Frente Literario Antiyihadista

Hace unos días, Granada se despertaba alarmada por la detención en Algeciras de una pareja que estaba a punto de viajar a Marruecos para, desde allí, integrarse en el Estado Islámico. Él era de nacionalidad marroquí. Ella, española. Y tenía una hija pequeña, a la que se llevaban consigo.

Frente Antiyihadista

La denominada Operación Sable incluyó el registro de una casa del popular barrio de La Chana en que residían los detenidos y en la que se encontró material informático, teléfonos móviles y bellotas con droga. Según ha trascendido, un hermano del hombre detenido se habría inmolado en Siria y eso había precipitado la intención de la pareja de integrarse en el Estado Islámico.

Un par de días después, en Palma de Mallorca fue detenido otro individuo de nacionalidad marroquí por su estrecha relación con DAESH y por constituir una amenaza para la seguridad nacional.

Y quiere la casualidad que todo esto haya ocurrido mientras leía la novela “El espía que odió a los Beatles”, de Gerardo Errasti Bocourt, publicado por la inquieta y ya imprescindible editorial granadina Esdrújula. Porque la novela en cuestión trata precisamente de la infiltración de espías españoles en el corazón del Estado Islámico. Y arranca con la detención de dos mujeres de ascendencia española que estaban preparadas para dar el paso y viajar a Siria.

El espía que odió a los Beatles

Pero antes de hablar de la trama y los personajes de la novela, detengámonos en el autor de “El espía que odió a los Beatles”, el mencionado Gerardo Errasti Bocourt. Porque es un tipo que sabe bien de lo que habla.

Diremos, brevemente, que a los diecinueve años, hizo compatibles sus estudios universitarios con un trabajo tan ilustrativo como el de miembro de la Dirección General de Seguridad Personal, destinado en el Palacio de la Revolución, con la misión de proteger a Fidel Castro.

Tras licenciarse en 1983, obtuvo el grado de teniente en la Academia Superior del Contraespionaje Cubano. Su principal cometido: reclutar agentes para infiltrarlos en las operaciones de la CIA contra Cuba. Tras abandonar los servicios secretos cubanos, se dedicó a la abogacía y en 1999 marchó a Sudáfrica, invitado por Nelson Mandela. Allí fue donde comenzó a trabajar en temas relacionados con el yihadismo, cooperando con el CNI español y participando en la investigación del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004, en Madrid.

Gerardo Errasti

No es de extrañar, por tanto, que sus novelas estén basadas en hechos reales tan trágicos y dolorosos como la muerte del segundo jefe del CNI en Irak, José Antonio Bernal. Y en la traición de Roberto Flórez, ex agente del espionaje español condenado a nueve años de prisión por vender documentos clasificados a Rusia.

Y ahí radica la clave de “El espía que odió a los Beatles”. En el realismo y la máxima actualidad de lo que Gerardo cuenta en 350 páginas que, por momentos, parecen informes extraídos de los archivos de La Casa, como popularmente se conoce al Centro Nacional de Inteligencia español.

La novela cuenta la historia de Carlos y Lisa, dos infiltrados en el islamismo integrista llamados a desempeñar una importantísima misión: viajar a Siria, al corazón del Califato en Raqqa, para tratar de localizar a un grupo de secuestrados occidentales, entre los que se encuentra el periodista estadounidense James Foley.

James Foley

Una operación de máximo riesgo organizada conjuntamente por el CNI y por la CIA norteamericana. Una operación autorizada y monitorizada por Obama, en la que el despliegue tecnológico de rastreadores, satélites y drones dependerá del éxito, o no, de la infiltración realizada por Carlos. Y de la tapadera que Lisa consiga proporcionarle.

Porque vivimos en un mundo globalizado en el que la información fluye de forma incesante. En todos los sentidos. Y en todas direcciones. De ahí que una palabra de más, o de menos, pueda resultar fatal.

Gerardo Errasti ha escrito la novela de más actualidad que se pueda imaginar, mezclando la realidad y la ficción en un cóctel literario de lo más sugerente para los lectores. Una novela que sigue el canon de los grandes clásicos de la literatura protagonizada por espías, como John le Carré o Frederic Forsyth, pero desde una óptica y una visión muy españolas.

Raqqa

Lo que hace de “El espía que odió a los Beatles” una narración especialmente inquietante, máxime, a la vista de acontecimientos recientes como los comentados al comienzo de este artículo.

Jesús Lens

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Un hombre llamado Yasmina

El Rincón Oscuro de IDEAL del pasado miércoles comenzaba recordando cómo me impactó cuando le conocí, hace ya muchos, muchos años, en una presentación que hizo en Granada del primero de sus libros publicados en España: “Morituri”. En aquellos entonces estaba todavía muy caliente el tema de su identidad, recién descubierta al público.

Yasmina Khadra libros

Y es que el escritor al que todos conocemos por Yasmina Khadra se llama, en realidad, Mohammed Moulessehoul. Y sus primeros libros de género negro los escribió cuando todavía era un oficial del ejército argelino que luchaba contra el salvaje islamismo integrista del FIS. ¿Se acuerdan de aquellos infaustos años, en los que cientos de personas eran degolladas en falsos controles policiales de carretera o en emboscadas tendidas en la kasbah de Argel?

Para poder escribir con libertad, Moulessehoul adopta dos de los nombres de su esposa, y comienza a firmar como Yasmina Khadra. Y de aquella cruenta guerra civil hablará en su muy alabada “Trilogía de Argel”, compuesta por la mencionada “Morituri” y por “Doble Blanco” y “El otoño de las quimeras”, publicadas por la editorial Almuzara.

Yasmina Khadra Trilogía Argel

Tanto la Trilogía de Argel como la posterior “La parte del muerto” están protagonizada por uno de esos personajes icónicos que ya forman parte del acervo negro-criminal de la literatura noir contemporánea: el comisario Llob.

Iba yo con ganas de preguntarle a Yasmina sobre él, sobre Llob, a aquella presentación. Pero me encontré con un tipo duro y frío. Un tipo que podría ser, perfectamente, uno de los personajes de sus novelas. Porque en las comisarías de Argel, en aquellos años, no había lugar para tipos timoratos o melindrosos. Y si hablamos de los malos, de los asesinos, mafiosos, funcionarios corruptos y terroristas… ¿qué les voy a contar?

Yasmina Khadra

Callé. Desfilé en silencio por delante de la mesa en que se sentaba Khadra, dije tímidamente mi nombre, me llevé mi ejemplar firmado a casa… y volví a leer la Trilogía de Argel. De un tirón. Enterita y verdadera. Y la aprecié aún más.

Y, ahora, la noticia bomba. Porque resulta que antes de la Trilogía de Argel, Khadra había escrito otra novela protagonizada por el incorruptible, irascible, conservador y polémico comisario Llob. Se titulaba “El loco del bisturí” y tenemos la suerte de que acaba de ser publicada en España por la inquieta e imprescindible editorial granadina Esdrújula.

Yasmina Khadra Loco Bisturí

Me lo decía Mariana, la editora, acodados en la barra de un bar, que es la mejor postura para hablar de literatura: -Lee las dos primeras páginas. Verás que es el Yasmina más negro.

Y así es. “El loco del bisturí” nos devuelve al comisario Llob más ácido y cortante. Y al Yasmina Khadra de las frases eléctricas, algunas de tres o cuatro palabras, que te golpean y te sacuden con violencia. El Yasmina de las metáforas como arañazos en la cara. El Yasmina más irreverente e insultante. El Yasmina para el que la corrección política solo se merece ser extirpada y echada de comer a los cerdos.

Porque tras cerrar el ciclo de Llob, Khadra cambió de estilo. Se hizo más poético y reflexivo. Más filosófico. Ojo: sus novelas siguieron siendo excelentes. Pero de otra manera. Estremece, por ejemplo, leer “Lo que sueñan los lobos”, en la que se narra el proceso de conversión de un joven normal y corriente en un terrorista islamista dispuesto a degollar a un niño.

¿Y qué me dicen de “La ecuación de la vida” que tanto me impresionó, sobre los piratas de Somalia y los secuestros de europeos para pedir un rescate? Una novela en la que la poesía es cualquier cosa menos sinónimo de belleza. Que uno de los protagonistas es un consumado poeta… con las manos llenas de sangre.

Yasmina Khadra La ecuación de la vida

Más recientemente, Khadra ha publicado una novela sobre Gadafi, “La última noche del Rais”. Porque África, por fin, tiene quien le escriba. Y quien la describa. Con respeto, con sensibilidad, con conocimiento de causa. Y con crudeza y realismo, por supuesto.

Termino estas notas reseñando el gusto que da leer la prosa de Yasmina en las palabras de su traductor de toda la vida, Wenceslao Carlos Lozano. Modélica su labor en “El loco del bisturí”, una vez más, eligiendo siempre el término más apropiado de la jerga policial argelina de los años noventa del pasado siglo, para que no chirríe al lector español.

Lean, lean a Khadra y disfruten.

Jesús Lens

Twitter Lens

El enviado de Cronos Puerta a la Hélade

Queridos Mariana y Víctor: ¿habéis hecho llegar ya la novela de Miguel Merino a la oficina de Spielberg? Porque, tal y como hablamos durante la presentación de “El enviado de Cronos: Puerta a la Hélade” en la librería 1616 Books de Salobreña, esta novela hará las delicias del director estadunidense.

¡Enhorabuena, chicos! Enhorabuena por haberos embarcado en una aventura tan incierta como es la puesta en marcha de una editorial como Esdrújula y por haber arrancado con una novela tan excitante como ésta. Porque “El enviado de Cronos: Puerta a la Hélade”, desde la brillante portada diseñada por Carini hasta ese mapa con que se abre la narración es una gozada.

El enviado de Cronos Carini

Cuando se habla del placer de la lectura, es habitual sostener que los libros nos permiten conocer otros países y otras épocas. ¡Pocos ejemplos más claros de libro convertido en Máquina del Tiempo como éste! Porque, efectivamente, Miguel Merino nos invita a acompañar a su personaje, Alcibíades, en un apasionante periplo por la historia.

Si tú pudieras viajar en el tiempo, ¿irías al pasado o al futuro? Si viajaras hacia delante, ¿cuántos años avanzarías? Y, si prefieres el pasado, ¿a qué época te trasladarías?

El enviado de Cronos Miguel Merino

Alcibíades, arqueólogo vocacional, está obsesionado con resolver uno de los grandes misterios de la historia: el lugar en que se encuentra la tumba de Alejandro Magno. Como bien nos recordaba Miguel, junto al Arca de la Alianza y al Santo Grial; la tumba de Alejandro es uno de esos enigmas que excitan la imaginación de científicos y soñadores de todas las épocas. Mucho más que esas absurdas calaveras de cristal, dicho sea de paso…

El caso es que los nuevos avances científicos y el CERN podrían hacer posibles los viajes en el tiempo. Y allá que se marcha Alcibíades. A la Grecia Clásica, en los meses en que Alejandro comienza su campaña de conquistas. ¡Qué impresión, estar junto a Alcibíades cuándo empieza a experimentar, ver, oler, tocar, probar y escuchar; en primera persona y en vivo y en directo, todo lo que conocía a través de los libros!

Mi padre, Jesús Lens Tuero, se hizo presente en la charla con Miguel...
Mi padre, Jesús Lens Tuero, se hizo presente en la charla con Miguel…

Una auténtica revelación, por ejemplo, enfrentarse a la Marsella de hace tantos y tantos siglos, al trajín de sus gentes, a la vida en el puerto. ¿Y qué decir de las aventuras bélicas a las que se enfrenta Alcibíades? Porque la vida, en el pasado, no era fácil. Nada de fácil. Máxime si te enrolas junto a las huestes de Alejandro en la batalla de Queronea.

“El enviado de Cronos: Puerta a la Hélade” es una novela sorprendente que aparece publicada bajo el marchamo de Novela juvenil, lo que garantiza que gustará a los jóvenes, pero que también gustará a los mayores. Porque es un libro fascinante en el que la narración avanza a toda velocidad. Uno de esos libros que cuesta trabajo dejar de leer, a nada que te dejes llevar por la imaginación y la fantasía.

El enviado de Cronos Presentación

Porque, ¿a quién queremos engañar? Todos hemos soñado con viajar en el tiempo, ¿verdad? Pues esta es tu ocasión…

Jesús Lens

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