Sí. Lo sé. Hay asuntos mucho más candentes. Podríamos hablar del alcalde investigado, de los logos siameses o de la investidura de Rajoy. Pero a mí, ayer por la tarde, la noticia que más me daba que pensar era la de que las fuentes de Motril llevan varios meses sin funcionar. Y a ello dedico hoy estas líneas, en IDEAL. Atentos a las fotos de Javier Martín.
Mercedes Navarrete relata cómo muchas fuentes motrileñas están rotas, secas o fuera de servicio, comenzando por describir el estado de la que se encuentra a la entrada del Parque de los Pueblos de América, con el agua estancada verde y llena de basura.
Desde mi viaje a Armenia del pasado verano quiero hablar de las fuentes, por las que siento auténtica devoción. Y es que en Armenia, la gente de posibles homenajea a sus seres queridos fallecidos construyendo una fuente en su memoria, de forma que el fluir del agua sirva como recordatorio de la fugacidad de la vida, a la vez que refresca y sacia la sed de la gente.
Yo me enamoré de las fuentes en Las Alpujarras, en aquella época en que pasamos días y días de excursión y descubrimiento. Semanas completas de bici y botas, subiendo y bajando por caminos, cañadas y barrancos. Y disfrutando del agua pura y fresca de todas y cada una de sus fuentes.
¿Y qué no decir de esa fuente de la Bicha, milagrosa, que tantas veces me ha salvado la vida, cuando he salido a correr y el calor apretaba? O la fuente de las Amapolas, en la Verea de Enmedio del Albaycín…
Pues en Motril, las fuentes están secas. Y pudriéndose. Dejadas y abandonadas por mor de unas partidas presupuestarias que no llegan. Que no alcanzan. Y es que, al parecer, los sistemas de bombeo son muy caros, según explican desde el ayuntamiento. Y no hay dinero para arreglarlos. Y aquí paz y después gloria.
Tenía pensado bajar a correr la Media Maratón de Motril del próximo domingo, pero noticias como esta, desaniman. Que yo me conozco y sé que, con la humedad y el calor, pasaré una sed del carajo. Y como soy un obsesivo, empezaría a pensar en el agua verde y estancada de las fuentes secas. Y me agobiaría. Mucho.
En serio. ¿Qué sentido tiene gestionar una ciudad como Motril y no ser capaces de conseguir que el agua fresca mane de sus fuentes?
Jesús Lens