Declaración para el Día Internacional del Jazz

El día 30 de abril, miércoles, se celebra el Día Internacional del Jazz, declarado por la UNESCO (Aquí, toda la información). Con tal motivo, la Asociación de Jazz de Granada, Ool Ya Koo, ha programado diferentes actividades.

En primer lugar, la artista gráfica granadina Katha (disfruta de su página web) ha diseñado un vistoso y colorido cartel que convierte algunos de los monumentos más reconocibles de Granada en los pistones de una trompeta, como homenaje al patrimonio cultural que suponen tanto la arquitectura como la música.

 Katha Día Internacional Jazz

Además, en el Club Magic se celebrará el concierto del grupo “Bojaira”, integrando jazz y flamenco y los escritores Juan Manuel Cid y Jesús Lens publicarán en Internet, en la bitácora Pateando el Mundo, una nueva entrega de su serie “Cine con Swing”, artículos sobre cine y jazz.

Además, la Asociación emite una Declaración para que, con motivo de la celebración del Día Mundial del Jazz, sea dada a conocer y difundida.

La Declaración es la siguiente:

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Declaración de la Asociación de Jazz de Granada, Ool Ya Koo, el Día Internacional del Jazz

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La Asociación de Jazz de Granada, Ool Ya Koo, ante la celebración del Día Internacional del Jazz, declarado por la UNESCO,

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Manifiesta

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Primero.- Que el jazz es un género mestizo, vivo, permeable y festivo que, basado en la tradición y abierto a todas las influencias musicales del mundo; encara el futuro con optimismo.

Segundo.- Que el jazz es una música con una envidiable capacidad de reinvención y reinterpretación que alcanza su máxima expresión cuando se interpreta en vivo y en directo.

Tercero.- Que mantener una programación musical estable que permita a los músicos tocar en directo y a los aficionados disfrutar de la música en vivo es un signo de salud cultural y una aspiración legítima para una sociedad comprometida con la música y con la cultura.

Cuarto.- Que el fortalecimiento de una programación musical estable requiere del apoyo y del compromiso tanto de las administraciones públicas y de las instituciones privadas como de los empresarios, de la sociedad civil y la ciudadanía en general para, juntos, fomentar la formación musical de las personas y potenciar la interpretación de la música en vivo.

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Por todo ello, la Asociación de Jazz de Granada, Ool Ya Koo,

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Declara

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Que se suma a la celebración del Día Internacional del Jazz declarado por la UNESCO y aboga por el fortalecimiento de una estructura social que aúne a las administraciones públicas, a las instituciones privadas y a la sociedad civil para potenciar el desarrollo y la formación musical de los ciudadanos y favorecer y fomentar la música en vivo y en directo como forma de enriquecimiento cultural y artístico de las personas.

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Granada. 30 de abril de 2014.

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Jesús Lens

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Jazz en Harlem

Hace unos días escribíamos en IDEAL este artículo sobre el Jazz, con mayúsculas, en los clubes de Nueva York, comentando conciertos de los míticos Blue Note y Birdland y del mágico y subterráneo Standard Jazz en que se ha grabado, en directo, el último y majestuoso disco de Chano Domínguez, “Flamenco Sketches”.

Hoy, 30 de abril, para celebrar el recién designado como Día Internacional del Jazz, vamos a hablar de la pequeña excursión que, en domingo, hicimos por ese barrio mítico llamado Harlem.

Nuestra idea era ir a la misa de la Iglesia Baptista más conocida de Nueva York, The Abyssinian Church, pan-afro-americana. Y hacerlo, además, en plena Semana Santa. El Domingo de Ramos, en concreto.

Estuvimos un par de horas haciendo rigurosa cola, pero al final, conseguimos entrar.

¡Preciosa esa Iglesia, con forma de Anfiteatro! E impresionante la ceremonia. No solo por colosal el coro de Góspel sino por la cercanía, la intensidad y la conexión que los Pastores (y Pastoras) conseguían con los fieles.

El momento en que uno de los Pastores invitó a una familia a ponerse en pie y, tras instar a la policía a que identificase y detuviese al asesino que le había arrebatado a uno de sus miembros, animó a todos los presentes a mostrar nuestra solidaridad con ellos, a través de un atronador aplauso, es de esos que se te quedan grabados por siempre jamás.

Salimos enfebrecidos de la iglesia. El Predicador se había comportado como uno de esos entusiastas y vocingleros actores que estamos a acostumbrados a ver en las películas. Pero en mejor. Y en serio. De verdad. Hacía chistes, inflexiones de voz, tronaba, susurraba… ¡un espectáculo en toda línea!

Íbamos caminando con nuestra hoja de palma, por Harlem, pensando si volver a Manhattan, cuando nos encontramos en la avenida Lennox, también conocida como Malcom X Bulevar. ¡La avenida Lennox! Para quiénes hemos disfrutado como carniceros en el matadero con las novelas de Chester Himes protagonizadas por Sepulturero Johnson y Ataúd Ed; la avenida Lennox es como Broadway para los amantes del musical o Hollywood Boulevard para los amantes del cine.

Comimos pollo, muy sabroso, por cierto, en el local de unos latinos. Lástima que, un poco más allá, había un garito de comida sureña, cajún, y no lo vimos. Pero ya tendríamos tiempo de desquitarnos.

Y seguimos caminando, entre el paisanaje de un barrio que, afortunadamente, ya no es lo que era; desde el punto de vista violento y delincuencial.

Íbamos caminando tranquilamente por la calle cuando vimos a una mujer que hacía movimientos extraños. No es raro, en NYC, encontrar a gente que haga cosas raras pero, como apenas acabábamos de llegar, todo nos llamaba la atención.

La fui siguiendo con la mirada mientras caminábamos y, entonces, me di cuenta: ¡estaba bailando! Frente a la puerta de un garito, de un café… en el que tocaba un cuarteto: piano, contrabajo, batería y congas.

Y entramos al “449 LA SCAT”, claro.

La señora, que se llamaba Sandra, era la dueña de un local multifuncional que funcionaba igual como modesto café que como sala de conciertos, librería-biblioteca y activismo social de prevención del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. Fotografías en las paredes y, a cada rato, Sandra sacaba un bizcocho casero para que acompañáramos los cafés.

Y los músicos tocaban.

Tres de ellos eran vetustos viejunos, como los entrañables músicos del Buena Vista Social Club o como nuestros queridos y añorados Gimes de Santa Clara, Cuba. El contrabajista, por el contrario, era un descarado jovenzuelo que se entendía a las mil maravillas con sus compañeros, sobre todo, con el que tocaba la Tumbadora que, de tan mayor, grababa su actuación en un cassete que trataba de activar con sus deformados dedos, cubiertos de esparadrapo.

Y apenas había unos pocos clientes. Pero buenos.

Y otros músicos entraron.

Y terminaron los que tocaban en ese momento, para darles paso.

Y pasaba la tarde.

Y nosotros éramos turistas que ansiaban encontrar lo que quedara del Cotton Club, para lo que nos tuvimos que despedir de Sandra, la entrañable, carismática y decidida dueña del café; y dirigirnos al otro Harlem. El Harlem hispano.

Pero era domingo por la tarde y el nuevo Cotton Club estaba cerrado a cal y canto. Ya no abriría hasta el siguiente fin de semana.

Y empezaba a llover. Así que cogimos el metro, para volver al corazón de Manhattan y, allí, en un vagón del tren que recorría el corazón de la Gran Manzana, nos encontramos unos rostros conocidos. ¡Cómo si estuviéramos en el 3 que vuelve del Centro al Zaidín!

Y es que el mundo es muy pequeño, pero ésa es otra historia y teníamos que irnos a descansar, que esa noche tocaba Arturo O’Farril y su banda residente en el Birdland y… bueno. El resto ya lo conocen ustedes, ¿verdad?

Jesús Lens

PD.- Si habéis llegado hasta aquí, entenderéis que ayer me emocionara leer ESTE artículo de Elvira Lindo, sobre jazz y Harlem… a veces, las conexiones funcionan…

Y ahora, a ver los anteriores Pre1 de mayo que publicamos: 2008, 2009, 2010 y 2011

Día Internacional del Jazz: Ahmal Jamal Trio, Papillon

A continuación, la última propuesta que nos hace Juan Manuel Cid. Desde AQUÍ podéis acceder al resto de propuestas. Y, a partir del sábado, las votaciones. Hasta el mediodía del lunes. Tendremos Encuesta en la Margen Derecha, pero si, además, mandáis vuestro voto a través de un mail a juanmacid@yahoo.com y el tema que elijáis resulta ser el ganador final, entraréis en el sorteo de un disco que, ya veréis, os va a entusiasmar.

Ahora sí. El tema de hoy:

Y, como siempre, Juanma nos da sus razones:

Es conocida la relación entre Ahmad Jamal y Miles Davis, y la influencia que el primero tuvo en el “Príncipe de las tinieblas” a mediados de los años 50. En esa época Miles andaba enfrascado en la búsqueda de un sonido más limpio y depurado para su famoso “primer gran quinteto”. Fue entonces cuando parece ser que pronunció una famosa frase: “toda mi inspiración proviene hoy día de Ahmad Jamal”.

El tema elegido hoy, Papillon, es una composición del pianista, y aparece en su disco de 2008 “It’s Magic”. Jamal es un maestro de las baladas, pero sobre todo del uso de los tiempos y del “menos puede ser más”. De esto también sabía algo Miles. Atención a la manera en que se desplazan los dedos por el teclado para entender porque he elegido también este video.

No quisiera olvidarme de los otros dos componentes de este maravilloso trio: James Cammack, bajo habitual en las últimas formaciones de Jamal, y el gran Idris Muhammad, aquí más contenido que en otras ocasiones, pero siempre en “maestro”.

Una última nota curiosa sobre nuestro pianista. Tras el éxito obtenido por las ventas de su disco “But not For Me” (1958), Jamal cumplió uno de sus sueños: abrir un club de jazz y restaurante al que puso el nombre de… The Alhambra.

Sólo me queda agradecer la amabilidad de Jesús Lens al permitirme ocupar su blog durante unos días y su generosidad por hacer suya la idea de esta modesta aportación al Día Mundial del Jazz que se celebra por primera vez el próximo lunes.

¡No hay de qué, Juanma!

Ahora, a escuchar los temas y, desde el sábado, a votar. En conciencia y con pasión.

Jesús jazzista Lens

PD.- ¿Y los 27 de abril anteriores? 2008, 2009, 2010 y 2011.

Día Internacional del Jazz: Mal Waldron y Jeanne Lee

Aquí tenemos el tema de hoy. ¡Qué maravilla! ¡Qué voz!, nos dice Juanma.

En homenaje a Chema García Martínez, crítico de jazz y mejor bloguero

Mal Waldron y Jeanne Lee. ¡Menuda pareja! Detrás del vídeo, Juan Manuel Cid nos cuenta sus razones para haberlo elegido.

En un chat reciente con Chema García Martínez, y a propósito de un vídeo que había colgado en su blog del gran pianista Mal Waldron («All Alone»), me decía que ambos son «dos héroes sin corona de la historia del jazz». Estamos de acuerdo.

Transitar por los caminos menos «ortodoxos» del jazz suele tener sus consecuencias.

Jeanne Lee poseía una voz personal, grave y profunda, acostumbrada a interpretar en formatos de dúo: Ran Blake, Gunther Hampel o Mal Waldron, por citar sólo a algunos de sus acompañantes. Con Waldron tiene un disco más que recomendable: «After Hours» (1994).

Waldron es simplemente uno de los grandes pianistas que ha tenido el jazz. No hay que olvidar que éste ya había sido pianista y arreglista de Billie Holiday, así que ya sabía algo de acompañar a una voz femenina cuando se une a la Lee en los años 90. El tema de nuestro corte de hoy, «The Seagulls of Kristiansund», aparece en el disco homónimo de 1989.

No me resisto a pasar lista a la formación que acompaña a Waldron en este disco: sus fieles escuderos de la base rítmica, Reggie Workman (bajo) y Ed Blackwell (batería); y una sección de vientos de ensueño, Woody Shaw (trompeta) y Charlie Rouse (saxo tenor).

Nos quedan dos temas. La elección se va poniendo difícil, ¿no? Desde AQUÍ, los anteriores temas a concurso.

Y tanto que sí, Juanma, y tanto que sí.

Jesús jazzista Lens

¿Y los anteriores 25 de abril? 2008, 2009, 2010 y 2011

Día Internacional del Jazz: take five

Vamos con el tercer corte de los elegidos para festejar el próximo Día Internacional del Jazz. Ahí va. A boca de jarro.

¡Take Five! Y la explicación del porqué de esta elección nos la da Rafael Marfil, que se ha unido a esta iniciativa de Juan Manuel Cid y un servidor, justo a continuación.

Es lo bueno de no tener blog, que se aprovechan las ofertas de un «blog de alquiler», y uno cuenta cosas. Compartiendo, vamos.

El asunto de la copla de jazz favorita es tan complicado como aquel debate que le planteo, cada cierto tiempo, a Arturo Cid (otro Cid, también campeador): ¿Cuál es tu saxofonista favorito? Y ahí morimos, dándole vueltas al sonido propio de Phil Woods, o la fuerza de Cannonball Adderley, o el tenor de Sony Rollins.

En este caso, elegir una canción es renunciar a otra decena que adoras. Podría haber sido cualquier stándar interpretado por Parker o Davis, pero los hilos musicales y el sonido ambiente antes de los conciertos han restado emoción al encuentro fortuito con estos temas. Que están manidos, vamos.

Eso no ocurre nunca con el eternamente adorable «Take five». También podríamos irnos a la intensidad de Coltrane (yo hubiera cogido My fair Lady). SIn embargo, opto decididamente por la moderna combinación rítmica y melódica del «Take five» (se basa en una referencia a un 5/4, compás de 5 partes, o algo así, por lo que el tema es un homenaje a ese compás). Mi tesis es la siguiente: Se trata de las pocas coplas que no te cansas nunca de tararear. Más de medio siglo después, seguimos subiendo el volumen para escucharla. No es una canción que nos entretenga durante mucho rato. Podemos exprimirla y asegurar que solo tiene diez segundos de éxtasis melódico, pero ¡qué diez segundos!

Me duele que no es un standard de jazz negro, del que nos enamora, que no tiene un atisbo de aire latino, con el que tanto nos identificamos. Ni siquiera encontramos el blues, en este jazz de blancos, pegadizo e interpretado al saxo por el suavón sonido de un saxofonista clásico, como era Paul Desmond, compositor del tema que, magistralmente, interpretó el grupo de Dave Brubeck del que formaba parte. A estos tipos, por cierto, la agencia de Mad Men les hubiera hecho una buena campaña.

He valorado todo, me ha mareado pensar en multitud de soniquetes a los que he renunciado, tomando partido por el inolvidable ritmo de esta canción. El inconfundible inicio de esta copla es de lo mejor que yo he podido grabar en mi corazón y en mi mente. Voten solo después de escucharlo, y suban el volumen.

¿Qué os parece? Aquí y aquí tenéis las dos entregas anteriores de esta iniciativa. ¿Os van gustando? Pues atentos a votar a lo largo del fin de semana.

Jesús jazzista Lens

PD.- Veamos en anteriores 24 de marzo, qué blogueábamos: 2008, 2009, 2010 y 2011.