquillos, fuga de talento y falta de rumbo o criterio deportivo y empresarial. Como consecuencia: la irrupción del guardiolismo y la hegemonía de su demoledor guante de seda. ¿Cómo se pudo venir abajo la todopoderosa Casa Blanca, de un día para otro?

Pues igual que se nos ha derrumbado el Milagro Español: a través de una mezcla de avaricia y apariencia en la que se despreció y se dio de lado al ser normal y juicioso que, con su trabajo sordo, callado, profesional y efectivo, tiraba del carro, levantándose temprano por la mañana, sudando la gota gorda en trabajos que sabía hacer y para los que estaba preparado y endeudándose lo justo y necesario para llevar una vida normal y corriente.

Jesús Lens