El pasado fin de semana seguí a través de la red las actividades de la Feria del Libro de Tomares y sentí una gran melancolía. Y envidia. Mucha envidia, no sé si más o menos sana. Dedicada a John Le Carré y a la novela negra, congregó a decenas de escritores y a mucho público y, como les digo, me puso los dientes más largos que los de Bugs Bunny.
Segunda primavera consecutiva sin Feria del Libro en Granada. Decisión lógica y sensata, que la capital vuelve a estar al borde del cierre perimetral. Eso sí, si las cosas van nada más que medio bien, no tardaremos mucho en volver a una medio normalidad, sea eso lo que quiera que sea.
Mientras, se acerca el Día del Libro y habrá que celebrarlo. ¿Cómo? Visitando nuestras librerías de cabecera y comprando libros, claro. Lo que me lleva a abordar la cuestión de los editores, figura poco visible en el proceso libresco.
Editores como Miguel Ángel Arcas, que ha publicado uno de los libros que más satisfacciones me está dando este año, ‘El demonio meridiano’, colección de aforismos de Juan Varo que puedo haber leído ya cuatro o cinco veces, de adelante hacia atrás y de atrás en adelante.
“La memoria vive el pasado como pasado. El rencor vive el pasado como presente”, reza uno de los más acerados. “Hay vampiros que solo se ven en el espejo”, ironiza otro. “En general, todos prefieren ser recriminados a resultar indiferentes. Triunfo eterno de los moralistas”, de rabiosa actualidad. ¿Sigo?
Editoras como Mariana Ortiz, que mantiene contra viento y marea esa Esdrújula de su alma y su corazón. ¡Y editando poesía nada menos! Fue emocionante, la semana pasada, asistir a la presentación del poemario de Juanjo Ibáñez, amigo por encima de todo y compañero en mil una batallas y justas literarias.
Editores como Carlos G. Rodríguez, con quien tomaba una cerveza hace unos días y cuyo optimismo resulta esperanzador. En plena pandemia ha puesto en pie Editorial SG, una apuesta valiente por el libro físico que ya ha editado a varios autores granadinos, incluyendo una divertida novela negra que transcurre en el Realejo y de la que les hablaré la semana que viene en ese Rincón Oscuro que IDEAL reserva todas las semanas a la cultura negra y criminal.
Enhorabuena a esos editores granadinos que invierten tiempo, dinero, ilusión, energía y fuerzas en algo tan bonito como quimérico: publicar libros.
Jesús Lens