A Francisco Cuenca se le critica que no tenga modelo de ciudad, que vaya de improvisación en improvisación y que el gobierno municipal de Granada sea gris, ceniciento y de perfil bajo. También se le critica que salga mucho en la foto, pero eso es consustancial a cualquier político presente, pasado o futuro. Y si no, tiremos de hemeroteca.
Imagino que, cuando uno llega a ser máximo responsable de su ciudad, pueblo, pedanía, barrio, calle o comunidad de propietarios; anhela hacer cosas grandes. Dejar huella. Que su impronta quede en los anales de la historia. Que se hable de él. Bien, por supuesto. De ahí, determinadas obras faraónicas que, con el paso del tiempo, parecen erigidas más en loor de quienes las encargaron -e inauguraron- que en beneficio de los vecinos.
Y, sin embargo, Paco Cuenca sí tiene un modelo de ciudad, certificado hace unos días: la Granada social, reconocida como “Excelente” por la Asociación de Directores de Servicios Sociales y que supone una inversión de más de 100 euros por vecino en gasto social, obligando a que dicha partida no se recorte, represente más del 10% del presupuesto total no financiero del Ayuntamiento y a que las cuentas que soportan esas partidas estén desglosadas y publicadas on-line.
Tiene mérito, con las arcas municipales albergando más telarañas que el apartamento de Spiderman, haber consolidado una inversión de dicho calibre en materia social. Hay que darle la enhorabuena a la concejala del ramo, Jemi Sánchez, y a todo su equipo, por conseguir un logro de semejante enjundia.
Por supuesto, sigue habiendo muchas carencias en nuestra comunidad. Ahora que el frío arrecia, eso que se ha dado en llamar “pobreza energética” nos debería sacar los colores. Y el descomunal trabajo del Banco de Alimentos es buena prueba de las necesidades que aquejan a mucha más gente de la que creemos.
Precisamente por eso hay que destacar el esfuerzo económico del gobierno municipal en inversión social. En España solo hay 25 ayuntamientos de más de 20.000 habitantes que cumplan con los ratios reseñados, el 7,1%. Granada es uno de ellos.
El reto es, a partir de ahora, exigir a esta corporación municipal y a todas las que vengan, que Granada siempre esté en ese ranking. Jemi Sánchez lo asume como suyo. Los granadinos tenemos que hacerlo nuestro. Es cuestión de dignidad. De orgullo.
Jesús Lens