Cómo estará la cosa que al leer la información sobre la subasta de uno de los cuadros más apreciados de José Guerrero, ni siquiera pensé en la posibilidad de que alguna de nuestras instituciones puje por él. Y eso que “Convergencia” es una de las grandes joyas del arte contemporáneo español.
Pintado por el granadino José Guerrero en 1976, una de las épocas más fructíferas, apreciadas y fecundas en la carrera del artista, “Convergencia” no solo está considerado como una de sus obras maestras indiscutibles sino que “alude a extensiones espaciales y elementos opuestos que se dividen o convergen, pero en este caso coincide con la Plataforma de Convergencia Democrática que promovió entre 1975 y 1976 la instauración de la democracia en España y la apertura de un proceso constituyente”, podíamos leer ayer en IDEAL.
Pocas veces, la simbología pictórica cobra tanto sentido como en este caso: sale a subasta una pieza artística sobresaliente de uno de los más grandes pintores de nuestra historia, un José Guerrero que tiene hasta su propio -y merecido- museo en el corazón de Granada… y la reacción inmediata no es clamar, pedir o tan siquiera sugerir que se puje por él.
125.000 euros es el precio de salida de un cuadro que alude al proceso constituyente de la democracia española. ¡Precisamente en un momento como éste, cuando tanta falta nos hace recuperar un espíritu de generosidad, diálogo, cordura y concordia!
No sé si alguna de nuestras instituciones participará en la subasta del Guerrero más democrático. Si piensa hacerlo, es lógico y normal que no muestre públicamente su interés, para no contribuir al encarecimiento del cuadro.
Pero, ¿no sería bonito que “Convergencia” luciera en todo su esplendor en las paredes del Centro José Guerrero, adquirido por alguna de nuestras administraciones, instituciones, corporaciones… o por alguna de esas discretas fortunas granadinas -haberlas, haylas- que tuviera la generosidad de donarlo a la ciudad?
Complicado. Es cierto. Hay otras muchas necesidades, más urgentes y perentorias. O quizá no. En cualquier caso, no me resisto a soñar despierto con contemplar “Convergencia” junto a nuestra Catedral, dentro de poco tiempo.
Jesús Lens