Creo que fue mi primer carné, después del DNI. El carné del PGB, el Partido de la Gente del Bar que Azagra fundó y difundió a través de la revista El Jueves, patroneado por Pedro Pico y Pico Vena.
Les contaba hace unos días que en el fragor del Granada Noir, he pasado casi dos semanas sin pisar mi casa, desayunando, comiendo y cenando de bar en bar.
¿Saben ustedes cómo nos ha tratado la gente del TTT, del Tun Tún, del Pescaíto de Carmela, La Borraja, La Recacha, Álvaro Arriaga y El Patio del Toro, en los Encuentros Especiales Cervezas Alhambra?
Decir que se han desvivido por nosotros es poco. No solo porque íbamos en manada, muchas veces sin avisar, sino porque con nuestras presentaciones de libros, monólogos, charlas y conversaciones les complicábamos, y mucho, la vida a los camareros. Bastante tienen con lidiar con las cosas del día a día y allí llegábamos nosotros, a liar y embrollar qué hacer cotidiano.
(Disfruten del reportaje fotográfico de Laura Muñoz y de sus maravillosas instantáneas de las diversas Tapas Noir diseñadas por los garitos antecitados para nuestro festival) .
Según el último dato publicado en prensa, un 97% de los contratos de hostelería son temporales y a tiempo parcial y más de la mitad no superan los siete días de duración, de acuerdo con UGT y CCOO.
Insistir en que eso es inadmisible en un país cuya economía depende del sector servicios y que vive del turismo, es tan reiterativo como imprescindible, máxime en una ciudad como Granada, donde la negociación colectiva entre la patronal de la hostelería y los sindicatos lleva años en punto muerto.
No podemos exigir profesionalidad, exquisitez en el trato, la mejor atención y tal y tal y tal cuando un colectivo de profesionales imprescindible para nuestra economía se encuentra en una insostenible situación de precariedad, de acuerdo con las cifras publicadas.
Todos los que formamos parte del PGB, sea de forma oficial, oficiosa o emocional, tenemos que mirar con envidia y admiración el convenio de hostelería firmado en Baleares, con una subida de sueldo de un 17% para los trabajadores en cuatro años.
Por el respeto que les tengo a la gente que, desde el otro lado de la barra del bar, nos hace tan felices, ojalá que en Granada haya pronto un acuerdo que resulte satisfactorio para todas las partes.
Jesús Lens