Media Maratón de la Mala Follá de Granada 2013

¿En qué momento empecé yo a tirar cohetes por el hecho de que la organización hubiera eliminado este año el ingrato y asesino Camino Bajo de Huétor, hacia el final de la Media Maratón de la Mala Follá granaína, en ese momento en que las piernas ya no responden a ningún tipo de orden, engañifa o estímulo?

El niño, Iluminado, sintiendo el peso de la carrera, antes de empezar
El niño, Iluminado, sintiendo el peso de la carrera, antes de empezar

Vale. Este año no había que reptar por el susodicho y contradictorio Camino Bajo, pero los últimos tres kilómetros tampoco fueron ninguna bicoca, desde luego, todos ellos picando hacia arriba y pegando un calor de justicia.

Sin embargo, lo peor de todo fue que, en esta ocasión, la subida desde Arabial hasta el Alcampo estaba segmentada y repleta de repechos. En ediciones anteriores, la subida era igualmente larga, pero toda seguida. Y eso, para un trotón como yo, es mejor: bajas la cabeza, miras al asfalto y tiras millas. Sin embargo, lo de los cambios de ritmo… me ha matado.

Y así, he acabado haciendo 1 hora y 50 minutos, de acuerdo con mi reloj. Esto es: 5,13 minutos el kilómetro. (Aquí, todos lo datos y parciales de MI carrera) O sea, más o menos como el pasado año. Solo que en 2012 corrimos en noviembre, tal y como conté aquí.

Foto: Raúl Góngora
Foto: Raúl Góngora

Además, este año voy más corto de preparación, de forma que, eso sí, le he quitado 7 minutos a la última y frustrante Media Maratón del Melocotón de Guadix de hace unas semanas. Así las cosas, para cuando pille la forma, ¡ya se habrá terminado la temporada! 😀

No voy a insistir en la importancia de hacer mejores entrenamientos. No más, sino de mayor calidad. Y más largos. Más exigentes. Más comprometidos. Y sufridos.

Tampoco voy a insistir en que debería cuidarme más. Que ya no soy un chaval. Y tal y tal: la dieta, el descanso… Por ejemplo: ¡hoy ha sido la primera vez en mi vida que me he tomado un Gel! La verdad que yo no he notado que me hiciera nada bueno, pero tampoco me ha estropeado el estómago, algo a lo que tenía mucho miedo. Será cuestión de perseverar. Me lo tomé en el kilómetro 16, cuando empezaba a no ir bien. Y ya, desde luego, no lo fui más. Quizá debí tomarlo antes. No sé. Habrá que probar.

Pero lo mejor de todo, como siempre pasa en las carreras, es la gente. Como ese Roberto, que me adelantó cuando yo ya empezaba a hacer crack y me propuso “llevarme” hasta meta. ¡Amigo, si no hubiera estado tan jodido, habría intentado seguirte! Y su fiel Mari Carmen, que no se pierde ni una.

Con Roberto, antes de la Media de Guadix. ¡Pedazo de crack!
Con Roberto, antes de la Media de Guadix. ¡Pedazo de crack!

O la presencia de Raúl, un tipo incansable al que debo dos de las fotos que visten esta entrada. ¡La próxima, nos vemos sobre el asfalto! Ese Jose, casi en meta, que ya se había metido 20 kilómetros entre pecho y espalda. O Alberto, allá en una rotonda. Y Silvia y David. En el 7. ¡Vaya acelerón que pegué para tratar de seguir a El Elegido, durante unos cientos de metros! Isa y Laureano, con esa sonrisa y palabra cálida.

Y los cracks de la fotografía, Ramón L. Pérez y el Pepe Villoslada. ¡Maestros!

Foto: Pepe Villoslada.
Foto: Pepe Villoslada.

En la meta, fue un puntazo volver a encontrar a viejos amigos de las Verdes. Esos Antonio, Txomin o Javi, que han unido a su peña de Galácticos a otro puñado de Salvajes de los Caminos y que ahora se dedican a hacer rutas de montaña en las que haya que superar, al menos, 2.000 metros de altura.

Sin comentarios.

No vi a otros amigos y compañeros: Manolo, Javichín, José Antonio Flores o Jesús Muñoz. Pero por ahí andaban. Ya comentaremos los tiempos y las sensaciones.

Y lo haremos dentro de muy poco. En apenas dos semanas. Antes o después de la Media Maratón de Motril.

Porque, aunque lentos, rotos y perjudicados… ¡Seguimos! (AQUÍ, los resultados de la carrera)

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens

Media Maratón de Granada 2012: a ½ km. por año cumplido

Mi distancia favorita, corriendo, es la Media Maratón. Lo he dicho muchas veces y ahora mismo, nada más terminar la trigésima edición de la Maratón de Granada, doliéndome todos los músculos del cuerpo, lo reitero y me reafirmo: I love the 1/2s!

Este año, además de ser Olímpico, se da la curiosidad de que he cumplido los 42 tacos. Dado que una Media Maratón son 21 kilómetros (y casi un centenar de metros) salgo a medio kilómetro por año cumplido. Unos soplan velas y se hartan de tarta. Otros, nos soplamos decenas de kilómetros y nos hartamos de Alhambras Especiales. ¡Cada loco con su tema!

Ayer leíamos en la prensa que hoy podría ser un infierno para los atletas. Había un 85% de probabilidades de lluvia durante la carrera y un pronóstico muy ventoso. Nada de eso se cumplió.

El cielo de Granada, a las 8 de la mañana. ¡La Amenaza Fantasma!

Y me fastidia.

¡Vaya si me fastidia!

Porque, de haberlo hecho, habría utilizado el mal tiempo para justifica mi mal tiempo.

Y es que la carrera me ha ido fatal.

A ver. Con matices.

Terminar una Media Maratón tiene mérito. Que conste. Y la de Granada, con sus cuestas en el Camino de las Vacas y el letal Camino Bajo de Huétor, que no deja de picar para lo alto a dos kilómetros de meta; más aún.

Venía yo de entrenar fuerte durante el verano, habiéndome dejado 7 u 8 kilos desde mi apoteosis gijonesa de fabada, sidras y escalopines al cabrales en Semana Negra. Venía yo de hacer una aceptable 1 hora y 47 minutos en la durísima Media Maratón del Melocotón, en Guadix.

Y punto.

Llegando a meta. Foto de González Molero, de IDEAL

Porque, desde mitad de septiembre, apenas si hecho entrenamientos de más de 11 kilómetros. Y a ritmos perrunos. Y así, ¡no!

Lo que me gusta de las Medias Maratones es que son duras y exigentes. La diferencia con las carreras de 15 o 16 kilómetros son los últimos cinco. Y esto no es una perogrullada. Viendo mis parciales hasta el kilómetro 10, donde Silvia y David estaban al pie del cañón, son aceptables, todos por debajo de los cinco minutos.

La subida tampoco fue mal. Cuatro o cinco kilómetros a poco más de 5 minutos el kilómetro.

La Media, cuando iba entera. Foto de González Molero en IDEAL

Pero después… ¡ay, después! Después, cuando el terreno es teóricamente favorable, comenzó un infierno en el que los segundos se te clavan en las piernas como puñales.

Lo que hace grande una Media Maratón son esos últimos cinco kilómetros que, o los entrenas a conciencia, o te hunden.

A mí, me han hundido, como pueden dar fe mi hermano Jose, apostado en el Puente. O Irene, frente a las Angustias. O José Carlos y su mujer, también por la Carrera de la Virgen. O Ana, en el Paseo del Salón. O el colega del básket de Arabial. Lo mismo conseguí engañar a Paco, el Compadre, cuando enfilaba el Parque Almunia. O la fiel Paqui, ya a la llegada. Pero no.

Una Media es algo muy serio. ¡Y así tiene que seguir siendo!

Al final, me ha salido una hora y cincuenta minutos, en tiempo oficial. Algo menos, según mi Sr. G. (que ahora está cachondeándose de mí y de mis entrenamientos literarios, esos en los que, en vez de correr, voy pensando en mis relatos, mis artículos y mis cuentos. En el enlace, los parciales y el recorrido completo)

Pero el caso es que, si bien había descartado asaltar mi mejor marca, de hace cuatro años (1 hora 37 minutos y pico) y también había descartado bajar de la hora y cuarenta; me hubiera gustado rondar ese 1.45.00 que supone correr a 5 minutos el kilómetro.

¡Ni de coña!

 

Las Medias Maratones, para quién las entrena. Con seriedad. Los demás, con terminarlas, podemos darnos por contentos. Ejemplo de Flor, la Gacela, que lesionada en una pierna, ha hecho la hora y cuarenta y cinco. Y ya imagino los brutales tiempos de Edu, José Miguel, Manuel Puertas, Daniel, mi Álter Flores; de Javi, Antonio, Onio, Txomin y demás Verdes. O Luis y Jesús, esos Triatletas.

AQUÍ, todos los resultados e imágenes de la Media Maratón de Granada. AQUÍ las Galerías de imágenes de IDEAL, de los grandiosos González Molero y Ramón L. Pérez.

A mí me acaba de llegar mi resultado provisional: el 1.426 clasificado. Ea. Si el límite de inscritos estaba en 3.000, hemos quedado por debajo de la Media 😉

Media Maratón de Granada. Fotos González Molero

El puesto da igual. Lo importante es acabar. Y la lucha individual contra el crono, los kilómetros y el cansancio. Y esa vocecilla que te pide que te pares. Y los puñales en las piernas.

Ahora quedan los músculos cansados, la espalda destrozada, las piernas de cemento y un cierto atontolinamiento. Más de lo normal.

Ahora queda disfrutar de un merecido descanso, de una Alhambra Especial bien fría y de una buena película.

Ahora, como nos pasa a los adictos a esto del correr, nos queda empezar a pensar en la próxima.

Jesús mediomaratoniano Lens

¿Y los 4 de noviembre de 2008, 2009, 2010 y 2011?