Nunca podremos agradecer lo suficiente a Negra y Criminal; a Montse y Paco, que hagan posible imágenes como ésta:
Lo reconozco, soy un fetichista irredento. Pero también creo que si abres la primera página de un libro y te encuentras la dedicatoria manuscrita de su autor, es como si el resto de las páginas también estuviesen especialmente dedicadas y dirigidas a ti, como si el autor las hubiese escrito mientras hablaba contigo, contándote al oído la historia.
Es como si estuvieras de cañas con él, hablando, y luego escribiese parte de esas conversaciones.
Un libro dedicado es algo bonito, hermoso y especial. Predispone a la lectura y demuestra que el libro de papel, el libro objeto, tiene una larguísima vida por delante.
Y tampoco podremos agradecer lo suficiente a Paco Ignacio Taibo II, a Cristina Macía y a todo el extraordinario equipo de Semana Negra el que haya acercado a algunos de los mejores escritores del mundo a Gijón, en un Festival absolutamente democrático en el que los autores y los lectores se dan la mano, comparten cañas y pueden charlar hasta el infinito y más allá.
¡Compañeros, ojalá que pueda ser en Gijón. Y, si no, en otra ciudad asturiana. Pero si tenemos que ir a México, Santiago de Chile, Bogotá, Phnom Penh, Mc Murdo o hasta el mismísimo Marte; iremos.
Porque esto es la Semana Negra… ¡y sigue!
Jesús dedicado Lens