Steve Jobs: último día

Hay días en que el Blog viene hecho. Como hoy, cuando mi amigo Jose me propone la siguiente entrada-homenaje a Steve Jobs:

Hola Jesús, una idea para tu blog en homenaje a Steve Jobs.

En su emotivo discurso en Stanford dijo, entre otras cosas preciosas, esto:

“Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo parecido a “Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto”.


A mí me impresionó y desde entonces, durante los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: “Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?”

Y cada vez que la respuesta ha sido “No” por varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

¿Por qué no planteas a tus lectores, qué harían si supieran que hoy es el último día de sus vidas?

Pues yo (Jesús), si hoy empezara mi último día, empezaría por dormir, saldría a correr y, después, ya vería.

¿Y tú?

Jesús vaguete Lens

Ahí va lo de los 3 últimos años: 20o8, 2009 y 2010

Por el cambio

Lo sé. No va a gustar. Lo sé. No va a gustar. Lo sé. Y, aún así…

Nadie dijo que fuera fácil. Y, sin embargo, cuando nos preguntan, todos nos mostramos proclives y favorables al cambio. Pero ¿lo somos? Hace unos días disfrutaba con unos documentales sobre el viajero tangerino Ibn Batuta en que se reivindicaba la frescura del agua que fluye libremente frente a las aguas estancas, proclives al enrarecimiento y la corrupción. Y leía a Kapuscinski: “¿Podríamos acaso imaginarnos la civilización humana sin la aportación de los pueblos nómadas?”

Sí. La acción, el cambio y el movimiento perpetuo son conceptos que visten mucho. Se perciben como románticos, intensos y literarios. Dan lugar a infinidad de citas, aforismos, refranes y perlas de la sabiduría universal. Lo escribíamos tiempo ha, cuando hablábamos de la innovación, a la que definíamos como una actitud para el cambio. Pero entonces, la crisis apenas empezaba a ser una amenaza, pálido reflejo de la tragedia en que se ha terminado de convertir para cientos de miles de personas.

El cambio ya no es un recurso literario o una metáfora poética. Ahora es una necesidad, casi una obligación y, consecuentemente, se ha convertido en sinónimo de zozobra. Las aguas abiertas ya no son tan estimulantes: las tormentas las convierten en algo pavoroso y nos da por pensar que mejor haber sido marineros de agua dulce en pantanos de poco calado. El cambio, cuando nos toca, produce vértigo y provoca ansiedad.

Y entonces nos toca volver a los clásicos y recordar conceptos tan básicos como las Leyes de Newton. Primera Ley, de la Inercia: “Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.” ¡Ay, la inercia! La propiedad de los cuerpos a de resistirse al cambio de movimiento.

Inmediatamente después y cargada de toda la lógica y el sentido, el filósofo, físico, matemático y alquimista inglés dicta la Segunda y consecuente Ley de Fuerza: “el cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime.” A estas alturas de siglo XXI, creo que no hay que insistir en la magnitud de las fuerzas que nos andan zarandeando…

Y, por fin, llega la Tercera. La auténticamente novedosa, revolucionaria y preclara famosa Ley de Acción y Reacción, con la que Newton termina de rizar el rizo: “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.”

Cuando las fuerzas empiezan a empujarnos, nuestra reacción natural es ofrecer resistencia. A mayor presión, más capacidad de aguante. Pero, ¿qué pasa cuando las fuerzas son desiguales? Que fallan las defensas, se desgasta la capacidad de resistencia y el proceso de reacción termina por carecer de lógica y efectividad. ¿Y de sentido?

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

PALABRERÍA vs. REALIDADES

La columna de hoy de IDEAL, de las que te piden a voces ser escritas. Aunque no gusten.

 

La admiro. En serio. Admiro la proverbial capacidad que tienen nuestros políticos de decir una cosa mientras se aprestan a hacer exactamente la contraria… sin que se les descomponga el gesto, impasible el ademán e inalterable la ceja, ausencia total de remordimientos incluida.

 

El mismo día en que se hacen públicos los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010, aparece en IDEAL Mar Moreno, Consejera del ramo, diciendo que «La educación debe jugar un gran papel en el cambio del modelo productivo». Y continúa hablando, en una interesantísima entrevista, sobre enseñanza bilingüe, educación 2.0, escuela digital y centros TIC. Conste que yo no dudo, en absoluto, de las buenas intenciones de Mar y, de hecho, estoy francamente de acuerdo con buena parte de lo que propone. Lo que pasa es que, después, cuando leo el análisis detallado de los mencionados Presupuestos, hay cosas que no me cuadran. Por ejemplo, las partidas para educación infantil y primaria se reducen en un 6,8% y para educación secundaria y FP, en un 14,1%.

 

Justo el año en que el paro juvenil azota a esos miles de jóvenes que dejaron las aulas al calor del ladrillo y al amparo de la hostelería, planteándose muchos de ellos la vuelta al cole para recibir una formación que les permita afrontar el futuro cercano con mayores garantías… se recorta el presupuesto para la educación de ese sector. ¡Qué gran forma de facilitar el tan traído y llevado cambio de modelo productivo!

 

Porque a estas alturas de película ya nos hemos hartado, hasta el empacho, de escuchar lo del CdMP. ¿O no? Desde que alguien descubriera la frase de Einstein según la cuál «la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos», no hay ministro, subsecretario, tertuliano y columnista que no haya hablado del famoso cambio.

 

¿Y qué ha hecho el gobierno para propiciarlo, más allá de repetirlo hasta la saciedad y el aburrimiento? ¡Pues reducir las partidas del Ministerio de Ciencia e Innovación en un 15%! Hace unos meses escribíamos que la innovación es, fundamentalmente, una actitud para el cambio. Y ello no cuadra, en absoluto, con unos presupuestos en que se prima el gasto corriente por encima de la inversión. ¿Así quieren que nos pongamos a innovar, como comentábamos en IDEAL hace unas semanas?

 

Menos mal que, al menos en Granada, parece que las inversiones para que nuestras infraestructuras nos saquen del siglo XIX no van mal encaminadas, aunque después veamos que, en global, Málaga, Sevilla, Cádiz y Almería recibirán más dinero proveniente del Estado que la provincia granadina, Jaén y Huelva. ¡Rompiendo la brecha de la desigualdad, sin duda alguna!

 

Por eso, qué quieren que les diga. Cada vez que leo el periódico y veo que algún preboste habla de cambio, modernidad, desarrollo tecnológico y tal y tal… paso la página, bostezando de aburrimiento. A fin de cuentas, si ellos no se lo creen, ¿para qué interesarnos por sus mentiras?

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

TOOT TONE: ¡ESTO ES INNOVACIÓN!

Hablábamos el otro día de Innovación. ¿Se acuerdan? Bonito debate se produjo, si leen los comentarios de ESTE Post. Y quedó una cuestión sobre la mesa: ¿Qué es innovación? Una de las mentes más preclaras de mi entorno, el gran MIR, me hace llegar este vídeo, que gozosamente comparto con ustedes. A ver si es o no es innovador el Toot Tone. Por cierto, ¿han votado en la encuesta sobre este tema, en la margen derecha? Y otra cuestión más antes de que le den al Play: ¿qué les parecen estas reflexiones sobre nuestro entrañable ZP, «La Gacela de la moncloa», y su afición por correr? 

INNOVACIÓN, BOYERO Y GUARDIOLA

De entre las cosas buenas de este fin de semana autista que llevo -y es que a veces necesito estos voluntarios y radicales encierros, lejos del mundanal ruido, parapetado en casa, entre libros, revistas, periódicos, CDs, DVDs y teclas de ordenador- una de las más estimulantes es poder dedicar mucho tiempo a la lectura pausada de la siempre bien nutrida prensa findesemanal.

 

Y encontramos distintos artículos, entrevistas y reportajes que abundan en algunos de los temas que hemos venido blogueando a lo largo de los últimos días.

 

Empecemos por el fútbol, que ya tocamos el pasado sábado en este «Real Madrid Esperpentos Club» y que viene fuerte con la columna de hoy de Manuel Vicent en El País. «Existen dos clases de futbolistas: los que en el campo sólo ven piernas y los que sólo ven espacios. En su tiempo, Guardiola fue un futbolista sintético, que ahorraba tres jugadas con un solo pase… Ese lance sólo lo consiguen los futbolistas que tienen el swing de la geometría en sus pies. Guardiola era uno de ellos y lo ejecutaba con el don de los deportistas superdotados, en los que la acción equivale al pensamiento.»

 

La acción equivale al pensamiento.

 

Impresionante frase, cargada de sentido y de largo alcance, que nos devuelve a esta polémica columna que, sobre la Innovación, publicamos el pasado viernes.

 

En las páginas salmón de IDEAL podemos leer una entrevista con Joel Kurtzman, «economista y asesor del Banco Mundial y las Naciones Unidas y uno de los gurús de la innovación más respetados en Estados Unidos».

 

Primera pregunta sobre la coyuntura de nuestro país: ¿Cree que es posible cambiar de patrón económico? «Llevará mucho, mucho tiempo. España se apoya en la industria de la construcción que es la más lenta en cambiar y la menos innovadora.»

 

Y, tras hablar sobre los problemas de la economía española, el mazazo: Entonces, España puede ir desechando la innovación como receta para salir de la crisis… «La innovación no es una medida de emergencia sino un plan a mayor largo plazo, como la inversión en educación. Y, desde esta perspectiva, ambas son necesarias para España.»

 

O sea, que no íbamos tan desencaminados en nuestra columna. De hecho, en la encuesta que tienen a la Derecha de sus pantallas, todos nos vamos definiendo como más o menos innovadores. ¡Creo en la innovación! Ya lo dije en aquel otro artículo sobre la Actitud para el Cambio. Pero, ojo, ni la innovación va a implantarse en España por decreto ni se va a imponer de hoy para mañana.

 

¿Qué les parece si empezamos a acuñar términos como Innovacción o Imaginacción a nuestros escritos y los aplicamos a nuestra vida? Con un cierto sentido, claro. Porque, recordemos…

 

¡La acción equivale al pensamiento!    

 

Y terminemos con cine. ¿Están al cabo de la calle de la trifulca que se ha montado por culpa de un Post de Almodóvar en su Blog, criticando al crítico de El País, Carlos Boyero, cuyos vídeos rodados desde Cannes han desatado la caja de los truenos, y que pueden ver y escuchar desde AQUÍ?

 

La bronca ha sido tan grande que hoy, la Defensora del Lector del periódico ha terciado en ella: «Choque de culturas en la crítica de cine.» Y destacamos, tan sólo, la autodefinición de su estilo que hace el criticado crítico, que trata de aportar en sus textos aquello que él más aprecia como lector: «Leer por el placer del texto. Si un texto me engancha, no necesito estar de acuerdo con lo que dice. Un texto no tiene que aburrir, ni ser ilegible. Ha de cultivar la fascinación, la hipnosis, la identificación emocional para conseguir atrapar al lector. Yo intento dar pasión, ironía, emoción. Conozco mucha escritura muerta. Yo intento que mi texto tenga vida».

 

Di que sí Carlos. Que por esa forma tuya de ser y expresarte te seguimos tantos y tantos lectores. ¡No cambies nunca!

 

Jesús Lens, en vivo y en directo, desde su encierro, bien abierto al mundo.

 

PD.- Anoche vi «Juno». Por fin. Es tan buena que creí estar viendo el episodio piloto de alguna de esas series de televisión que han revolucionado el siglo XXI. Maravillosa.