Tarde de perros andaluces

Aunque la campaña no ha hecho más que empezar, ya estoy cansado, así que ayer por la tarde practiqué un poco de escapismo y me refugié en un palacete. En concreto, en la casa señorial del siglo XVII que, primorosamente restaurada, alberga el Lemon Rock. Se lo he dicho otras veces: allí dentro siempre pasan cosas de lo más sugestivo e interesante.

En concreto, ayer se celebraba una fiesta de pre-presentación del disco más reciente de Lagartija Nick, ‘El perro andaluz’. La mítica banda actúa el próximo sábado en el Teatro CajaGranada (compra AQUÍ las entradas, que va a ser algo muy grande y especial) y, una semana antes, sus miembros pincharon música y compartieron tragos y charla con la fanaticada. Llegamos justo cuando Eric terminó su sesión y le daba el relevo a Juan, que se entregó a la mesa de mezclas con pasión y emoción. Como decía Antonio, “lo dio todo”.

¡Qué discazo se han vuelto a marcar los Antonio Arias, Eric Jiménez, Juan Codorniú y JJ Machuca! Se trata de un soberbio homenaje a Luis Buñuel, cuya poesía rescatan para este trabajo. Porque antes de que ‘Un perro andaluz’ fuera película, el monstruo de Calanda había escrito un poemario (casi) con el mismo título: ‘El perro andaluz’. Si tienen curiosidad, lo pueden leer en un libro esencial que se merece toda nuestra atención: ‘Obra literaria reunida’, publicada por Cátedra, con un sinnúmero de obras en prosa y en verso de uno de nuestros grandes genios.

El nuevo disco de Lagartija Nick tiene letras complejas repletas de imágenes. Hay mucho surrealismo, enorme tormenta sonora y se escucha la voz profunda y cavernosa del mismísimo Buñuel en varios momentos.

Una nueva obra de arte de un grupo colosal que no se termina nunca. Vicente de Luna tiene un rinconcito especial para ellos en su corazón musiquero y por eso, tardes como la de ayer son tan especiales para él en su Lemon Rock. ¡Salud y música!

Jesús Lens

El Gran Instigador

Pasamos el mejor Halloween posible en el Lemon Rock, celebrando su cuarto cumpleaños de la mano de Jorge Rodríguez Morata, El Gran Instigador, en afortunada definición de ese genio —nunca nos cansaremos de reivindicarlo— que es Antonio Arias.

No sé si fue casualidad, pero reunirnos la Noche de los Muertos para disfrutar de semejante pedazo de concierto tuvo todo el sentido del mundo. Del terrenal y del del Más Allá.

El Coro de la UGR nos convocó a un cita en que hizo un amplio y completo repaso de sus últimos trabajos. Por ejemplo, de algunos de los temas que interpretaron en la boda de Guille y Eric, el batería de Lagartija Nick y Los Planetas, con cositas tan maravillosas como ‘Life or Mars’.

A continuación, de la mano del extraordinario actor Víctor Burgos, disfrutamos de varios fragmentos del espectáculo ‘Bandas Monólogas’, producido por el festival Granada Noir y estrenado en el Teatro CajaGranada hace unas semanas. ¡Ay, ese Al Pacino interpretando al mismísimo Satanás y la reivindicación de la buena suerte que hizo Fernando León de Aranoa en ‘Princesas’, con música de Manu Chao!

Llegó el turno de David Montañés y sus ‘Bodas alquímicas’, de cuyo estreno pudimos gozar en la iglesia de Pampaneira, el pasado agosto, durante el festival Sulayr. Y, como guinda del pastel, cuatro temas de Antonio Arias, con su hermano Jesús en el recuerdo de todos los presentes. Sonaron temas de ‘Los cielos cabizbajos’, esa obra maestra, tan desgarradoramente triste como luminosa, que no deben perderse.

Que la noche de los muertos se interpretaran las canciones compuestas por Jesús en memoria de los fallecidos en los bombardeos Somalia, Hiroshima y Sarajevo, fue un acto de justicia poética que nos puso los pelos como escarpias.

“¿Con qué estás ahora?” Es lo primero que le pregunto a ese Gran Instigador que es Jorge, siempre que nos vemos. Porque su cabeza bulle de brillantes ideas y vibrantes proyectos que suelen llegar a buen puerto. Les anticipo que la que está preparando con ocasión del quinto centenario de la primera vuelta al mundo, es de órdago a la grande.

Jesús Lens

El Amazon Post

Tengo muchas ganas de contarles todo lo que dará de sí la presentación de “Vidas cipotudas” y, en especial, la conversación con Jorge Bustos sobre periodismo. Por cierto, ¿han descubierto ya qué granadino figura en la lista de treinta y cinco empecinados cuyos apuntes biográficos ha escrito Jorge? (Más, aquí, sobre el libro presentado en el Lemon Rock)

El caso es que una de las preguntas que tengo para él versa sobre la película “The Post”, estrenada en España con un título más genérico y explicativo: “Los papeles del Pentágono”, cinta imprescindible de Steven Spielberg que hay que ver, sí o también.

Muchas personas nos enamoramos del periodismo a través de la película “Todos los hombres del presidente”, programada en el ciclo La verdad sea dicha de CajaGranada Fundación para el próximo martes 20 de febrero, una casualidad nada casual que nos invita a hacer un excelente programa doble cinematográfico. Para esa gente, el Post es sinónimo de libertad de prensa, periodismo de investigación, compromiso ético y moral, fiscalización del poder y, a la vez, del papel de la prensa como cuarto poder.

La película protagonizada por Meryl Streep y Tom Hanks viene a aquilatar esa percepción del Post -y, por extensión, del periodismo en general- como uno de los pilares básicos de la democracia, aprovechando para hablar de temas tan candentes como el de la censura, las filtraciones de supuestos secretos de estado o el papel de la mujer en el mundo de la empresa.

Conviene ver la película sin dejarse imbuir por la nostalgia de las viejas redacciones, las linotipias, las rotativas y los camiones de reparto de prensa. Conviene verla, sin embargo, prestando mucha atención al conflicto que enfrenta al actual propietario del Washington Post con sus trabajadores. Porque, si ustedes recuerdan, la mítica cabecera fue comprada en 2013 por Jeff Bezos, el multimillonario dueño de Amazon, cuando se encontraba seriamente amenazada por su falta de rentabilidad.

Recortes, recortes y recortes; es lo que denuncia la representación sindical del Post ante el endurecimiento de las condiciones laborales de la plantilla del periódico. Bezos, por su parte, recuerda que él salvó el Post de la ruina y ha conseguido insuflarle vida.

Otro magnate, en este caso de la investigación médica, ha comprado Los Ángeles Times, otra cabecera mítica. Y un concepto detrás de estas adquisiciones: desarrollo tecnológico para sus ediciones on line, que serán de pago… o no serán.

Jesús Lens