En el (improbable) caso de que la relación entre el libro electrónico y el libro convencional derivase en una guerra sin cuartel, los guionistas de la genial serie “Modern family” han aportado un inapelable argumento a favor del papel.
Jay Prittchet, interpretado por el inefable Ed O´Neill se va a celebrar su cumpleaños con su impresionante mujer, Gloria, a Hawai. El piensa que se van solos y presume frente a la cámara de cómo va a disfrutar sin hacer nada, todo el día tirado, aprovechando para leer un buen puñado de novelas de Robert Ludlum, uno de sus autores de cabecera, cuya bibliografía completa lleva grabada en un flamante libro electrónico.
Estando en la sala de espera del aeropuerto comienzan a aparecer los familiares de Jay. ¿Para felicitarle y despedirle? En absoluto. En un alarde de originalidad, Gloria les ha pagado el billete a todos ellos para que les acompañen en su escapadita.
El pobre Jay empieza a ponerse nervioso cuando ve lo que se le viene encima. Pero el peor momento de todos, el momento que le llevará al bar del aeropuerto a pegarse un whiskazo narcotizante vendrá cuando Manny, el gordito, maduro y encantador hijo de su mujer se siente encima de su e-book, sin querer, por supuesto.
Crack. Siniestro total.
Imposible reparación. Y, una vez en el aeropuerto, a punto de salir el avión… sin sustitución posible.
Es cierto. A un e-book le caben cientos de libros dentro. Pero un rebote, un malsentarse, un golpe impremeditado y… au revoir! Forever.
E-book 0-Libro 1
Jesús Lens.