Se lo decía a María José: tengo que volver a Montefrío, más despacio y sin las prisas del trail de ayer domingo. Como también me gustaría volver a Zújar, Fornes, Huétor Santillán o Nevada, los pueblos de Granada a los que ya hemos ido a correr este año. Y de ello hablo en mi columna de IDEAL de hoy.
Me gustaría volver porque antes de la carrera, las Cabras Locas estamos concentradas en el desafío que siempre supone enfrentarse a los muy exigentes y duros veintipico de kilómetros de la prueba.
Y a la vuelta llego tan derrengado que a duras penas puedo comerme los estupendos arroces con que nos suelen agasajar al finalizar la carrera. No les digo ya, hacer turismo…
Aun así, hoy sí que nos dimos una vuelta por ese precioso pueblo, elegido por National Geographic como uno de los más bonitos del mundo. Visitamos su singular iglesia circular, el monasterio y rematamos la visita con un helado de brevas y brandy donde el Choque.
Pero quiero volver, insisto. Por conocer mejor el patrimonio y recorrer ese entorno tan de western que rodea Cold Mountain. Y por sus quesos de cabra. Aunque de eso hablamos luego. Además, quiero que Paco me enseñe la colección de informaciones que IDEAL ha publicado sobre su pueblo en los últimos veinte años, y que atesora como oro en paño.
Y es que Paquete me alegró la mañana, cuando peor lo estaba pasando en el trail, con sus ánimos y su alegría. Que siempre da gusto encontrar a gente animosa y entusiasta mientras tú echas los higadillos: a base de buen humor, los kilómetros pasan más rápido. Y el calor parece apretar menos. Que lo de programar una carrera de montaña tan dura como esta, un 12 de junio, no es la mejor idea: si nos pilla un calor como el del pasado jueves, reventamos.
Enhorabuena a la organización, eso sí, que se desvivió por llevar agua hasta el punto más recóndito del recorrido, con gente corriendo monte arriba a toda mecha, cargada con pesadas garrafas. Y felicidades, también, por colaborar con Jorge Abarca y su lucha por dar visibilidad a la ELA: en tres minutos, nos arrancó las lágrimas a todos.
Termino con una duda: había queso de regalo. El mío es de Cabra-Vaca. ¿Ha sido el mismo para todos los corredores… o debo tomarlo como una indirecta?
Jesús Lens