Lo que dicen los dioses

Para mí, la Cibeles era una señora de Madrid, alta y lustrosa que, en los buenos años del madridismo, solía ser tomada al asalto por las hordas blancas y agasajada con bufandas y camisetas, mientras la jaleaban centenares de bocinas y cláxones.

Lo Que Dicen Los Dioses

Un monumento, vamos. Y poco más.

Hasta ahora.

Porque después de leer “Lo que dicen los dioses”, la voy a mirar de otra manera. O, mejor dicho, voy a tratar de no mirarla nunca jamás y de no volver a cruzarme en su camino, per secula seculorum.

¿Te gustan las historias con múltiples y variados asesinatos, pero sin que te salpique la sangre? ¿Y si las que mueren son niñas? ¿Te gustan las historias de fantasmas? ¿Crees en ellos? ¿Crees en milenarios cultos paganos que, aún hoy, podrían seguir vigentes?

Lo Que Dicen Los Dioses niñas muertas

Si respondes que sí a todas o a algunas de esas preguntas, deberías leer la novela de Alberto Ávila Salazar, publicada por Ediciones Versátil. Y si respondes que no… también deberías leerla. Porque, quizá, cambies de opinión.

En poco más de 200 adictivas páginas, Alberto Ávila nos lleva del Madrid de postguerra a México y, de vuelta a España; a los años inmediatamente anteriores a la Transición. En su novela, protagonizada por diversos personajes que, en teoría, nada tienen que ver entre ellos, hay historias cruzadas en las que los muertos conviven con los vivos mucho más estrechamente de lo que estamos acostumbrados.

Lo Que Dicen Los Dioses Alberto Ávila

Porque los fantasmas existen. Los fantasmas de verdad. Los invisibles. Las almas en pena. No esos fantasmones a los que, por desgracia, no podemos perder nunca de vista. Me refiero a los fantasmas de las personas asesinadas que claman venganza. Y que atormentan a quienes se ven obligados a convivir con ellos.

Por ejemplo, en una encantadora casa de Madrid. ¿Encantadora? Perdón. Encantada, quería decir.

Lo que dicen los dioses casa encantada

Y es que, cuando leemos historias sobre asesinos en serie, los autores suelen contarnos todo lo que tiene que ver con sus traumas, el Modus Operandi, las cacerías que las fuerzas del orden ponen en marcha para descubrirlos y neutralizarlos… Pero, ¿qué pasa con sus víctimas? ¿Qué pasa con los muertos? ¿Y con las personas que luchan con monstruos?

“Lo que dicen los dioses” habla de todo ello. Y lo hace a través de una prosa que no tiene cuidado ni miramiento… a la hora de asustar al lector. O, si no es muy impresionable, sí al menos de inquietarle. Porque, a medida que avanzas en su lectura, vas cogiendo el libro con más aprensión y, si eres de los que lee en la cama, antes de dormir; te descubres enciendo luces que no solías encender antes de acostarte con Rosendo, Serena, Iríbar, Adrián, Mariana… y las niñas. Siempre, las niñas.

Es la sugestión que provoca la buena literatura de género y yo, si fuera tú, no me la perdería. Salvo que seas especialmente aprensivo, claro. En ese caso…

Jesús Lens

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Vestido de novia

Compré el libro de Pierre Lemaitre en un sitio tan poco glamuroso como la librería de un aeropuerto. Recuerdo que empecé a leerlo en el avión, durante la maniobra de aterrizaje del vuelo de vuelta a casa y seguí devorándolo con ansia en el autobús de Málaga a Granada… hasta que se hizo de noche y tuve que pasarme al móvil.

Vestido de novia libro

De hecho, mientras me tomaba unas bravas en un bar de cerca del aeropuerto malacitano, esperando al Alsina, apenas había dejado de leer.

Estaba impactado.

Y encantado.

Porque fue una de esas compras que hice impulsivamente, sin saber nada del autor o de la novela. O, siendo honestos, sin saber mucho; que sí tenía conocimiento de que Lemaitre había ganado el Goncourt por una novela no policíaca y que había hecho algunas declaraciones incendiarias sobre su (in)fidelidad al género.

Vestido de novia Pierre Lemaitre

Pero no sabía nada más. Y de “Vestido de novia”… rien de rien.

El caso es que estaba yo absolutamente fascinado con la historia de Sophie y empecé a llenar mi Muro de Facebook y el Timeline de Twitter con elogiosas referencias a la novela publicada por Alfaguara.

¿Qué pasó después, en Granada, para que esa fascinación se fuese enfriando y terminase tornándose en creciente decepción y postrer irritación? ¿Sería la proverbial mala follá de mi tierra? ¿Soy un lector más facilón cuando estoy fuera del ambiente nazarí?

Podría ser.

Pero no.

No es así.

Y como no quiero arruinar a nadie la lectura de una historia con hechuras de best seller que se caería a pedazos en el caso de contar una sola cosa de más sobre la trama y/o la estructura que la conforma, cierro el pico, aquí y ahora.

Vestido de novia Lemaitre

Solo diré, eso sí, que la novela me parece un perfecto ejemplo de cómo una idea extraordinaria y un planteamiento de lo más sugestivo se va cayendo de las manos a medida que avanza la lectura.

Digamos que hay tres novelas en una.

La primera, ya lo he comentado, deslumbrante, atosigadora, inquietante. Llega hasta la página 110 del libro. Un tercio. Que no está mal.

La segunda parte te abre los ojos y, aunque sigue siendo malsana y tiene un punto de desasosegante, ya no es lo mismo.

Y luego ya, el tramo final y el desenlace… bueno… esto… digamos que es mejor reír que llorar y que conviene tomárselo con sentido del humor. Y punto. Para no cabrearse con la sensación de tomadura de pelo.

“Vestido de novia” es una novela estupenda para comprobar lo ingrato del proceso creativo y del arte de escribir, lo complicado que es llevar a buen puerto una narración y lo difícil que es rematarla para que todos los detalles acaben cuadrando de una forma creíble y con sentido.

Dicen que la serie de Lemaitre protagonizada por el comandante Camille Verhoeben, cuyos exiguos 145 centímetros de altura lo convierten en una rara avis dentro del noir contemporáneo; sí es puro género negro sin artificios psicológicos ni trampas manipuladoras de best-seller facilón.

Irene

¿Le daremos una oportunidad a esa “Irène” que, además, es un homenaje a varios de los libros fundacionales del género negro?

Es posible.

Pero no inmediatamente ahora.

Primero hay que olvidar los bajonazos que nos ha metido en “Vestido de novia”…

Jesús Lens

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Lady Masacre

No sé si debería hablarte de Lady Masacre, la última novela de Mario Mendoza, publicada por Planeta. Y no sé si debería hacerlo porque lo más probable es que nunca leas este libro. De hecho, será complicado siquiera que veas su portada en una librería. Al menos, en una librería convencional.

Lady Masacre está publicada por Editorial Planeta, pero en su filial colombiana, por lo que su distribución en España es complicada. Por no decir imposible. Menos mal que los amantes del policial sudamericano tenemos en la librería Negra y Criminal una escotilla que, además de abrirse al Mediterráneo a través de la Barceloneta; nos trae los mejores aires atlánticos.

Lady masacre

Porque Lady Masacre es una novela colombiana. Por los cuatro costados. Una novela que comienza cuando Frank Molina se ve obligado a dejar el periódico para el que trabaja y su especialización en las noticias de tribunales y nota roja. Es verdad que bebía. Y que era bastante trifulquero. Pero había una razón para ello. Una excelente razón: su trastorno bipolar.

 

Decide, por tanto, trabajar solo. Y, para ello, se convierte en detective privado. Con curso, examen y licencia. Todo en orden. También decide no aceptar casos de cuernos. Que cada uno manda en su miseria. Pero sí acepta el encargo que le hace la hermana de un muerto, Ignacio Pombo, uno de los prebostes de la política colombiana, llamado a alcanzar las más altas cotas del poder y asesinado durante un robo. Porque esa muerte, el escenario del crimen y las circunstancias que lo rodean; apestan. Y eso que la muerte ocurrió en el domicilio familiar. Al menos, allí fue donde apareció su cadáver.

Mario Mendoza

Mario Mendoza es uno de los autores que más me ha conmocionado en los últimos años. La lectura de su monumental Buda Blues me impresionó hondamente y por eso me ha encantado encontrar en Lady Masacre a esos personajes extremos y al límite que tan queridos le resultan al autor colombiano.

(Sigue leyendo esta reseña en nuestra página hermana, Calibre 38)

 

Jesús Lens

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El diablo en cada esquina

¿Cuánta acción, muertos, sueños, planes, traiciones, pesadillas, casualidades, robos y asesinatos caben en 200 páginas? ¿Cuántas vidas al borde del despeñadero puede albergar un libro relativamente corto?

Si hacemos caso a la espídica novela El diablo en cada esquina, de Jordi Ledesma, publicada por Alrevés; serían incontables. Innumerables. Casi, casi insondables. E inconmensurables.

El diablo en cada esquina

Cuatro personajes principales. Muy distintos entre sí.

Un niño bien al que las cosas empiezan a irle mal.

Un mal poli al que los atajos parecen haberle ido bien.

Una joven sudamericana de vida amarga que cambió de país para convertirse en Dulce.

Un chavalito al que hicieron hombre en el ejército y cuyas habilidades, ahora, ejerce en el ámbito de la delincuencia organizada.

Y un Padrino, por supuesto. Un Padre Padrone. Un Patrón. Un Capo mefistofélico y todopoderoso que tiene a los bajos fondos de Barcelona comiendo de su mano.

Y a los altos también.

Pero no nos desviemos.

Y si quieren seguir leyendo ustedes esta reseña, vayan a nuestra página hermana: Calibre 38.

Jesús Lens

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La Andalucía Connection desembarca en Granada Noir

Desde las 18 horas, siete autores andaluces presentarán sus libros más recientes y reflexionarán sobre el actual momento tanto del género negro como de la edición en Andalucía

 

El Museo CajaGRANADA, además de las charlas, acogerá el Photocall del Festival, Ubú Libros abrirá su librería negra y criminal y Createc mostrará cómo funcionan las impresoras en 3D. ¡Y contaremos con un stand de Cervezas Alhambra para amenizar las charlas!          

Rueda de Prensa photocall

La actividad del jueves del Festival Granada Noir se traslada a la Sala de Exposiciones Temporales del Museo CajaGRANADA, que acoge el desembarco en nuestra ciudad de la Andalucía Connection.

Fue hace unos años, en la mítica y fundacional Semana Negra de Gijón de la que todos los aficionados al género policíaco somos hijos, cuando coincidió un notable grupo de escritores andaluces que, sobre la marcha, fue bautizado como la Andalucía Connection.

Cartel Granada Noir

En su primera edición, Granada Noir reúne a un colectivo de autores de Granada y del resto de Andalucía que escriben novela negra, comenzando por Javier Manzano y su “El dios de la ira”, publicada en la editorial Dauro, a las 18 horas.

Como el estilo de presentaciones que vamos a hacer es dinámico y periodístico, con entrevistas a los autores, les hemos dado media hora a cada una, de forma que el público pueda conocer las obras y a los autores y, después, tener la ocasión de charlar con ellos, comprar sus libros, que se los dediquen, etcétera.

A las 18.30, el catedrático de la UGR JJ Merelo hablará sobre la aventura de la edición en España. ¿Es la autoedición el camino? Y para ello dialogará con Mónica López del Consuelo sobre su trabajo más reciente, en el que el Barranco del Abogado tiene un gran protagonismo: su serie Slash, compuesta por tres novelas… de momento.

A las 19 horas, Francisco José Jurado viene de Córdoba a presentar “Sin epitafio”, la recién aparecida novela publicada por Algaida y protagonizada por el comisario Benegas, uno de esos personajes con entidad propia, llamados a ser un referente en el Noir español contemporáneo.

Sin epitafio

Dos autores radicados en Granada desde hace mucho años, el gaditano Alfonso Salazar y el malagueño Alejandro Pedregosa, entre las 19 y las 20.15 horas, mantendrán una charla sobre la ciudad como personaje literario, más allá de como espacio o decorado para las tramas negro-criminales.

A las 20.15 es el turno de Carmen Moreno y su “Una última cuestión”, publicada por Cazador de Ratas y presentada por José Luis López Fernández y que cuenta una historia de “habitación cerrada”, una novela enigma en la que la chica joven y atractiva de un edificio señorial y de renombre aparece muerta en el patio interior del mismo y todos los vecinos son sospechosos, incluyendo a un artista de reconocido prestigio y a un futbolista que lo mismo aparece en las páginas de los diarios deportivos que en la crónica rosa del papel couché.

A las 20.45, Eduardo Cruz le pone grades dosis de humor al género negro en su divertidísima “Morir es relativo”, también publicada por la inquieta “Cazador de Ratas”; una deliciosa novela que nos hace plantearnos dónde están las fronteras entre la cordura y la insania más surrealista. Solo diremos que, cuando José Luis Cuerda la lea, ya tiene material para rodar una película al estilo de “Amanece que no es poco”. Presenta Gustavo Gómez, director de Granada Noir.

Programa Granada Noir

Y, desde las 21.15, una mesa redonda sobre el actual momento del género en Andalucía y los distintos modelos de edición y distribución: tradicional, digital, autoedición, etc.

La Mesa, coordinada por Carmen Moreno, en su calidad de editora de la recién nacida editorial Cazador de Ratas, contará con JJ Merelo, Francisco Jurado y Alfonso Salazar.