El genio de Sergio García

Seguir las cuentas en redes sociales de Sergio García, excepcional dibujante e ilustrador granadino y profesor de la UGR, es un no parar. Un no parar de felicitaciones, que a mitad de octubre ganaba el premio NH de ilustración y un mes después se ha hecho con el premio APIM 2019. La Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid le ha concedido su galardón de ilustración a la categoría nacional, nada menos.

Me acordaba de Sergio hace unos días, durante una visita guiada a la recién terminada exposición de Blacksad. Les iba contando a un grupo de estudiantes del IES Veleta alguna cosillas sobre la magna obra de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido cuando Puri Manzano, su inquieta profesora, me comentó que una de sus alumnas, Rokhaya Vilane, es una excelente dibujante. Hablando con ella, me dijo que su objetivo es cursar estudios en Bellas Artes. Automáticamente pensé que ojalá tenga como profesor a Sergio, uno de los dibujantes más revolucionarios de Europa.

Hace unos meses, con ‘Viñetas desbordadas’, su pionera y visionaria exposición compartida con Max y Ana Merino en el Centro José Guerrero, arrasó. Y su obra, que se publica en el suplemento literario del prestigiosísimo The New York Times, es revolucionaria, diferente y novedosa. Busquen en las redes, por ejemplo, su compilación de Alicia en el país de las maravillas o de Moby Dick. Pero háganlo cuando tengan tiempo por delante para disfrutar con detenimiento de cada uno de sus detalles, que cuenta las historias completas en abigarradas ilustraciones compresivas.

Ver trabajar a Sergio con su iPad es un disfrute, que hablamos de uno de los dibujantes más rápidos al oeste del Pecos. O del Genil, que para algo estamos en Granada. Y si quieren tener el objeto físico en sus manos, compren ‘Cuerpos del delito. Por el humo se sabe dónde está el fuego’, al alimón con Antonio Altarriba y publicada por Dibbuks. Se trata de una genialidad basada en el sitio de Sarajevo que formó parte de la exposición ‘Rueda de reconocimiento’, organizada por Granada Noir y La Madraza de la UGR.

Jesús Lens

 

Jóvenes por la igualdad

“¿Por qué maltratan los hombres a las mujeres?”, le pregunta un joven a Fernando Marías en La Madraza, durante el encuentro promovido por el festival Granada Noir para hablar sobre igualdad.

Más de un centenar de estudiantes de los institutos Alhambra, Veleta, Padre Manjón y Padre Suárez conversaron con el escritor Fernando Marías sobre ‘Como tú. 20 relatos y 20 ilustraciones por la igualdad’, un libro coordinado por Marías y publicado por la editorial Anaya. La chavalada ya había leído los cuentos en clase, había dialogado sobre ellos. Y sobre las ilustraciones. Y se les notaba con ganas de hablar.

Gracias al festival patrocinado por Cervezas Alhambra, tuvieron la ocasión de intercambiar pareceres con el promotor del proyecto, que se mostró encantado por la participación y la pasión mostrada por los estudiantes. Por ejemplo, cuando una de las jóvenes señala que “la fuerza no está en los músculos ni en los huesos, sino en la cabeza”. Fernando Marías sonríe mientras otros muchos jóvenes asienten con decisión.

“Me parece terrorífico que una vez a la semana, de promedio, una mujer muera a manos de un hombre con el que ha tenido una relación. Es un dato espeluznante y esto está ocurriendo aquí y ahora. En España. No ocurre en otro país o en otro planeta”, señaló Marías.

Más preguntas y preocupaciones del alumnado: los riesgos de subir fotos e imágenes íntimas a la nube. O si hay miedo de usar una palabra como ‘feminismo’. O si los celos son algo malo. “Son malos. Hacen daño. Extirpan el diálogo y restan naturalidad en una relación. Son una patología que conviene vigilar y mantener bajo control”, señaló Fernando Marías sin titubear.

Y como colofón final: la necesidad de cambiar la sociedad en la que vivimos. Dirigiéndose a los jóvenes: “Sois vosotros los que podéis hacerlo. Como ocurre con la cuestión del cambio climático, que sois los que estáis movilizando a la gente y reivindicando una solución a este problema”, concluyó Marías.

Un tema que, efectivamente, preocupa a la juventud. ¿Será hora de plantear un proyecto parecido a ‘Como tú’ en ese sentido?

Jesús Lens

El tiempo, arte conceptual

¿Se acuerdan de la película “Airbag”, en la que un surrealista y desmadrado Manuel Manquiña no paraba de aludir al concepto, repitiendo sin parar lo importante que era? Pues yo, que soy de natural brutote, no puedo evitar acordarme de ellos, de Manquiña, de la gamberra Airbag y del concepto; cada vez que voy a una exposición de arte contemporáneo.

En el llamado arte conceptual, más que la materialización de una pieza, lo que importa es la idea, la intención del autor. Su intención. De ahí que el espectador medio, situado frente a una obra conceptual, no entienda nada, debiendo acudir a la cartela para saber qué demonios es aquello y qué pretende contarnos el autor a través de su inspiración.

 

Las explicaciones que acompañan a las piezas de arte conceptual suelen ser largas y prolijas, aludiendo a cuestiones filosóficas, poéticas, históricas, cósmicas o técnico-científicas que expliquen el sentido de la obra. Que es casi lo mismo que preguntarse por el sentido de la vida. En muchas ocasiones, por el “¿Qué hago yo aquí?”, pero esa es otra historia.

El caso es que ahora mismo hay una exposición de arte contemporáneo muy interesante, en la Madraza. Son solo cinco piezas. Pero cinco piezas muy curradas, tanto desde el punto de vista conceptual como desde su propia ejecución material. Se trata de las obras finalistas de la I edición del Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente.

Cinco piezas basadas en libres interpretaciones y deconstrucciones de la Alhambra, el monumento. Cinco piezas que, al concepto, a la idea, se les suma una ejecución artesanal muy bien terminada, que obligó a los artistas a trabajar mano a mano con diferentes artesanos de la madera, el metal, el vidrio y el barro.

Me parece una idea extraordinaria, la de esta convocatoria artística, poniendo a dialogar a los jóvenes artistas emergentes contemporáneos, rabiosamente modernos, con los artesanos que trabajan siguiendo las técnicas ancestrales de toda la vida. Una fórmula muy interesante, la de conectar el pasado con el futuro, a través del presente.

¿Y las obras? La ganadora, “Señas y Sonidos del Palacio Rojo” (leones/reyes/abencerrajes), de Jose Miguel Pereñíguez; que juega con la música a través de una monumental escultura, es extraordinaria. Pero permítanme destacar el aljibe deconstruido por Jacobo Castellano, que le concede toda su importancia al agua de la Alhambra.

Jesús Lens