Me pareció curioso que ayer, a primera hora de la tarde, Luis Salvador fuera trending topic junto a Indiana Jones. Casualidades de la vida. He pasado tiempo tratando de comprender la estrategia de Ciudadanos en un episodio que hace unos días dudaba si tildar de berlanguiano o buñuelesco. Ahora lo tengo claro: es esperpéntico. Y ya. Es lo único que entiendo de lo que está pasando estos días. Lo demás escapa total y absolutamente a mi capacidad de análisis y raciocinio.
Será por eso que pienso en clave de imágenes y secuencias cinematográficas. Salvador podría ser, por ejemplo, ese soldado japonés que, años después de terminada la II Guerra Mundial, seguía defendiendo su isla desierta frente a un enemigo imaginario. O el protagonista de cintas con títulos que son una declaración de intenciones en sí mismo: ‘Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto’ o ‘Antes que el diablo sepa que has muerto’. En Estados Unidos, al condenado a muerte que comienza a caminar hacia el cadalso le llaman ‘Dead Man Walking’. Y en esas estamos ahora mismo en Granada, hablando metafóricamente, claro.
Cierro los ojos y no dejo de ver a Luis Salvador vestido con un calzón naranja en mitad de cuadrilátero, recibiendo mandobles de un contrincante vestido de azul con la mirada perdida. Ni su poderoso mentón aguanta el castigo al que le somete el rival. Más que nada porque, cuando se cansa uno de los de azul, le sustituye otro más fresco… que sigue zurrándole la badana.
En esas estaba cuando me acordé del mítico estudio morfopsicológico que le hicieron al todavía alcalde y que, cuando era candidato, publicó en su página web. ¿Y si está ahí la respuesta? “Buen caudal energético orientado a realizaciones de valor ético-morales y humanas de valor trascendente enfocados a la contribución de mejoras para la posteridad social. No obstante, sus acciones son meditadas, sensatas, concretas y objetivas, lo que le otorga suficiente apego a la realidad actual”.
Su imaginación fértil, llena de raciocinio y mesura y su forma de proceder estructurada, le permiten encontrar soluciones acertadas y proponerlas en la ocasión más propicia.
Ante distintas situaciones tendrá buena capacidad para ver y dar soluciones globales bien adaptadas a la realidad. Esto es porque sabe canalizar muy bien sus ideas en acciones concretas, y porque la competencia de planificación es notable, pudiendo prever y anticiparse a lo inesperado.
Jesús Lens