Cuesta trabajo abrirse paso en la maraña jurídico-administrativa lorquiana para hacerse composición de lugar del actual estado de la cuestión. Básicamente, podría resumirse en que todo el asunto tiene más agujeros que un queso gruyere. Y de ello hablo en IDEAL.
Agujeros de millones de euros, quiero decir. Por un lado, está la deuda contraída por la Fundación Lorca con La Caixa, de la que no se ha pagado un euro. Un escándalo que se va a resolver por la vía de los hechos consumados, dando cabida a la entidad en la gestión y programación del Centro Lorca. Algo por lo que todos deberíamos de alegrarnos. Al menos, todos los que tenemos un mínimo de sensibilidad artística y cultural.
Y luego está el escándalo de una auditoría que certifica un desvío de casi 4 millones de euros entre las ayudas recibidas para la construcción y equipamiento del Centro Lorca y las facturas realmente abonadas, dándose la circunstancia de que aún quedan más de 2,5 millones de euros pendientes de pago.
Este es el panorama al que se enfrenta el consorcio del Centro Lorca, que va a acabar chocando con la propia Fundación García Lorca y con su cabeza más visible, Laura García Lorca, la Sobrinísima que tiene secuestrado al legado de Lorca en la Residencia de Estudiantes.
El alcalde de Granada, antes de irse a los juzgados, está tratando de poner paños calientes en un asunto turbio y lodoso que amenaza con salpicar a gente muy reconocida. Porque el escándalo de la Fundación García Lorca revienta por todas las costuras, más allá de la actuación de su gerente, y aquí hay muchos implicados que, por acción u omisión, van a quedar muy mal retratados en la fotografía.
Ahora, para más inri y como si de una alusiva performance se tratara, el ayuntamiento de Alfacar denuncia los peligros que ofrece el socavón dejado por los responsables de la búsqueda de los restos de Lorca en el Peñón del Colorao. ¿No queríais agujeros? ¡Pues toma socavón! 400 metros cuadrados que, a la vista de las auditorías sobre las finanzas lorquianas, pueden quedarse pequeños.
Termino con una reivindicación: el Centro Lorca está poniendo en marcha propuestas culturales muy interesantes durante los últimos meses. Pueden no estar dirigidas a un público mayoritario ni ser excesivamente vistosas o populares, pero dejemos de usar la injusta coletilla de su falta de actividad.
Jesús Lens