Llueve. Mucho. Tras un miércoles espectacular en que las nubes lenticulares nos depararon un esplendoroso atardecer, mil y una veces fotografiado y expuesto en las redes sociales granadinas, el jueves se lo pasó entero lloviendo. Y los pronósticos para los próximos días anuncian lluvia, lluvia y más lluvia. ¡Bendita lluvia!
Llueve mientras leo las consecuencias de una noticia que hizo saltar las alarmas el pasado puente: el agua comienza a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street. Como si fuera grano o petróleo, el agua pasa a ser un producto sobre el que se puede especular, con todo lo que ello conlleva.
Como está lloviendo, el problema del agua puede parecernos menos problema. Como la sequía, los acuíferos, la desertización, etc. Pero no nos equivoquemos: sigue siendo uno de los temas más complejos a los que nos enfrentamos, llamado a marcar la agenda de un futuro no muy lejano.
En Granada, ustedes lo saben, tenemos una herida abierta, sangrante y palpitante con la cuestión del agua: la presa de Rules. El pasado miércoles volvía sobre el tema Juan López Martos con su artículo ‘Ya es hora’, en el que advertía que, tal y como van las cosas, “las aguas de Rules pasarán otros varios lustros más descansando”. Y un recordatorio: “la Administración tiene obligación y fórmulas legales para actuar sin tanta dilación”.
López Martos es una de las máximas autoridades españolas en lo referente a la gestión del agua. Resulta imprescindible escucharle. Y sería esencial que nuestros representantes políticos le hicieran caso.
El hecho de que las canalizaciones de Rules lleven lustros y lustros enquistadas hace que todos los partidos políticos sean corresponsables por su dejadez y abandono. PSOE y PP han pasado tanto por el gobierno central como por el autonómico, sin que la situación haya variado un ápice. Y no será que no hablamos recurrentemente de ello. AQUÍ, por ejemplo. O AQUÍ.
La Costa Tropical no puede producir más sin el agua de Rules. No puede crecer en exportaciones. E, insisto, el del agua va a ser uno de los conflictos recurrentes en nada de tiempo. ¿Qué hacen, qué dicen sobre el particular nuestros diputados y senadores en Madrid y Sevilla? Los elegidos por Granada, quiero decir.
Lo de Rules es un escándalo que debería hacernos clamar de indignación a todos los granadinos, no solo a los agricultores de la Costa Tropical. Ya lloraremos, ya, cuando la especulación y la sequía conviertan al agua en un producto de lujo.
Jesús Lens