Apasionante el Espacio Knowmad que se celebró ayer en el Teatro CajaGranada, con diversas ponencias sobre el presente y el futuro inmediato del entorno laboral, sea dentro de la empresa o, sobre todo, como desafío autónomo. De ahí lo de Knowmad, una de esas brillantes palabras inglesas que fusionan dos términos tradicionales para alumbrar un concepto nuevo y diferente.
“Know” significa saber, conocer. Y “nomad”… pues eso. Nómada. Nómadas del conocimiento. Un neologismo que invita a ser innovadores, imaginativos y creativos; que fomenta el trabajo abierto y en colaboración con diferentes personas, en cualquier momento y lugar.
Lo que caracteriza a un buen knowmad es su conocimiento, su bagaje y su experiencia. Es él mismo, sus cualidades y su impronta personal, lo que marca la diferencia con el resto de trabajadores.
A lo largo de las diferentes ponencias escuchamos hablar de un montón de conceptos que conviene tener presentes a la hora de conducirnos por la vida. Sobre todo cuando de trata de cuidar nuestra huella digital. Si ustedes son lectores habituales de esta columna sabrán a lo que me refiero: somos lo que Google dice que somos. Y punto. Somos lo que tuitamos, lo que posteamos en las redes sociales, lo que publicamos en nuestros blogs.
Pero hay que serlo de verdad, que el postureo es muy fácil de detectar. Sobre todo por los responsables de recursos humanos. Como señaló una ponente del encuentro propiciado por Fundación Cajasol, los departamentos de personal utilizan Facebook para descartar candidatos a un puesto de trabajo sin tener que pasar por el engorro de la entrevista personal.
Me gustó especialmente la visión de Andrés Pérez Ortega, basada en cómo sobrevivir al apocalipsis profesional. Es un gran defensor de la marca personal como herramienta para poner en marcha esos proyectos paralelos que nos permitan ganarnos la vida fuera de las vías tradicionales.
Y ahí es donde entra otra posible acepción de Knowmads: locos. Porque “Mad” significa eso: chiflado. Y hay que estar un poco zumbado para salirse de los caminos más trillados y tratar de vivir dignamente a través de actividades diferentes a las convencionales, olvidando las oposiciones o los trabajos para toda la vida. Sobre todo, porque eso ya no existe.
Me ha gustado descubrirme como Knowmad, una mezcla entre profesional inquieto, colaborador externo con vocación de nómada… y tocado con un punto de locura.
Jesús Lens