Como persona de letras puras que, en su momento, huyó despavorido ante a la amenaza de las matemáticas, la física y la química, cada vez me interesan más las noticias relacionadas con la ciencia. De ahí que siempre me detenga en cualquier información de IDEAL respecto a estudios y avances surgidos del talento científico de la UGR.
¡Qué complicado, el trabajo de los gabinetes de comunicación y el de los periodistas que han de hacer comprensibles esas informaciones técnicas y científicas a los lectores profanos! Por muy especializados que estén, es imposible que los periodistas sepan lo mismo de mineralogía que de botánica, alimentación, astronomía, óptica o medicina.
Ayer podíamos leer una completa, clara e interesantísima información sobre un trabajo de tres científicos de la Universidad de Granada que, en su momento, logró sacar de prisión a una víctima de malos tratos que había matado a su pareja.
Maribel Martín, Miguel Pérez y Natalia A. Hidalgo presentaron ante el Tribunal que juzgaba a una mujer cubana acusada de tal delito un informe pericial que demostraba que actuó bajo “una alteración del funcionamiento neuropsicológico como consecuencia de una situación de maltrato mantenido en el tiempo”.
Completamente aislada y encerrada en la casa donde su pareja la maltrataba, A.P. mató a su marido con el mismo cinturón con que este había tratado de ahogarla anteriormente. Y lo hizo, de acuerdo con los científicos, “de manera impulsiva, sin tener voluntad sobre sus actos ni planificar lo que podía hacer”.
Cuesta trabajo imaginar el infierno que debió ser aquel episodio, tras el que A.P. pasó dos años en prisión. Hasta que el jurado la absolvió, después de atender a los resultados de un informe que, ahora, se ha convertido en un trabajo científico publicado en una revista internacional llamada “Psicología Conductual».
La importancia de este estudio radica en que sus resultados avanzan en cuestiones capitales como la evaluación y rehabilitación de las víctimas de violencia de género, algo que va mucho más allá de una cuestión judicial.
Una de las peores lacras a las que se enfrenta nuestra sociedad es la de la violencia contra la mujer. Bienvenidos sean trabajos científicos como este, que contribuyen a entender mejor las secuelas que puede dejar un maltrato continuado contra una persona… y las reacciones que puede provocar en la víctima.
Jesús Lens