TATUAJE

No. Lo peor no fue el daño que le hizo el tatuador. Ni la pasta que costó hacerse esta obra de arte en su cuerpo. No. Lo peor no fue mostrarle a su novia lo que había hecho con el reverso de su cuerpo. Ni las miradas de reprobación de su madre. Ni mucho menos. Lo peor llegó cuando, por su mala cabeza…

… acabó en la trena y fue a ducharse en el baño común de los presos habituales…

 

😀

LA CLAVE OCULTA EN EL DEUTERONOMIO

Aunque hoy toca ESTA COLUMNA DE IDEAL, la actualidad manda.

Lo habéis visto. Estaban en Washington. Y estas caras de atención están escuchando a un gurú bíblico que explicaba las claves que se ocultan en el mensaje de Deuteronomio que citó Zapatero.

 

Unas claves, a priori indescifrables. Como este gesto histórico. ¿Qué se ocultaba tras ese gesto?

 

El gurú dio con la tecla. Tras ese gesto, se ocultaba esto:

 

Y ahora, efectivamente, sólo nos queda rezar.

 

Jesús Lens, místico total.

 

PD.- Mañana, además de en IDEAL, nos vemos en el Sur de Málaga, en el Correo de Bilbao, en El Comercio de Gijón y, quizá, en La Voz de Galicia, en Canarias 7… ¡¡¡Os espero!!!

 

😀

  

LA PERRA VIDA DE LOS AUTORES

Mientras estaba en la cena previa a la entrega del Premio CajaGRANADA de Novela Histórica, recibí un mensaje multimedia en mi BlackBerry.

 

Era de mi editor.

 

Y decía lo siguiente:

 

«Lens, o Fran y tú vendéis otro buen puñado de ejemplares de «Hasta donde el cine nos lleve» en los próximos días o me los llevo de oferta a la Marcha Verde y otros mercadillos de igual tronío».

 

Y me adjuntaba la foto con la oferta que, piensa, puede terminar de convertir a nuestro libro en un serio competidor de Dan Brown…

 ¡Que me los quitan de las manos, niñaaaaa!

Así las cosas, mis muy queridos amigos, ¿no os animáis a comprar vuestro ejemplar de «Hasta donde el cine nos lleve»?

 

Son sólo 19 eurillos de nada, gastos de envío incluidos…

 

Razón: AQUÍ.

 

Jesús Lens. Eternamente… ¡Yo-rando! (leer con tonillo de cancioncilla progre-testa cubana.)

UNA SIMPLE CUESTIÓN DE PELOTAS

Dicen que llamándose así y con ese aspecto, esta triunfante atleta de Sudáfrica era un hombre. Al menos, eso se sospechó.

 

¡Qué hechuras!
¡Qué hechuras!

Y, una vez abierta la veda de la duda, todo son sospechas.

 

Por ejemplo, María sospecha que esta nadadora puede tener algo que ocultar y que, de ser descubierto, acreditaría que eso que se publicó en grandes titulares en la prensa, acerca de los redaños que le echó en aquella prueba que le valió no sólo la medalla de oro sino también el récord del mundo, era algo más que un recurso poético y estilístico…

 "- ¡Qué huevos tiene!", le decían.

– «¡Qué huevos tiene!», decían los comentaristas.
-«¡Le ha echado un par de pelotas!», decían los aficionados…

Jesús Lens, instalado en la duda permanente.