Todo comienza con un rostro. ¡Y qué rostro! Mitad humano, mitad simio. ¿El eslabón perdido? No. Más bien, el eslabón encontrado. Por accidente. Por incidente. Es César. Y es impresionante. César. ¿Por qué ese nombre? Y es que hay nombres que imprimen carácter. Y que llaman a la repetición de sucesos, eventos y tragedias del pasado.
César.
Serkis. Andy Serkis.
Pocas estrellas más rutilantes, ahora mismo, en el cine del siglo XXI. Serkis es César. Y ha sido Gollum. Y el capitán Haddok. Además, forma parte de la tripulación que, en breve, volverá a surcar las galaxias en guerra. Serkis, el actor camaleónico por excelencia cuya gestualidad facial fascina tanto a los ordenadores como a los espectadores. Serkis. Mitad ser humano, mitad ser mitológico.
(Sigue leyendo la reseña en el espacio Lensanity, de la web de Cinema 2000)
Jesús Lens