Impagable la foto de Pablo Casado y Juanma Moreno, rematando el fin de semana andaluz del líder del PP en una conocida cadena de hamburguesas industriales.
“Días maravillosos los que hemos pasado en Andalucía rodeado de mi familia y de buenos amigos. Seguimos trabajando por esta tierra a la que queremos porque nos importa su futuro y el bienestar de los andaluces”, decía el tuit de Pablo Casado. Y, para ilustrarlo, ellos dos en primer plano, con sus Big Macs, sus sonrisas de anuncio de dentífrico y sus grandes vasos de plástico con pajita, suponemos que llenos de refrescos carbonatados. En segundo plano, dos mujeres, mirándoles arrobadas y rodeadas de prole.
Hace unas semanas y después de la genialidad de convocar a la prensa en la puerta de un puticlub, Moreno Bonilla comparecía ante los medios con la famosa foto de Pablo Juliá conocida como el Pacto de la Tortilla, para exigir renovación, cambio y frescura en la política andaluza.
¿Se supone que la foto del McDonalds es la respuesta del PP a la foto del pinar en que los jóvenes socialistas, ellas y ellos, compartían una tortilla de papas en fiambrera con unos quintos de cerveza, tumbados entre los árboles? ¿Querrán pasar del Clan de la Tortilla al Clan de la Hamburguesa? ¿Es la Andalucía de la Happy Meal y las patatas fritas congeladas la que debería representarnos?
Al as que le lleva la campaña electoral a Moreno Bonilla, el PSOE tendría que ir pensando en darle un cargo orgánico. Venir a Andalucía, una de las comunidades en la que mejor se come, y lucir sonrisa forzada en un McDonalds… ¿En serio? ¿De verdad? Reconozco que, al principio, yo también pensé que era un fake. Pero no. Que esta mañana vi la foto publicada en el periódico.
¿No se le ocurrió a nadie que hubiera sido más apropiado, más inteligente, comerse unos serranitos de toda la vida? ¿Un pescaíto frito? ¿Algún plato en que luciera nuestro aceite de oliva? ¡Una ensaladita con tomates de la tierra, aunque fuera! Y de fruta, ni hablamos.
Supongo que el estratega de marras pensó que, de esa manera, se mostraba a los líderes políticos en actitud informal, moderna y familiar. ¡Menudo retrato les ha quedado! Solo faltan los personajes de “Pulp Fiction” entrando en escena para redondear la secuencia. ¡Una royal con queso!
Jesús Lens