CUANDO EL ANTRO SAGRADO CIERRA

Esto que sigue es parte de la reseña de una magistral novela de Lawrence Block, cuyo contenido completo está AQUÍ.

Me adentro en “Cuando el antro sagrado cierra” en la más absoluta confianza y seguridad de que no me va a defraudar. Es como cuando entras en el bar de toda la vida, donde los camareros te conocen y saben qué vas a tomar. Te saludan por tu nombre y, al grito de:

– ¿Lo de siempre?

te sirven tu bebida, sin que tengas necesidad de pedirla.

Y la comparación con los bares no es gratuita, como el título de la novela os habrá hecho suponer. Porque “Cuando el antro sagrado cierra” es, de todas las miles que he leído, la novela que más y mejor ha descrito, tratado, contado y transmitido el mundo del alcohol, la noche, los bares, las copas, la soledad del bebedor de fondo, los compañeros de farra, las borracheras, las resacas, las lagunas en la memoria…

Si vais siguiendo el proyecto literario en que estoy actualmente enfrascado, (pinchar y seguir desde AQUÍ) veréis que una novela como ésta adquiere una importancia capital.

¿HAY QUE CUIDARSE?

– “Tenía un compañero, no sé si lo llegaste a conocer. Ferry O’Banon. ¿Lo conoces?

– Creo que no.

– Bueno, pues le dio por cuidarse. Empezó por dejar de fumar. Yo nunca he fumado, así que nunca he tenido que dejarlo, pero él lo dejó y luego fue una cosa tras otra. Perdió mucho peso, cambió su dieta, empezó a correr. Tenía un aspecto espantoso, estaba todo demacrado. ¿Sabes lo que te digo? Pero estaba feliz. Estaba encantado consigo mismo. Ya no bebía, únicamente pedía cerveza y se la tomaba muy despacio, o a lo mejor se tomaba una y luego agua con gas. De esa francesa. ¿Perrier?

– Ajá.

– Muy popular de repente, pero no es más que agua y cuesta más que una cerveza. Pues cuando lo entiendas, a ver si me lo puedes explicar: se pegó un tiro.

– ¿O’Bannon?

– Sí. No digo que tenga relación el perder peso y empezar a beber agua con gas con darse un tiro…”

Este diálogo es de Lawerence Block, leído en su magistral “Cuando el antro sagrado cierra”. Y, por razones obvias, lo traigo a colación. Obvias porque, como algunos Cagalitrosos saben, desde que me aficioné a la Ciego Montero…

En fin.

Jesús Lens. Preocupado.