Hace unas semanas, trabajando en el suplemento especial para el Día de Andalucía de este periódico, tuve ocasión de conversar con José Manuel Cassinello, director general de Jalsosa, una empresa de trayectoria impecable. Hablamos largo y tendido sobre este año tan complicado y al transcribir sus palabras, caí en la cuenta de que no le había preguntado sobre el futuro de la industria en España.
Ahí arrancó una nueva y larga conversación que me vi obligado a resumir en apenas un puñado de palabras sobre la peligrosa dependencia de Asia y una reclamación final por parte del empresario: “Es necesario que las autoridades sean tan celosas y exigentes en el cumplimiento de la normativa comunitaria con las empresas que producen fuera de Europa como lo son con nosotros”.
Como José Manuel tiene tan buena pluma como bien ordenada la cabeza y es un habitual de la sección de Opinión de IDEAL, le animé a que pusiera negro sobre blanco sus interesantes reflexiones, cosa hizo en una tribuna titulada ‘En defensa de nuestra industria estratégica’ y que les animo a leer en la edición digital del periódico, si no lo hicieron en su momento.
Por una parte, Cassinello considera esencial “potenciar y tutelar nuestra industria en aquellos sectores especialmente sensibles en tiempos de pandemia”, dado que los especialistas no dudan que habrá más en el futuro. Para ello, y tras descartar un caduco proteccionismo arancelario que se ha demostrado inútil a lo largo de la historia, ponía el acento en cuatro medidas tan concretas como sensatas.
La primera, la anunciada en la entrevista antes reseñada. Muy relacionada con ella, modernizar la legislación sobre contratos públicos de forma que primen la sostenibilidad y el cumplimiento de la normativa laboral y medioambiental. La tercera medida: potenciar la colaboración público-privada. Por último, “alinear los fines y objetivos de los centros de promoción de la investigación, el desarrollo y la innovación (CDTI, IDEA, ENISA…), con las materias que permitirán el desarrollo de productos y servicios que puedan ser esenciales en momentos críticos como las pandemias o cualesquiera otros que pretendamos gestionar de forma adecuada”.
Espero que José Manuel me disculpe por comprimir de esta manera sus propuestas, ampliamente desarrolladas y argumentadas en un artículo que, como les decía, me parece esencial. Reflexionar sobre las fallas y debilidades de nuestro país durante la pandemia debería ser obligatorio para buscar soluciones y, llegado el caso, no volver a incurrir en los mismos errores.
Jesús Lens