Nació en 1975.
Es, por tanto, un anciano, deportivamente hablando.
¿Te acuerdas de esta entrada, dedicada a Ryan Giggs y el Poder Viejuno? Pues hoy podemos hacerla extensible a Ray Allen, uno de esos jugadores que ya son leyenda. Y que hoy, con este triple, ha contribuido a hacerla aún más grande si cabe, al forzar de manera increíble la prórroga contra San Antonio y, de esa forma, propiciar un séptimo y definitivo partido por el Anillo de la NBA.
Alguien podrá pensar que es potra. O suerte. O casualidad.
En absoluto. El bueno de Ray, a sus 37 tacos, sigue llegando a los pabellones 4 horas antes del inicio de los partidos. Para ir calentando. Y para hacer ejercicios de tiro. Entrenamiento. Preparación. Compromiso. Y convencimiento. Todo un ejemplo a seguir por cualquier jovenzuelo que tenga interés en dedicarse al deporte, profesionalmente hablando.
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