Etiqueta: Música
Etnosur 2011: felizmente temático
JAZZ, JAZZ Y MÁS JAZZ
Pues sí. ¡Es tiempo de jazz! Y eso que no es ni noviembre ni julio. Pero este año vamos a tener, también, una primavera muy jazzera, como podéis leer AQUÍ.
Y, por casualidad, el pasado viernes encontré ESTA joya musical: “Colina Serrano Project”.
No. No nos estamos dispersando. Es sólo que hay que colaborar con Blogs, revistas, webs y publicaciones de todo tipo y características. Siempre que sean de calidad.
Por ejemplo, no dejen de comprar el IDEAL de mañana, que trae como regalo la revista Garnata.
¡Hablamos!
Jesús Lens
CALLING STREET
Nunca entendí la letra del “London calling” de los Clash. Otras sí. La de “Spanish bombs”, claro. O la de las “Guns of Brixton”. Pero eso de la llamada londinense, los zombies y la beatlemanía que había mordido el polvo…
Después, ya nunca quise entenderla.
Cuando éramos jóvenes y el mundo era perfecto, mi hermano y yo solíamos bajar a la playa en coche, en invierno, por la noche. Él conducía, claro. Y yo ponía la música. Hablábamos poco, la verdad. Nos gustaba escuchar los discos a todo volumen y cantábamos en alta voz, eso sí, las burradas de Siniestro Total o los Poetas Violentos. Pero siempre que empezaban a sonar los acordes del “London calling”, el mejor principio de canción de todos los tiempos, se hacía un silencio sepulcral.
La música alta, las líneas discontinuas de la carretera pasando a toda velocidad bajo las ruedas devoradoras del coche… no teníamos miedo. Aunque vivíamos junto al mar.
Pero entonces, un motor dejó de funcionar y llegó el pánico. Y sí que tuvimos miedo. Claro. Y escuchar el “London calling” se hizo algo doloroso. Aunque más intenso. Mucho más.
Yo fui posterior a los Clash. En 1980, por ejemplo, no tenía uso de razón. Todavía. Pero, después, me hacía ilusión saber que Joe Strummer tenía un idilio con Granada y que producía discos de los 091. Hasta que murió.
Fui al Sacromonte, aquella noche en que tributamos homenaje a Joe Strummer, con Mick Jones y el vocalista de Siniestro Total, entre otros muchos, en lo alto del escenario. ¡Allí estuve, yo también! Y la leyenda continuó.
Hace unos días, el Pirata Moran me invitaba a unirme al grupo de Facebook en que se pedía una calle en Granada para Joe Strummer. Y, después, Barrera me animaba a escribir sobre ello. No sabía cómo hacerlo, la verdad. Porque ni los conocí ni los vi, pero, para mí, los Doors y los Clash son más importantes que… bueno. Que son capitales. Lo he dicho una y mil veces: somos los libros que leemos, las pelis que vemos, los amigos con los que charlamos.
Somos los discos que escuchamos. Y escuchar a los Clash, duele.
Eso sí: querido Joe, yo te quero. ¡Y finito!
Y el día que Granada tenga una calle con tu nombre, yo me sentiré más granadino, más internacional y, sobre todo, más íntimamente yo que antes. Y miraré al cielo y buscaré una sonrisa.
Jesús Clashista Lens.
PD.- Para conocer otras razones más objetivas sobre la conveniencia de dedicar una calle a Joe Strummer, leed este colosal reportaje de Barrera y Morán.
¡Vuelta a la Ortodoxia Punk, compays!
SENEGAL: RAY LEMA
Ayer hablábamos de Omar Sosa (que, o no os ha gustado o no lo habéis escuchado, malandrines) y hoy vamos con otro de los tipazos que tocaron en Dakar: Ray Lema. Por alguna razón, yo estaba convencido de que Lema hacía rumba congolesa. Y no estoy de coña, aunque sea 28-D. Pero no. Ray Lema es congoleño y toca el piano como Dios. Esa fue la primera sorpresa de la noche. La segunda vino dada por el bajista que le acompañó en el concierto: Ettiene Mbappe, un soberbio músico al que vimos en Granada, hace años, tocando con Joe Zawinul.
Pero la tercera sorpresa fue la más especial: el homenaje de los músicos a Alí Farka Touré, el guitarrista maliense, padre del Blues africano. La canción es ésta y, como veréis en el vídeo, respira África por los cuatro costados. Porque Alí estuvo, hasta el final, en su granja de Niafunké, a orillas del Níger. Y su legado es majestuoso. En el Festival del Desierto que disfrutamos hace unos años, como decíamos AQUÍ, el espíritu de Farka Touré, recién fallecido, estaba a flor de piel. Hoy, su espíritu sigue vive.
Gracias, Ray Lema. Gracias, Dakar.
Jesús, nostalgioso Lens.