Europa, el cíclope Polifemo

Desde que tengo uso de razón, en mi casa se hablaba de los grandes héroes griegos y latinos y de sus portentosas hazañas. Personajes míticos como Eneas u Odiseo eran, para mi hermano y para mí, los precedentes lejanos de los vaqueros que veíamos cruzar desiertos en los westerns y de los aventureros que surcaban los siete mares en frágiles embarcaciones.

Europa no hace nada

Y todos aquellos héroes clásicos forjaron su leyenda batiéndose contra las olas y las tormentas del Mediterráneo. Pero no fue hasta mucho después, hasta que viajé a Turquía con Manolo Villar, con “El corazón de Ulises” de Javier Reverte como guía; que comprendí la auténtica dimensión del Mediterráneo en nuestra concepción identitaria.

Desde hace dos días vengo oyendo una noticia que no terminaba de confirmarse: unos 500 náufragos podrían haber muerto, ahogados, entre Libia e Italia. Ahora parece que sí. Que ACNUR ha emitido un comunicado señalando que sería “la peor tragedia que ha afectado a refugiados y migrantes en los últimos doce meses”.

LA10 LAMPEDUSA  ITALIA  18 04 2016 - Fotografia facilitada por la ONG Sos Mediterranee que muestra a vario inmigrantes momentos antes de ser rescatados en alta mar cerca de la costa italiana hoy  18 de abril de 2016  Los servicios de rescate han recuperado los cuerpos de seis personas y han rescatado a 108 en alta mar  EFE Ong Sos Mediterranee SOLO USO EDITORIAL PROHIBIDA SU VENTA
LA10 LAMPEDUSA ITALIA 18 04 2016 – Fotografia facilitada por la ONG Sos Mediterranee que muestra a vario inmigrantes momentos antes de ser rescatados en alta mar cerca de la costa italiana hoy 18 de abril de 2016 Los servicios de rescate han recuperado los cuerpos de seis personas y han rescatado a 108 en alta mar EFE Ong Sos Mediterranee SOLO USO EDITORIAL PROHIBIDA SU VENTA

Repaso las Redes Sociales y no veo muestras de consternación. No sé si es temprano para encontrarlas o si ya es tarde, pero, en realidad, ¿cambiaría algo las cosas?

En los últimos años, el Mediterráneo se ha convertido en una tumba para miles de personas anónimas y desconocidas que, sin embargo, tenían nombre y apellido. Y familia. Y sueños, temores, deseos y esperanzas. Y hambre. De pan, justicia y libertad.

Estos días han llegado a Motril 39 inmigrantes que venían en patera desde Marruecos. Todos con vida. Y aparentemente sanos. Gente sin importancia. Cifras. Números. Problemas, en realidad. ¿Qué hacer con ellos?

Europa Polifemo

La reencarnación de los héroes de la mitología clásica son, en el siglo XXI, los inmigrantes que se juegan la vida echándose al mar para tratar de llegar a Europa. Y nosotros, los europeos, nos hemos convertido en sus más feroces enemigos.

Escuchaba a un funcionario del gobierno español, en una entrevista, tratando de justificar el porqué solo hemos acogido a dieciocho refugiados sirios. 18, sí. Y lo hizo bien, que conste. Porque la culpa no es nuestra. Es de un monstruo llamado Europa, lento, pesado, elefantiásico e incapaz de moverse. Y no digamos ya de movilizarse. Hoy, el temible cíclope Polifemo, además de un solo ojo y orejas de sátiro, luciría una corona con las doce estrellas doradas de la bandera comunitaria.

Jesús Lens

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Frialdad intolerable

Mi artículo de hoy, en IDEAL, comienza así: lean, lean ustedes “Los surcos del azar”, por ejemplo. Se trata de un tebeo de Paco Roca que cuenta la historia de Miguel Ruiz, un republicano español exiliado en Francia.

Los surcos del azar

Lean “Herejes”, de Leonardo Padura, en la que se cuenta la historia del barco S.S. Saint Louis que, en 1939, permaneció varios días fondeado frente a La Habana. Y si no tienen ganas de leer, vean la película “El viaje de los malditos”, que cuenta la misma historia, aunque de forma completamente distinta.

herejes padura

Leer historias del pasado, aunque sea del pasado reciente, suele hacer que nos llevemos las manos a la cabeza. ¿Cómo pudieron ser los franceses tan crueles y despiadados con los españoles que huían de las tropas franquistas? ¿Cómo pudieron tratarlos tan mal, encerrándolos en campos de concentración?

¿Y qué me dicen de aquellos cerca de 1.000 judíos que habían escapado de Hitler y a los que no dejaron desembarcar en Cuba, obligándoles a volver a la Alemania nazi en la que les esperaba la más cruel de las muertes? ¿No es algo inconcebible, nauseabundo y repugnante?

Dentro de tres, cinco, diez o cincuenta años, habrá escritores y cineastas que cuenten el conocido como Drama de los Refugiados, y los ciudadanos que lean sus novelas o vean sus películas, sentirán el mismo asco, impotencia e incomprensión que experimentamos nosotros con estas historias de la II Guerra Mundial.

Los surcos del azar humillación

Ahora, sin embargo, por muchas imágenes que vemos en los medios de comunicación, el tema de los refugiados nos deja fríos. Como ese otro drama, al que ya hace años que nos acostumbramos: el de la inmigración.

Resulta sintomático que, cuanto mayor énfasis ponemos en el lenguaje -con el DRAMA DE… se nos llena la boca-, menos esfuerzo hacemos por revertir la situación. Al menos, por intentarlo. O por presionar a los que podrían hacer algo realmente útil.

Sí. Es una situación muy compleja. Por supuesto. Pero busquen información sobre los Niños de Morelia, por ejemplo. Y verán que, cuando quieren, pueden. Tecleen en Google el nombre de otro barco, bendito en este caso: el Sinaia que llevó a México a 1.599 refugiados españoles.

Sinaia

Sí. Las circunstancias no son las mismas y tal y tal y tal. Pero los refugiados sirios sufren, se congelan y mueren a las puertas de Europa. ¡Y hay que hacer algo! ¡Ya! Porque es de justicia.

Jesús Lens

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