A mí me gustan los libros que son para leer. Pero adoro los libros que son para ver, tocar y acariciar. Los libros que te hacen soñar, recordar, imaginar y viajar con la mente. Libros objeto. Libros aparatosos, preciosos, hermosos.
Libros como éste, «100 clásicos del cine», de la editorial Taschen, cada una de cuyas páginas es una invitación a sumergirte en la magia del cine.
He visto buena parte de las películas que vienen reseñadas en él, pero a cada página que paso, los recuerdos de cada visionado se mezclan con las ganas de volver a verlas. Todas. Una detrás de otras. Sin excepción.
Este prodigioso libro es un capricho que vale más, mucho más de lo que cuesta.
Si tienen ustedes aprecio y cariño por una persona, aunque pese un montón y sea bastante trasto, regalarle este doble libro es una inmejorable demostración de dicho afecto.
Jesús Lens, libro-adicto.