Es tiempo de listas. Y de balances. Lo estamos viendo en periódicos, radios y televisiones. Y yo, que soy muy de listas, pero voy apurado de tiempo, voy a hacer una lista con las listas que no haré.
Lista con los mejores libros leídos. Es que son muchos. Y que conste que los tengo todos apuntados. Por meses. Pero es que, claro…
Lista de las mejores películas. Que admite la sub-lista “Vistas en el cine” y “Vistas en casa” o “Vistas en cualquier sitio y de cualquier manera”.
Lista de los mejores discos. Porque sí. Porque yo (todavía) compro discos. Y eso conduce directamente a…
Lista de los mejores conciertos del año. Pero como éstos no los he apuntado… pero seguro que es un de jazz. O tres. O cinco. O diecisiete…
Lista con los lugares visitados. Pero como visitamos pocos, con esta vida que llevamos… Eso sí, si te pillan de paso, no dejes de pasarte por las Catataras Victoria. Molan mazo.
Lista de comidas. Que admite innumerables variables: bares (más), restaurantes (muchíííííííísimos menos), tapas, cañas, cócteles… Y es que solo de pensarlo, empiezo a segregar jugos gástricos.
Lista de carreras. Que este año quizá han sido menos, pero mucho más espectaculares, al haber dado el salto a la montaña.
Lista con los mejores artículos publicados. Pero los de actualidad, ya la han perdido. Y los de fondo… ¡pues que ahí están, corriendo por la Red! No quiero distraerlos.
Y queda, por supuesto, la revisión de la Lista con los propósitos para el 2015, para evaluar el nivel de cumplimiento e incumplimiento. Pero como ésta entronca con el listado de iniciativas para el 2016, podemos dejar el tema aquí.
Que hacer repaso a tanta No-Lista me está generando ansiedad.
Jesús Lens