Me gusta Santiago Sierra. Me gusta su contundencia. Me gustan sus intervenciones. Ya lo proclamaba aquí, hablando de la funcional escultura que llegó a Venecia.
Ahora he visto esta otra intervención.
Radical.
Ígnea.
En Valencia. Donde tanto saben de fuegos, fallas y de lo efímero que es el arte. Casi tanto como la vida. Etérea. Como el futuro.
Ese No Future que cantaban los punkies, demostrando que, al final, tenían razón. Que eran unos adelantados a su época.
Jesús Lens entrando en combustión espontánea.
En Twitter: @Jesus_Lens