Tiros, sangre y fuego

Era una sensación estupefaciente. Frente a mí, dos hombres apaleaban a un tercero. A la derecha, dos contenedores ardían en llamas. Eran las ocho de la tarde del sábado en el Zaidín y el popular barrio granadino parecía el escenario de un conflicto bélico. Las intermitentes luces azules de los coches de policía, los vehículos quemando rueda, las sirenas…

Contenedores ardiendo en el Zaidín

Caminaba en dirección a la zona de Palacio de Deportes y al ir a cruzar una calle vi venir a un coche negro más rápido de lo normal. Me aparté. Giró a la derecha y, unos metros más adelante, un coche blanco se puso a su altura. Se escuchó un intercambio de gritos y, al momento, tres personas estaban propinándose patadas y puñetazos en mitad de la calzada.

No entendía nada. Un hombre, a mi lado, comentó que era una pelea por un tema de drogas. Al girar la cabeza, vi cómo ardían dos contenedores a escasos cincuenta metros de donde nos encontrábamos. De repente, el sonido de… ¿unos disparos? ¿Eso han sido tiros? Una voz gritaba que era una pistola de fogueo. ¿Pistola ha dicho?

Una vecina avisó a la dotación policial que se encontraba donde ardían los contenedores. La pelea había derivado en paliza. Dos de los contendientes pegaban patadas y puñetazos al tercero que, tirado en el suelo, trataba de cubrirse con los brazos. De repente, una voz. ¡Vámonos! Dicho y hecho. En escasos segundos, ambos coches salían a escape. Unos instantes después llegó la policía, que comenzó la persecución. Más tarde me enteré de que hubo disparos de verdad y una persona estaba siendo atendida en el PTS por herida de bala. (Aquí, la información de IDEAL y el vídeo de aquellos momentos)

Que esto ocurra en un barrio de Granada, un sábado por la tarde, mientras los chaveas pasean en bici por las calles, resulta tan alarmante como sintomático. Aunque está por confirmar, todo apunta a que se trata de un nuevo conflicto por tema de drogas. Lo he escrito varias veces: en esta provincia tenemos un problema con las mafias de la marihuana muy complicado de abordar y resolver. No hay semana sin que la Policía y la Guardia Civil desmantelen una instalación y practiquen detenciones. Y, sin embargo, nada cambia. (AQUÍ, enlace con varios de esos artículos)

Iba a terminar hablando del 2021 y sus continuos sobresaltos, pero esto va más allá. Una tarde de sábado entre tiros, patadas, puñetazos, persecuciones y contenedores ardiendo. No podemos permitir que sea un sábado cualquiera.

Jesús Lens

Marihuana en El Valle

Ha sido un detalle que el teniente de alcalde de El Valle investigado por cultivo de marihuana haya dimitido “para salvaguardar su imagen, la de su partido y la del gobierno de la localidad”. Su partido, el PP, ya se encontró hace unas semanas con la desagradable sorpresa de que una de las personas más activas en las reivindicaciones vecinales de la Zona Norte, azote de Paco Cuenca y asesor aúlico de Sebastián Pérez en la cuestión de los apagones eléctricos, acabara en comisaría… por tráfico de marihuana.

Pero esto del cultivo de ‘maría’ es como lo de la auto-subida de sueldos de alcaldes y concejales nada más ocupar el puesto: no sabe de colores políticos. Así, el año pasado dimitía un concejal de Pampaneira, del PSOE, al que le descubrieron 355 plantas de marihuana en su finca alpujarreña.

Sobre el tema de la marihuana he escrito en otras ocasiones. Se trata de una droga con muy buena prensa, muy cool, bien acogida y tolerada en distintos ambientes. Su reverso oscuro, sin embargo, habla de mafias, blanqueo de dinero, vuelcos, atracos, asesinatos…

Granada ocupa un lugar preeminente en el mapa del tráfico internacional de ‘maría’. Un día sí y otro también nos desayunamos con información al respecto. Pero resulta especialmente preocupante que representantes públicos de los grandes partidos, concejales electos en sus localidades, estén en el meollo de estas investigaciones.

¿Ese es el conocimiento de sus candidatos que tienen las formaciones políticas? El tráfico de marihuana es un delito que deja pingües beneficios. ¿Tan bien disimulan su fortuna los concejales-narcotraficantes? Lo mismo son tan cuidadosos y enigmáticos como el Walter White de ‘Breaking Bad’. O, quizá, resulta más fácil mirar para otro lado y no querer saber.

Esa actitud ha sido muy propia de los grandes corruptos de este país, a quienes lo mismo les brotaba un Jaguar en el garaje que les aparecía una ‘piporrá ‘de dinero negro en un altillo de casa. O será el milagro de los panes y los peces en su versión más estupefaciente.

Jesús Lens

¡Unos que no piden!

No sé cómo habrán sido los entresijos de la investigación que ha culminado con la detención del presidente de la Asociación de Vecinos de Cartuja, pero el aficionado al noir que llevo dentro ha encontrado un dato muy revelador en la crónica de José Ramón Villalba de ayer…

Foto: Ramón L. Pérez

Antes de entrar en esas menudencias, recopilemos: hace unos días, agentes del grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional detenían al referido presidente por tener hasta 167 plantas de cannabis sativa… ¡en la propia sede de la Asociación! (Lean AQUÍ)

Un tipo curioso, este, muy reivindicativo contra los apagones que asolan la Zona Norte de Granada mientras disfrutaba de sus enganches ilegales para darles cariño, luz y calor a sus plantas de marihuana.

No sé cómo se conducirían las reuniones de la Asociación de Vecinos ni quiénes formaban parte de su junta directiva, pero leer las actas, al final de las reuniones, sería una panzá de reír…

Lo sé, lo sé. No es un tema para tomarse a guasa ni a cachondeo. Pero es que, no me digan… ¿Cuánta gente tendría acceso a la sede de la Asociación? Que lo mismo era un coto privado de su presidente y las reuniones, o no se hacían, o se hacían en el bar de la esquina, de forma más relajada y desenfadada.

Pero, les decía, hay un dato irrebatible en la crónica de J.R. Villalba que debería haber alertado al ayuntamiento de que algo raro pasaba allí arriba: según Eduardo Castillo, concejal de Participación Ciudadana y Deportes, la asociación llevaba muchos años sin solicitar ni un solo euro de subvenciones al Consistorio granadino.

¿Cómo? ¿Perdón? ¿Una Asociación de Vecinos que no solicita ayudas económicas, un año tras otro? ¿Nadie reparó en este sinsentido? ¿A nadie le extrañó? Lógicamente, ahí tenía que haber gato encerrado. Marihuana, en este caso.

Según parece, el presidente de la prudente y discreta Asociación ya había tenido sus más y sus menos con la ley, en otras ocasiones. Además de que al hombre, el anterior alcalde de Granada, el inefable y perejilesco Torres Hurtado; le había buscado un puestecillo de trabajo en el Centro Cívico del Distrito Norte.

Del reportaje de María Victoria Cobo

Porque el tema de la marihuana es peligroso y las mafias que manejan el cotarro acojonan un huevo (lo escribimos AQUÍ), pero con esta historia se podría hacer una descacharrante y berlanguiana sátira de nuestro tiempo.

Jesús Lens

La María de Pinos, en Twitter

Nada más terminar el #TATGranada16, el evento Twitter más importante del mundo, tenía mono y ansiaba más charlas, ponencias, descubrimientos y actividad tuitera. Reconozco que, de hecho, estoy entrando en la red social del pajarito más de lo habitual.

 TAT Granada 2016

Con algunos sobresaltos. Porque, cuando ves el nombre de una celebridad de edad provecta convertido en Trending Topic, te pones en lo peor y el corazón te da un vuelco… antes de alegrarte al comprobar que es su cumpleaños y la gente lo está festejando. Y no les cuento el susto, al leer el nombre de mi admirada Natalie Portman, antes de caer en la cuenta de que se trata de una estupenda Géminis, como yo.

El caso es que ayer me encontré con que Pinos Puente era tendencia. Y decidí escribir esta columna a la vez que descubría el porqué. Reconozco que los prejuicios me hicieron pensar que sería por algo malo. Que, en general, la actividad tuitera tiende a moverse entre tragedias, escándalos, bochornos e indignaciones.

Efectivamente, Pinos Puente era tendencia porque una presentadora de televisión, al grito del ya cansino, reiterativo y manoseado “no te pongas nervioso”, le recomendaba al excitado alcalde de la localidad granadina que se relajara… con un poquito de maría. Y lo paradójico del asunto, más allá de lo chusco y anecdótico, era que el programa estaba analizando la problemática de la producción de marihuana en Pinos Puente y un tiroteo entre dos familias de la localidad.

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La sociedad española es tolerante con el uso de la marihuana. Hasta el punto de que la popular presentadora de una cadena de ámbito nacional habla de ella, en antena, con la familiaridad con la que nos referimos a la vecina del quinto. La maría. Tan maja ella.

¿En qué quedamos? ¿Es la producción masiva y generalizada de marihuana un problema grave y preocupante que genera tensión y violencia o nos dedicamos a bromear con sus efectos, supuestamente relajantes y divertidos? O, quizá, lo único que nos preocupa son los cortes de luz, importándonos un pimiento la cuestión de la droga.

Termino de escribir esta diatriba y vuelvo a consultar Twitter. Pinos Puente ya ha desaparecido, arrasado por el tornado Varoufakis-Colau. Y están el Ebro y su tentativa de envenenamiento. Y un futbolista japonés. Y Niña Pastori con la Roja… Desconecto. Que es hora de convertir en tendencia la #Horadeunacañita .

Jesús Lens

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