Ahora que dos grandes superhéroes andan enfrentados en la cartelera, arrasando con la recaudación en taquilla de las últimas semanas, hay que recordar que, en Granada, los superhéroes no visten mallas, máscara o antifaz. Y sus superpoderes poco tienen que ver con una fuerza sobrehumana o con lanzar rayos a través de los ojos.
En Granada, los superhéroes son esos empresarios que, con todo en contra, sacan adelante la economía de nuestra provincia. Y, gracias a los datos que nos aporta el DataLab de IDEAL, sabemos que, al contrario de lo que dicta el imaginario popular, estos empresarios visten más mono de trabajo que traje y corbata.
Porque cerca del 65% de las nuevas empresas puestas en marcha en Granada en los últimos meses pertenecen al sector primario y al sector secundario. Empresas que, en nuestro entorno, son necesariamente pymes y, sobre todo, microempresas.
Y esos son los auténticos superhéroes: los microempresarios. Los que tienen que ponerse con el marketing, la comunicación y las redes sociales a la hora del bocata. Los que hacen networking mientras entregan los pedidos o atienden a los clientes. Los que, para replantearse su estrategia empresarial, se pasan la noche en vela, presas del insomnio y la ansiedad.
¿Y qué decir de la cuestión fiscal? No es fácil que estos empresarios vayan a aparecer citados en los Papeles de Panamá. Ni que vayan a montarse Off Shores en Jersey. No. Ahora bien, que dejen de pagar una cuota de los autónomos, que entonces sí se les caerá el pelo.
Empresarios. ¿O hay que decir emprendedores, de acuerdo con la terminología posmoderna al uso? O autónomos. O comerciantes. O dueños de un negocio. Currantes, en una palabra.
Estos son los tipos que se dejan la piel, día a día, para sacar adelante el tejido empresarial granadino. Los auténticos superhéroes que, además de trabajar a destajo y jugarse sus ahorros, han de adelantar varios cientos de euros cada mes, solo para levantar la persiana de su negocio, entre autónomos, seguros sociales, tasas, impuestos.
Por todo ello, cuando arranque usted esta semana y se tome el primer café de la mañana, compre el pan y el periódico, pase por el súper para rellenar la nevera o le eche un ojo a una camisa en alguna tienda; piense que todo eso es posible gracias a un superhéroe tan discreto como efectivo.
Jesús Lens