¿Y el detective del Zaidín?

Le echo de menos. Le añoro especialmente estos días en que mi barrio celebra sus fiestas grandes; esas fiestas que, a golpe de batería, bajo y guitarra, le echan el cierre definitivo al verano, por mucho que el calor se haya empeñado en prolongarlo. Y a él le dedico mi columna de IDEAL de hoy sábado.

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Echo de menos a Matías Verdón, el mítico detective del Zaidín cuya última investigación se desarrolló precisamente por estas fechas, a finales del siglo pasado, cuando Aznar llegó al gobierno. Su última investigación pública, quiero decir. La última de la que su fiel notario, el escritor Alfonso Salazar, ha dejado testimonio público.

Porque, dicen, después de resolver el caso del niño perdido de una familia bien de Granada, complejo asunto que le costó el escaño a un diputado del PP de los de toda la vida, Verdón ha seguido husmeando por las calles del Zaidín. Y por las que se extienden más allá de los dos ríos que dan nombre al barrio.

Es verdad que, ahora, está muy mayor. Dicen que, incluso, se le puede encontrar en un Centro de Día, por las mañanas. Del que, sin embargo, no tarda en escaparse en cuanto el personal se descuida un segundo. También se dice que su fiel amigo, el Desastres, tuvo una revelación se ha hecho parroquiano habitual de un local adyacente a la calle Beethoven en que se practica el Culto.

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Se dice. Se oye. Se comenta. Pero ¿les hacemos caso a esos rumores? Posiblemente. Porque la vida da muchas vueltas y, por ejemplo, sí es fiable la información que habla de Verdón, Desastres y Planchet de farra, una noche, en el Kebab de la Avenida de Cádiz que hay junto a las Fuentes.

Y es que el Zaidín ha cambiado mucho en estos años, convirtiéndose en el barrio más multicultural e interétnico de Granada. Un barrio en el que la crisis ha hecho estragos en el comercio tradicional, alterando usos y costumbres de los vecinos.

La primera aventura del Detective del Zaidín la puedes comprar aquí por 1 Euro
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Pero todo ello no hace sino abundar en la tesis de que necesitamos al Detective del Zaidín de vuelta en nuestras calles. También se dice que su hijo, aburrido tras su prematura prejubilación en Teléfonica, está pensando en tomar el testigo de Matías Verdón, fusionando su pericia tecnológica en el mundo de las telecomunicaciones con la experiencia vital de su viejo. Insisto. Se dice, se oye, se comenta…

Jesús Lens

Twitter Lens

Literatura en las Fiestas del Zaidín

Mi artículo de hoy en IDEAL, celebrando una muy especial celebración de las fiestas populares del Zaidín.

¡Qué gran iniciativa la del servicio de bibliotecas de Granada, con la complicidad y el apoyo de la Asociación de Vecinos del Zaidín, de incluir en el programa de fiestas del barrio un más que merecido homenaje a un personaje literario: Matías Verdón, popularmente conocido como el Detective del Zaidín!

Melodía de arrabal Portada

Todo comenzó cuando el Club de Lectura de la Biblioteca Francisco Ayala eligió una de las novelas de Alfonso Salazar para trabajar sobre ella. Pasado el verano y con la llegada de las fiestas del barrio, varias decenas de lectores nos reunimos con el autor, un lunes por la tarde, en la propia Biblioteca, para compartir cerca de dos horas de intensa y amena conversación a través de la que conocimos, más en profundidad, todo lo referente a una saga literaria cuyo ciclo de cuatro novelas ya está íntegramente publicado, la primera de las cuáles «Melodía de arrabal» acabamos de reeditar en digital, en la Colección Nube Negra de la editorial Palabaristas y puedes comprar AQUÍ, desde 1 euro.

Foto: Valeria Tittarelli
Foto: Valeria Tittarelli

Daba gusto participar en una tertulia literaria en la que los asistentes mostraban lo mucho que habían disfrutado con una lectura especialmente próxima y cercana, por lo que la charla fue oscilando entre lo novelístico y lo real, entre la memoria del barrio y los recuerdos de los vecinos, entre la recreación hecha por Salazar en las páginas de sus novelas y la transformación urbanística realizada a golpe de PGOU.

La segunda parte de este reconocimiento vecinal resultó igualmente grato y encantador, con medio centenar de personas, guiadas por Salazar, pateando las calles del Zaidín, el sábado por la mañana. Esas calles en las que Verdón, el Desastres y el Planchet han vivido decenas de aventuras y desventuras, encuentros y desencuentros, alegrías y penas.

Foto: Victoria Jiménez
Foto: Victoria Jiménez

Con paradas en el Nuevo Los Cármenes o en las calles de Santa Adela, una imponente tormenta nos sorprendió felizmente resguardados bajo la pérgola de Las Columnas, en plena Avenida de Dílar. Durante la ruta, en la que Salazar leía fragmentos de sus novelas, el autor también rememoraba un Zaidín literario y un Zaidín histórico que nunca volverá a ser. Un Zaidín con cines y teatros. Un Zaidín pegado a la vega, en el que las casillas bajas lindaban con vaquerías, ventas y merenderos. Un Zaidín que contaba con veladas pugilísticas y fútbol disputado en campos de tierra. Un Zaidín sin asfaltar y apenas iluminado que acogió a centenares de vecinos de Haza Grande o el Sacromonte, afectados por aquellas inundaciones de 1962 que tanto alteraron la fisionomía de los barrios periféricos de Granada.

Con los cambios, la modernidad y el transcurrir del tiempo, el Zaidín salió perdiendo en algunas cosas y ganando en muchas otras. Pero lo más importante es que sigue siendo un barrio vivo, activo, combativo y real. Un barrio con alma del que sus vecinos nos sentimos orgullosos.

Foto: Victoria Jiménez
Foto: Victoria Jiménez

Vecinos, por cierto, a los que nos hubiera hecho ilusión encontrar en este recorrido memorístico-literario a esos políticos que, durante las fiestas, no faltan a las entregas de premios ni se despegan de las barras de las casetas, copa en mano. Pero tampoco es cuestión de pedir imposibles, ¿verdad?

Jesús Lens

Twitter Lens

Melodía de arrabal

Que sepan ustedes que en la colección Nube Negra que dirijo para la editorial Palabaristas, acabamos de reeditar la primera novela del ciclo del Detective del Zaidín, de nuestro querido Alfonso Salazar. Ya saben: en digital, por 1 euro (o más, si ustedes quieren) a través de Lektu.

Razón AQUÍ.

Melodía de arrabal Portada

El Detective del Zaidín nació, literariamente hablando, en 2003, cuando Alfonso Salazar lo convirtió en protagonista de la novela “Melodía de arrabal”. Desde entonces, las andanzas de Matías Verdón por el popular barrio granadino –y por otras muchas calles de la ciudad nazarí- han ocupado tres novelas más, la última de ellas editada el pasado año.

Paradójicamente, la primera entrega de la serie del Detective del Zaidín estaba descatalogada, por lo que no era posible para los lectores completar el ciclo de lectura. Para facilitar una lectura completa e integral de las deliciosas historias de Matías Verdón y su ayudante, Desastres; la colección Nube Negra de la editorial Palabaristas ha reeditado en formato digital “Melodía de arrabal” que, tras la reescritura y actualización del propio Alfonso Salazar, lleva como subtítulo “Un gorrión sentimental”.

Alfonso Salazar

Esta nueva edición de la novela, que cuenta con un excelente prólogo del novelista Alejandro Pedregosa, permite conocer no solo los orígenes de Verdón y todas las personas que le rodean, sino  descubrir más en profundidad el Zaidín, el popular barrio granadino.

Por supuesto, “Melodía de arrabal” no es una novela localista. Porque todas las ciudades del mundo tienen un Zaidín. O varios. Pero, ¿qué es el Zaidín? Es un barrio de Granada cuyo nombre tiene etimología árabe, Saedin, brazo de agua o tierra entre ríos, al estar enclavado entre los ríos Genil y Monachil.

Sin embargo, no es precisamente su origen lo que lo hace universal. Si seguimos avanzando en la historia del barrio, tal y como la cuenta la Wikipedia, descubrimos que “En la década de los 60, la barriada crece desordenadamente y sin los equipamientos más básicos. La desmesura urbanística se convierte en el rasgo más característico del Zaidín”.

Ahí sí. Ahí sí radica su universalidad. En el desorden. En la desmesura, en el caos. Y en sus habitantes, por supuesto. Porque en todos los Zaidines del mundo hay personajes como los que Alfonso Salazar retrata en esta primera aventura de Matías Verdón, el inefable detective de barrio que se gana la vida olisqueando en las infidelidades ajenas, toda vez que no tardó en arruinar un floreciente negocio familiar de fontanería, heredado de su suegro.

Ahí tenemos al detective del Zaidín, a finales de los años 80 del pasado siglo, cuando un Maradona fichó por el Granada C.F. y la ciudad hirvió con la ilusión de reverdecer viejos laureles futbolísticos. Ahí va Verdón, peregrinando de bar en bar y escuchando lo que comentan los parroquianos, para estar al día de todo lo que pasa en el barrio. Un Matías Verdón que cuenta con ayudantes tan cualificados como un veterano cartero con ribetes ácratas y una sed acumulada de siglos, Desastres; y con un peluquero coleccionista de esquelas de los muertos del barrio, el Planchet.

Presentación Melodía de Arrabal

Y entonces, un caso. Nuevo. Diferente a todos los casos. Porque se trata de investigar las circunstancias de una muerte que para la policía fue accidental: el atropello de un corredor de seguros en plena Avenida de Dílar. Una investigación encargada por una de esas señoras del barrio de toda la vida. Una señora que, al margen de su recién estrenado status de viuda, está de muy buen ver. Y es que Verdón, el pobre, está pasando por una situación complicada en casa… “Un tío simple: un caso difícil”. Así se describirá nuestro investigador a sí mismo en uno de esos momentos de desaliento que todos los detectives del mundo han tenido alguna vez en el curso de la resolución de un asunto especialmente espinoso.

Pero no nos desviemos, por mucho que sea lo que los protagonistas de la saga del Detective del Zaídín suelen hacer: coger atajos en sus investigaciones. O intentarlo. Aunque terminen saliendo por los cerros de Úbeda. O más lejos. Porque, al igual que ocurre en las grandes novelas negras urbanas de autores como Juan Madrid, Manuel Vázquez Montalbán, Francisco González Ledesma o Petros Markaris; la investigación de Verdón servirá para que el lector se adentre por los intersticios más recónditos y ocultos de la sociedad del momento.

En el Zaidín... Foto de GranadaiMedia
En el Zaidín…
Foto de GranadaiMedia

Y ahí es precisamente donde esta primera entrega de las cuatro que componen la saga del Detective del Zaidín se hace universal: en vez de contar esa ciudad histórica, turística y monumental que es Granada, Alfonso Salazar narra la historia de uno de esos barrios arcaicamente nuevos y ruinosamente modernos. Un barrio que es como una isla, al que llegaron los habitantes de los pueblos que esperaban tener más y mejores oportunidades en la ciudad. Un barrio de aluvión en el que, en los años sesenta a los que se remonta la trama de esta novela, solo había un instituto de enseñanza secundaria, por ejemplo. Un barrio en el que jugar al fútbol en los campos de tierra era más un rito religioso que una sana costumbre. Un barrio del que, todos los que pudieron, se fueron marchando. Aunque fuera a destinos tan inciertos como Madrid.

Porque la vida es un constante fluir. Un constante ir y venir. Así, Verdón, Desastres o el Planchet, son gente del barrio para la que salir de sus fronteras y cruzar el río Genil supone hacer un esfuerzo y desplazarse fuera de su entorno. “Ir a Granada”, le dicen. Porque el Zaidín es un ente autónomo de una ciudad de la que forma parte, pero siendo otra cosa.

Para la colección Nube Negra de la editorial Palabaristas, es un privilegio reeditar una novela como “Melodía de arrabal. (Un gorrión sentimental)”, el primer caso de Matías Verdón. Una novela que era casi imposible de encontrar en el mercado y que abre una saga que después continuaría con “El Detective del Zaidín”, “Golpes tan fuertes” y “Para tan largo viaje”.

Lens Salazar

Cuatro novelas que cuentan diez años de la vida de un barrio universal, pero dotado de una personalidad única. Diez años en los que el Zaidín se fue conformando como el gran barrio popular de Granada y que, en Alfonso Salazar y gracias a su detective, ha encontrado a su mejor cronista. Un cronista noir, pero igualmente sentimental.

https://lektu.com/l/palabaristas/melodia-de-arrabal/1766

El autor

Alfonso Salazar (San Fernando, Cádiz, 1968). Reside en Granada y es Licenciado en Antropología Social y Cultural y gestor cultural de profesión.

Ha publicado la traducción de Consejos a jóvenes escritores de Charles Baudelaire (2001 y 2011), el libro de poemas Amores sin objeto (2004), las novelas Melodía de Arrabal (Arial Ediciones, 2003), El detective del Zaidín (Ediciones B, 2009) y en 2013 Golpes tan Fuertes (Alhulia, 2013).

En 2014 publica Para tan largo viaje, la cuarta entrega de la serie del detective del Zaidín con Ediciones Dauro. También ha publicado el libro de cuentos infantiles Pawi en la fábrica verde (2003).

Lens-Salazar-Alcaraz

Ha realizado exposiciones de Poesía Visual. Colabora habitualmente en diversos medios de comunicación de Granada y dirige el programa en radio La Plaza Humana.

Pertenece al equipo de redacción de la revista de pensamiento y cultura www.olvidos.es Ha ofrecido charlas y conferencias en diversas ciudades y en eventos celebrados en España, Portugal, Grecia, Alemania, Francia, India y Marruecos.

Imparte Cursos de Escritura Creativa en Granada (www.tusitalas.org) y crea diseños de camisetas, bajo la marca bysalazarmendias, en:

www.latostadora.com/bysalazarmendias.