—¡Manuel Pablo, vamos que llegamos tarde!
—Espera, chiquilla, que me había olvidado las gafas de sol…
—¿Las gafas de sol? ¿Estás tú tonto o qué? ¡Si son las ocho de la tarde!
—¿No habías dicho que íbamos a ir a lo de las luces de Navidad? Pues yo no paso por ahí sin las gafas de sol, que Antonio Miguel todavía no ve bien después del fogonazo que le pegó…
—Anda que no eres exagerado…
—Ya, ya. Exagerado… Luego me lo cuentas.
Por si las moscas, Aurora decide que lo mismo no está de más echar las gafas de sol en el bolso. Mayormente por no tener que oírle, llegado el caso. Mientras las busca, Manuel Pablo enciende la tele.
—¡Manuel Pablo, vamos que ya sí que llegamos tarde! ¡Levanta ese culo aplanchetao del sofá!
—¡Espera, espera, que está Juanma en la tele!
—¿Qué Juanma?
—¿Qué Juanma va a ser? Moreno Bonilla, en la Cumbre del Clima de Madrid.
—¿Y qué hace allí?
—Intervenir.
—Intervenir, ¿dónde?
—En la tribuna de oradores. Explicando la Revolución verde, un compromiso de acción por el clima desde Andalucía.
—¡Anda ya, so flipao! Si estuvo hace dos días en el encendido de las luces de Málaga, dándole caña al tinglado y metiéndole billetes por un tubo a las eléctricas.
—Eso sería antes de ayer. Hoy es un revolucionario verde.
—¿Habrá visto la luz?
—O habrá visto a Greta…
Manuel Pablo y Aurora, por fin salen de casa. El choque térmico es brutal. A ellos les gusta sentirse a gusto en su salón. Que pequeño, pequeño; no es. Les gusta estar en manga corta, que no hay como llegar al hogar y sentir su calor, después de quitarse las pellizas, las bufandas y los saquitos.
—¿No íbamos a ir dando un paseo?
—¿Con este frío? Ni de coña. Anda, tira para adentro y bajamos por el coche.
—¿Y dónde vamos a encontrar aparcamiento, en el centro, a estas horas?
—En el centro no lo sé. Pero en el centro comercial…
—¡Ay, sí! Que allí la calefacción está a tope.
—Pues eso.
Jesús Lens