Muy interesante, el encuentro de ayer propiciado por Paco Cuenca en torno al sector audiovisual granadino con ocasión de la entrega de los Goya en nuestra ciudad en el año 25. De todo lo mucho que se habló, me voy a quedar con algunas ideas concretas.
La primera, el concepto de ciudad. La Granada que queremos. La del futuro inmediato. Y mediato. La del corto y medio plazo. Una Granada vivible y habitable que debemos pensar en clave metropolitana, efectivamente. ¿Qué tiene esto que ver con los Goya? Mucho. Si nos limitamos a que la gala del 2025 se limite a una alfombra roja, miles de selfis y una semana de actividades, habremos perdido una ocasión de oro para cambiarle el paso tanto a la ciudad como a la provincia en todo lo referente a la industria cinematográfica.
Escribir en la misma frase ‘industria cinematográfica en Granada’ es una misma frase puede sonar a oxímoron, pero por lo visto y escuchado ayer; no lo es. Hay mucha gente haciendo muchas cosas y muy interesantes en el sector audiovisual en nuestra tierra. Coordinación, colaboración y sinergias. Sé que suena a buen rollito bienintencionado, pero lo mismo, esta vez sí. Muchas veces les he dado la murga con el tema de las Film Comissions (AQUÍ, por ejemplo) y la importancia económica de convertir diferentes enclaves de la provincia en un plató de cine. Se han dado, se están dando pasos en ese sentido.
Cambiarle el paso a la exhibición, que la oferta sigue siendo raquítica y penosa. Pero de ese tema hablaremos más adelante y más despacio. Como de los festivales de cine, mención aparte.
Pero vuelvo al concepto de ciudad. Leía hace unos días que en Villanueva del Rosario, localidad malacitana situada a 48 kilómetros de la capital, se ha establecido un numeroso grupo de artistas que se vieron expulsados de Málaga por culpa de la gentrificación.
La Granada metropolitana, con la UGR como motor, tiene que aspirar a ser una ciudad científica y creativa, de acuerdo con las tesis de Richard Florida con las que también les martiricé años ha. (AQUÍ y AQUÍ, sin ir más lejos). Un Richard Florida al que deberíamos volver, por cierto. Una ciudad en la que vivir, estudiar, investigar y crear. Porque todo eso también genera riqueza y empleo perdurables y tiene efectos positivos en otros sectores igualmente importantes de la socio economía.
Como ven, salí crecido de este encuentro con los profesionales del cine. Vamos a ver si todas estas buenas intenciones se van materializando poco a poco hasta llegar a los Goya 2025.
Jesús Lens