Lo decía Robe, en los conciertos de Extremoduro: “Esto empieza a acabarse, gente, pero todavía no se ha terminado del todo”. Así me siento, disfrutando de unas bravas de autor y de unos callos reinventados al estilo de Paco Roncero, poco antes de coger el AVE de vuelta a Granada.
Es lo mismo que ocurre hoy domingo, cuando la Navidad apunta a su final, pero todavía quedan la Cabalgata, la cena de Reyes y, por supuesto, los regalos. No sé ustedes, pero yo voy a regalar libros a punta de pala. El Buscón de Ayroles y Guarnido, por ejemplo. Y las recetas de Disney, para animar a los pequeñuelos a disfrutar de la cocina, de la lectura y de volver a ver películas como ‘Ratatouille’ o ‘Tiana y el sapo’, a la vez que a descubrir el pisto o el gumbo característico de Nueva Orleans.
Lo siento por los críticos y muy críticos, pero la impronta que los personajes femeninos han dejado en la nueva Trilogía de las Galaxias nos permite regalarles gadgets de ‘Star Wars’ a las niñas, que Rey es mucha Rey. Y es que, personalmente, soy más galáctico que princesista, aunque reconozco que no he visto la segunda parte de Frozen y no estoy legitimado para opinar.
Otro tipo de regalo que valoro cada vez más son los juegos de mesa. Esos juegos que fomentan las risas y el buen rollo entre la gente. Propician una forma analógica de estar juntos, alejados de plasmas y de plastas. Verán que trato de ser consecuente con mis propósitos para el nuevo año…
Hay otro tipo de regalos a los que les falta glamour. O a mí, imaginación para vestirlos. Por ejemplo, un viaje. ¿Cómo demonios regalar un viaje para Semana Santa, más allá del insulso formato del ‘Vale por…’? O una suscripción a Filmin. Es demasiado frío e impersonal.
¿Celebran ustedes la noche de Reyes? ¿Toman ya el roscón o lo dejan para el desayuno? Y lo más importante: ¿les gusta relleno de trufa, nata o chocolate o le tiran al tradicional, únicamente decorado con las frutas escarchadas, a modo de las regias gemas que decoraban las coronas de los reyes? Esto se empieza a acabar, sí. ¡Pero todavía no se ha terminado del todo! (Todo sobre el Roscón, AQUÍ)
Jesús Lens