Ya lo hicimos con “Invasor”. Repetimos este viernes 28, a las 19.30, en Neptuno con “El cuerpo”, una película española, negra, y con un reparto excelente: Belén Rueda, Hugo Silva y José Coronado.
Haremos, por tanto, una Visión en Conjunto de la película y posteriores cañas en el bar “El secreto del buen hacer”, en la planta de arriba de Neptuno. Nos encontraremos, o bien en el cine o bien en la terraza del bar, tan bien climatizada que permite disfrutar de una buena y animada charla.
Después, para los más osados, el Rembrandt Club ofrece música en directo.
¿Te vienes?
Por cierto, tras escuchar el otro día a Fernando Marías en su presentación de “Invasor”, la novela, he vuelto a leer las 20 páginas finales contra las que su propio autor previene a los lectores.
¡Y qué razón tiene!
Hay que ser muy valiente para adentrarse en ese terreno, a pecho descubierto.
¿Habéis leído ya la novela, quiénes os la llevasteis? ¿Estáis en ello? ¿Qué os va pareciendo?
Amigos, malas noticias: se confirma que llega el fin del mundo. Y comenzará en Granada. El jueves. Porque el jueves por la tarde, un «Invasor» de la talla de Fernando Marías estará aquí, en nuestra ciudad, para hablar de su libro. Y de la película basada en el libro.
¡Señoras, señores, si los mayas tenían razón, al menos nos despediremos con el buen sabor de boca de haber tenido el privilegio de ver y escuchar, en vivo y en directo, a Fernando Marías. Sabéis que Fernando, además, escribió el maravilloso prológo de un libro igualmente fascinante. «Café-Bar Cinema»… ¿Te suena? Pues mira a ver, que tengo un puñado de ellos esperando que alguien se interese 😉
Os dejo los enlaces con las referencias a «Invasor», tanto el libro como la película. ¿Estamos en línea?
Era de lo poco que no había leído de Fernando Marías. (Aquí, enlazamos cosas de Fernando…)
“Invasor”.
La edición que acabo de devorar es la publicada por Imagine Ediciones y que, en la portada, presenta los rostros de la versión fílmica que vamos a ir a ver el próximo viernes 7, a las 21.30, al Cinema 2000 de Neptuno para, después, tomar unas cañas en un nuevo local, El Secreto, que acaba de abrir las puertas en el centro comercial, mientras mantenemos una conversación cinéfila que, estoy seguro, resultará apasionante.
Y, si el cuerpo aguanta, ultimaremos la velada en el Rembrandt, sin movernos de Neptuno, que actúa Amandla Afrojazz, una fusión afro-caribeña que promete ser explosiva.
¿Te vienes?
Que esto del Internet, las Redes Sociales, Blogs, Mails y demás está muy bien, pero que no hay nada como compartir unas Alhambras bien frías al calor de los amigos. ¿Y qué mejor excusa que ir al cine, a ver una de las películas españolas más esperadas del año?
Pero no adelantemos acontecimientos. Porque al principio fue el verbo. El verbo surgido de la fértil imaginación de Fernando Marías y de su turbadora capacidad para generar tensión y desasosiego en el lector que, enfrentado a sus narraciones, siempre bascula en un terreno indefinido entre la realidad y la fantasía, entre la verdad y la mentira, entre lo ordinario y lo extraordinario, entre lo familiar y lo fantasmagórico.
“Invasor” es una de esas novelas atrapadoras que te condicionan la agenda: hasta que no terminas de leerla y llegas a su enigmático final, que no se resuelve hasta la última palabra de la última línea de la última página del último capítulo; no quieres quedar con nadie para hacer nada.
Solo quieres leer.
Me vais a disculpar si no entro en el “de qué va”. Sobre todo, porque lo vamos a descubrir, juntos, el viernes. En el cine. Pero te recomiendo que, antes, leas la novela. Ardo por comprobar cómo voy a reaccionar en la sala al ver en pantalla lo que acabo de terminar de leer y me he representado en la mente, en tan estrecho lapso de tiempo.
Y ardo por hablar con Fernando Marías para que me cuente esas mismas sensaciones, desde el punto de vista del autor de la novela que, además, en un cinéfilo empedernido y una enciclopedia cinematográfica andante.
¿Os parece que, a la salida de la película, al calor de las Alhambras, consensuemos cinco preguntas para Fernando Marías, en el convencimiento de que serán debidamente contestadas a través del correo electrónico?