Dedicado a Antonio, Diego, Enrique, Juani, Gema, Fernando,
Raquel, Rafa, Ana, Cristian, Luis…
Y todo el resto del equipo
que lo estáis haciendo felizmente posible.
El MA. El Museo de Andalucía. El Centro Cultural de CajaGRANADA. El Teatro Isidoro Máiquez. La Plaza de las Culturas. ¡La mina!
Allí pasan cosas. La Granada nueva, vanguardista y diferente. Una Granada vital y excitante.
Anoche estábamos Lillian, Talía y yo compartiendo un plato de choto y un tomate aliñao en el Juanillo, frente a la Cueva del Curro, tras haber disfrutado de Lucía Guarnido bailando con la Alhambra iluminada al fondo, en la Chumbera; y me lo decían: «No nos esperábamos esa Granada».
Ambas conocen nuestra ciudad desde hace años. Han venido en varias ocasiones. Y, tomando unas birras en uno de los centros turísticos granadinos por excelencia, repasábamos ésta su más reciente estancia en nuestra ciudad: visita al Museo de la Memoria de Andalucía, a la colección de arte de CajaGRANADA, dos tardes en las charlas del I Encuentro de Literatura de Viajes, dos conciertos nocturnos y una comida que no pudo ser en el Tartessos, que nos quedó pendiente. Entre un miércoles y un viernes. Y todo ello en apenas unos miles de metros cuadrados de espacio bien cementado y mejor cimentado.
Y muchas cervezas y charlas compartidas con un montón de gente, incluyendo a Javier Reverte, Manuel Villar, Rafael Guillén, Antonio Lozano o Fernando Sánchez Dragó (no dejen de leer la deliciosa entrevista que le hizo Ángeles Peñalver para IDEAL. No tiene desperdicio).
Al terminar sus conferencias, los autores no fueron secuestrados o abducidos por los organizadores del Encuentro de Literatura de Viajes, sino que se quedaron en la Plaza de las Culturas tomando unas cervezas y unos vasos de vino, relajadamente, hablando con todos los que tenían ganas de compartir con ellos un rato de conversación.
Muchas cosas buenas se podrían decir de este Encuentro. Pero la mejor es ésa: que los anfitriones y su director, el ubicuo e incansable Pedro Enríquez, han acertado de pleno al propiciar que, tras el Encuentro oficial, la presencia de los autores se prolongara en un encuentro informal regado de ideas, charlas, creatividad, anécdotas, risas, fotografías y buen humor.
Con paciencia infinita, los camareros que atendían la barra de la Plaza de las Culturas, sin descomponer su generosa sonrisa, regaban abundantemente la sed que tanta palabrería nos provocaba al respetable. Y es que, en el MA empiezan a pasar cosas. Sus responsables querían que así fuera y así está siendo.
Esa terraza, la Plaza de las Culturas, empieza a ser punto de encuentro ineludible para cualquier persona con curiosidad intelectual y vital o, más sencillamente, para todos los que quieren pasar un rato agradable y distendido. Todos los jueves hay actividades, públicas y gratuitas, en la Plaza de las Culturas. Y ya están empezando a funcionar los Talleres. A uno de ellos, por cierto, el de la Palabra, vamos a hacer por sacarle todo su jugo.
Y, por supuesto, seguiremos usando y abusando de esa barra y esa terraza en la que los Francis, Estrella y el resto de jóvenes profesionales de la hostelería local están dando lo mejor de sí mismos para convertir en una palpable realidad eso que, muchas veces, llamamos de forma pomposa «la Fiesta de la Cultura»: una excitante, alegre y creativa fiesta para el cuerpo y el alma.
Jesús Lens, agotado, pero dichoso. Y ya cargando las pilas para Agüimes y Semana Negra de Gijón.