El mentón ilustrado

Tendría catorce o quince años cuando encargué un estudio astral personalizado. Tardó un mes en llegar casa. Lo abrí alborozado y me lancé a leer medio centenar de folios… en los que apenas me reconocía, más allá de lugares comunes y tópicos varios. Sin embargo, todo lo que me pronosticaban las estrellas era tan sugerente que decidí esforzarme al máximo en tratar de parecerme al brillante sujeto de luz descrito por mi carta astral.

Afortunadamente, en los años 80 del pasado siglo había menos reiki y más Reca, el bar de la plaza de Trinidad donde ponían los mejores volaíllos de Granada. Menos Flores de Bach y más espuma de cerveza. Menos coaches enterados y más camareros sabios. Menos salas de yoga y más canchas de baloncesto. Una vez asumido que, por mucho que lo visualizara y lo deseara, nunca iba a hacer mates como los de Michael Jordan, fui bastante más feliz.

Pienso en todo ello con relajo y desahogo al suponer lo extremadamente duro y complicado que tiene que ser… ser Luis Salvador. He leído los resultados de su ya famoso estudio morfopsicológico y estoy impresionado por la cantidad de talentos y habilidades que atesora el candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Granada. Algunos rozan lo fantástico, incluso. Y ya se sabe que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Yo ya lo intuía, que conste: un mentón como el de Luis Salvador no puede ser casual o accidental. (Leer AQUÍ los superpoderes que ha detectado la morfopsicología en Luis Salvador)

Juro que jamás pensé que iba a escribir sobre el físico de una persona pública. Siempre he deplorado este tipo de chascarrillos, recurso fácil para provocar risas más fáciles aún. Pero cuando un posible alcalde de tu ciudad se hace analizar la forma de su cráneo y publica los superlativos resultados de dicho ‘estudio’ en su web personal…

Dos dudas: ¿obligará el líder de Cs en Granada a someterse a los dictados de la morfopsicología a su equipo, para detectar sus habilidades ocultas? Porque Luis Salvador defiende dicha pseudociencia con tanto énfasis que hace tonta a la mismísima Inteligencia Artificial. Pero, sobre todo y a la vista de sus portentosos talentos, ¿no debería Albert Rivera convertirle en su mano derecha y llevárselo con él a Madrid, ipso facto?

PD.- Sobre la volátil deriva político-ideológica de Salvador, de la escribí AQUÍ, el estudio morfopsicológico de marras no parece decir nada… ¡ya es casualidad!

Jesús Lens

Bilisto Ciudadano Salvador

Lo justo y ecuánime, lo poético y pitagórico, sería que también fuera en las listas europeas. Como número 3, por supuesto. Para los amantes del número áureo, la cábala y la divina proporción, sería motivo de dicha sin fin.

Si Luis Salvador va como número 1 en la lista de Ciudadanos a la Alcaldía de Granada y como número 2 en la del Congreso de los Diputados, ¿por qué no termina de rizar el rizo y se encarama al número 3 de las listas europeas?

Tratar de seguir la trayectoria de Luis Salvador, sus quiebros, espantás, retornos, apoyos, vetos y giros de guion, es una misión tan imposible como la de Tom Cruise en la famosa saga cinematográfica.

Habría que remontarse, por ejemplo, a sus más de veinte años de militancia como socialista y recordar que formaba parte de un llamado Foro Ético, creado por cargos y militantes del PSOE como… ¡Beatriz Talegón, conspicua conspiranoica con veleidades independentistas!

No podemos olvidar que Luis Salvador quiso ser secretario general del PSOE granadino en 2012 y que, derrotado por Teresa Jiménez, en 2013 abandonó el partido para unirse a las huestes de Albert Rivera.

¿Se acuerdan ustedes de aquellas negociaciones, en junio de 2015, posteriores a las últimas elecciones municipales? José Torres Hurtado confesó que se vio fuera de la Plaza del Carmen por lo avanzado de las negociaciones entre Luis Salvador y el partido socialista. Entonces llegó el famoso asado pepero-ciudadano y la nueva entronización de un alcalde que no tardó en salir del Ayuntamiento, aunque escoltado por la UDEF. A partir de ahí, la relación de amor-odio con Paco Cuenca y el idilio con Pérez, escenificado en rueda de prensa.

A todo esto, y más allá del pulsus interruptus a Juan Marín, Salvador ya ha cambiado el acta de concejal por la de diputado anteriormente, dependiendo de dónde soplara el viento. ¿Qué intenciones abriga ahora, volviendo a ir en dos listas diferentes? ¿O Alcalde o nada? ¡Menudo papelón! ¡Qué mal vuelve a dejar a sus compañeros!

Hasta Sebastián Pérez, también dotado del don de la ubicuidad y amigo de la duplicidad de cargos institucionales, ha entendido que ya vale, que el Ayuntamiento de Granada se merece un respeto.

Jesús Lens

Salvapatrias Salvador

Hay que agradecerle a Luis Salvador, y mucho, que nos distraiga y nos entretenga con sus pantomimas y boutades en momentos tan delicados. Asistimos, entre atónitos y asustados, a lo que ocurre en Cataluña, con grandes empresas que cambian de domicilio para escapar de Barcelona y la amenaza, el lunes, de una declaración unilateral de independencia. Estamos viviendo uno de los momentos más delicados de la historia de España y a Salvador se le ocurre bajar a Granada a exigir la dimisión de Francisco Cuenca.

Por nada en concreto. Porque sí. Porque hoy es hoy. Cuando lo he escuchado, me he lanzado raudo y veloz al digital de IDEAL a ver qué había ocurrido. Y no había ocurrido nada. Me he devorado los timelines de medio Twitter local, buscando una explicación. Y no la había.

 

Salvador, que es Diputado del Reino de España, en vez de estar trabajando en la cuestión de la desconexión catalana, decidió que había algo mucho más importante en lo que invertir su tiempo y su esfuerzo: bajar a Granada… a exigir la dimisión del alcalde.

 

Hay personas cuyo desmedido afán de notoriedad y su narcisismo sin límite les sitúa al borde del ridículo. Lo de Salvador, ayer, lo rebasó ampliamente. Y miren que ya escribimos de este tema, hace unos meses, en esta otra columna de IDEAL titulada «El juez de la horca».

 

Hay que darle la enhorabuena a Sebastián Pérez por haber encontrado en Luis Salvador al aliado más inesperado posible, un personaje cuya vanidad está consiguiendo el más difícil todavía: erosionar al gobierno del PSOE al que aupó al gobierno municipal a la vez que convierte a su propio partido, Ciudadanos, en una parodia de sí mismo.

Con un ayuntamiento arruinado, con un presupuesto imposible de aprobar y que ningún grupo político contribuye a embridar, con un país al borde de la combustión; aparece el congresista Salvador exigiendo que se vaya Cuenca. Por llevar imputado varios meses, pero sin presentar moción de censura, dado que la mayoría de la oposición del PP que podría sustituirle en el gobierno está igualmente enmarronada, judicialmente hablando.

Es divertido todo esto. Un desahogo cómico frente a una complicada realidad. Hay que reconocerle a Luis Salvador su papel de salvapatrias en un momento tan complejo, dejando sus responsabilidades en Madrid para hacer un monólogo del Club de la Comedia en provincias. Plas. Plas. Plas. Y, ahora, una vez terminado el cachondeo, ¿podría dedicarse usted, señor Diputado de la Nación, a algo más serio?

Jesús Lens

 

 

Granada, en el AIREF

Qué pena, encontrar a Granada en la lista publicada por el Airef el pasado miércoles. De hecho, aparece muy destacada, brillando con luz propia y ocupando un lugar de cabecera, tan visible como preocupante.

 

Y es que Airef es el acrónimo de Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. Y Granada, como habrán deducido ustedes, está encuadrada entre las localidades más irresponsables de España, calificada entre las de “riesgo alto por presentar déficits reiterados en los últimos años, niveles de deuda elevados y previsiones futuras de no reconducir la situación”.

Por encima de Granada, o sea, en peor situación, solo están Jaén, Jerez de la Frontera, Parla, La Línea de la Concepción y Gandía. Y a la par, hay otras siete ciudades y pueblos, figurando Otura entre ellos.

 

El primer dato, significativo, es que Andalucía es la comunidad autónoma con más localidades en dificultades de toda España, con una diferencia abrumadora. Algo que no por sabido deja de ser preocupante. Que nos hemos acostumbrado a que Andalucía ocupe los puestos de cola del desarrollo europeo y ni nos sorprende ni nos indigna, detalle que los ciudadanos deberíamos hacernos ver.

Pero centrémonos en Granada. Que el tema es gravísimo. Sobre todo porque en esta ciudad hemos creído ciegamente, durante lustros, el mantra de la eficaz gestión económica del gobierno del PP. ¿Eficaz? ¿Eficaz de qué, si ha dejado la ciudad arrasada y estéril?

 

De todas las milongas que nos hemos tragado en los últimos años, como si fuera una verdad incuestionable sobre la que no se puede dudar, es la de identificar al PP -y, por extensión, a los partidos de derechas- con una gestión económica eficaz, brillante, eficiente y todos los adjetivos positivos que ustedes quieran añadir.

Y no, oigan, no. El PP ha arruinado la ciudad. Y la mayoría de los granadinos no nos hemos enterado. Otra cosilla que deberíamos hacernos ver. ¿Cómo ha sido posible este sindiós económico y que, aun así, el PP ganara sistemáticamente las elecciones municipales? Y, a la vista de este caos, ¿por qué apoyó Ciudadanos a José Torres y, recientemente, Luis Salvador amenazó al PSOE con una moción de censura que devolvería al poder a buena parte de los concejales que provocaron la ruina de Granada?

 

Busquen, busquen la lista Airef. Esa que, por acción u omisión, nos saca los colores a todos los granadinos.

 

Jesús Lens

Paco, salvo sorpresa

Paco Cuenca será, desde hoy, alcalde de Granada. Salvo sorpresa. De esta manera, el PSOE recupera una Alcaldía histórica que perdió hace trece años, tras la olvidable y caótica experiencia del Tripartito. Salvo sorpresa, insisto.

Felicitemos, pues, al nuevo alcalde. Paco Cuenca. Constante, perseverante e incansable pateador de todos los barrios de la ciudad; duro fajador y buen encajador, acostumbrado a pelear a la contra en una Granada muy conservadora a la que ahora debe gobernar… con una minoría de concejales y en un ayuntamiento que va a resultar muy exigente.

Paco Cuenca pateador

Démosle la enhorabuena y concedámosle al nuevo alcalde de Granada un plazo razonable para disfrutar de su investidura. ¿Hasta las 2 de la tarde? Bueno va. Seamos generosos. Hasta las 5. Que la situación de la ciudad es lo suficientemente compleja y complicada como para que sea imprescindible empezar a cambiar algunas cosas desde ya.

Venimos oyendo hablar de la parálisis de la ciudad desde hace meses. Parte es achacable al gobierno en funciones de Madrid. Parte, a la situación creada por José Torres, el Empecinado. Resulta imprescindible, pues, que Paco Cuenca y su equipo de gobierno se pongan manos a la obra desde esta misma tarde.

Paco Cuenca Luis Salvador

Nos esperan días de vértigo, con esos nuevos concejales que asumirán mil y una funciones para pilotar la Granada que debe conducirnos al 2020. ¿Qué Granada están pensando diseñar y planificar, en estos tres años? ¿Qué les parece a los demás partidos esa Granada?

Cuando un nuevo equipo de gobierno llega a una institución, una de sus prioridades es que se note que está ahí. Que ha llegado. Que va a cambiar las cosas. Y la forma de hacerlas. Es lógico y normal. Sobre todo, cuando se trata de cambiar un paso sostenido durante trece largos años.

Hay mucho por hacer y corregir en esta ciudad nuestra, por supuesto que sí. ¿Por dónde empezará el nuevo regidor? Esa es la cuestión. Tengo muchas ganas de escuchar las primeras palabras de Paco Cuenca como alcalde. Sus intenciones. Sus ideas. Sus proyectos. Y tengo ganas de saber con quiénes cuenta para llevar a Granada hasta el 2020. Y con quiénes no.

Paco Cuenca Alcalde granada

Pero, ojo. Que las ganas de cambiar el paso no provoquen innecesarios e injustos atropellos. Sobre todo, cuidadito con la tentación de la piqueta. Que es tan golosa como peligrosa. Y tramposa.

Jesús Lens

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