Cuanto más tiempo pasamos conectados, mayor riesgo corremos de desconectar. De desconectar con la realidad tangible y palpable. De desconectar con el aquí y el ahora. De desconectar con las personas que nos rodean. De desconectar con quienes nos importan.
La Cosa está siendo voraz, también, con la conexión humana. Lo advierte Vivek H. Murthy, uno de los responsables sanitarios más importantes de la presidencia de Obama, recuperado para la causa por Joe Biden. “La conexión humana está desapareciendo o, con suerte, pasando a una posición marginal”, advierte en un ensayo imprescindible cuya lectura les recomiendo vivamente.
‘Juntos’, subtitulado como ‘El poder de la conexión humana’ y publicado por la editorial Crítica, parte de una premisa cada vez más incuestionable: la soledad es nociva para la salud, provoca enfermedades y, en última instancia, mata. A sensu contrario, mantener relaciones sociales fuertes es terapéutico. Según un estudio citado por el autor, “la reducción de la esperanza de vida causada por la carencia de contacto social equivale al riesgo de fumar quince cigarrillos al día y es superior a los riesgos asociados con la obesidad, el consumo excesivo de alcohol y la falta de ejercicio”.
Ni que decir tiene que, con La Cosa, la desconexión humana se ha incrementado exponencialmente, y no solo por los confinamientos y los cierres perimetrales, causas objetivas. El auge del teletrabajo hace que acabemos hasta el colodrillo de pantallas, videollamadas, reuniones a través de plataformas y ‘zoombamientos’ varios. Le dedicamos tantas horas a estar profesionalmente conectados, disponibles y on line que, cuando debería llegar la hora de relajarnos y charlar e interactuar con la familia y los amigos, no podemos más.
Tengo tantas frases y párrafos subrayados de ‘Juntos’ que me harían falta tres o cuatro columnas como esta para reseñarlos. Por ejemplo, y citando al psiquiatra y psicólogo John Cacioppo, “los seres humanos hemos sobrevivido como especie no porque contemos con ventajas físicas… sino por nuestra capacidad de establecer conexiones en grupos sociales. Coordinamos objetivos. Compartimos información y emociones. Nuestra fortaleza es la capacidad de comunicarnos y trabajar en común”. Y otra revelación: la conexión entre soledad y violencia.
Otro día les hablo de las diferentes modalidades de conexión humana que preconiza Vivek H. Murthy, pero si les interesa el tema, y debería, no duden en acercarse a su librería más cercana a comprar ‘Juntos’. Pocos momentos tan apropiados para reflexionar sobre qué es y qué debería ser estar conectados.
Jesús Lens