Recordando «La neblina del ayer»

“…ante sus ojos se erguían unos soberbios anaqueles de madera, protegidos con puertas acristaladas, donde reposaban, trepando por las paredes hacia el techo altísimo, cientos, miles de libros de lomos oscuros, en los que aún lograban brillar las letras doradas de su identidad, vencedoras de la malvada humedad de la isla y de la fatiga del tiempo.”

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Arranca “La neblina del ayer” con Mario Conde,  el personaje fetiche del escritor cubano Leonardo Padura, convertido en chamarilero que respeta a los libros y respeta a las personas que, para sobrevivir, han de venderlos. Por eso es apreciado en el mundillo de las librerías de viejo. Una tarde, casi por casualidad, decidió llamar a la puerta de una antigua y decrépita mansión y… ¡bingo! El paraíso, en forma de biblioteca. (El resto de aquella vieja reseña de esta fantástica novela lo puedes leer AQUÍ)

 La neblina del ayer

Ayer pasamos una tarde deliciosa en la librería Ubú Libros, charlando de adaptaciones literarias al cine. Se nos fueron dos horas en un santiamén.

Gracias a Marian, la librera; a Reyes, a mi Cuate Pepe, a Paco, a Gustavo y al resto de personas que compartisteis ese tiempo precioso con este enfermo de películas y libros.

 Ubú librería

Como comentamos en la cerveza posterior a la charla, “La neblina del ayer” es una novela maravillosa que, sobre todo, a los libreros de viejo les tiene que encantar.

Con cariño, para todos vosotros.

Jesús Lens

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Herejes

Como en la gloriosa, memorable y maravillosa La neblina del ayer, la acción de esta nueva novela de Padura acaece en tres planos espacio temporales distintos: la Cuba contemporánea, la Cuba de los años 30 del pasado siglo y… la Ámsterdam del siglo XVII en la que vivió un tal Rembrandt, de oficio, pintor.

¿Qué liga estos tres escenarios tan diferentes, alejados y hasta contradictorios entre sí?

 Herejes portada

Un cuadro.

Un lienzo.

Pintado por el maestro. Un cuadro que aparece, inopinadamente, en el catálogo de una subasta a celebrar en Londres. Y que un tipo llamado Elías Kaminsky, residente en Miami, reconoce como perteneciente a su familia.

Si quieres leer más sobre la reseña que he escrito de «Herejes», date un salto a nuestra página hermana, en Calibre 38.

 

Herejes, en Carchuna
Herejes, en Carchuna

¡Ya tardas!

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens