Mesa Redonda sobre Novela Negra Mediterránea en la Feria del Libro

A ver. Que no podemos olvidar la cita del sábado, a las 20 horas, en la Sala Zaida (Rural), en la Feria del Libro, donde voy a coordinar una Mesa Redonda sobre Novela Negra Mediterránea y que servirá como introducción a algunos de los temas y los autores que nos acompañarán en Granada Noir.

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¡Atentos!

La joven, osada e intrépida Clara Peñalver.

El reflexivo Alfonso Salazar, nuestro particular Francisco González Ledesma del Zaidín

Lens Salazar

y…

¡El Maestro de Maestros, Juan Madrid!

¡Cómo me gusta esta foto de Colin Bertholet!
¡Cómo me gusta esta foto de Colin Bertholet!

Casi nada al aparato.

Prometemos una mesa redonda ágil, repleta de contenidos, con participación del público, en la que tocaremos muchos temas y que os hará iros con ganas de comprar y leer la mejor novela negra del momento.

¿Os apetece?

¡Sábado entre libros!

No faltéis.

Jesús Lens

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Granada Noir en Granada Digital

¡Ays! La entrevista mola un huevo, que Jaime Martín es un crack. Pero estas excelentes fotos de Carlos Gil… ¡pueden acabar con nuestro prestigio! (Si es que queda algo de él)

Granada Noir Museo CajaGRANADA

En serio, maravillosa entrevista en Granada Digital sobre Granada Noir. Un gustazo, ver lo bien que está siendo recibido el Festival.

Por ejemplo: «Cualquier novela o película del género negro suele comenzar con la comisión de un delito y a partir de ahí se ponen en marcha una serie de movimientos que, intentando descubrir quién los hizo, lo que acabas descubriendo es porqué lo hizo. Y ese porqué te habla la estructura social de un país en un momento concreto. El cine y el género negro ponen patas arriba la sociedad americana de los años 30 y 40 y después, en España, es el género que mejor ha contado la Transición. Personajes como Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán son los que cuentan la otra historia de la Transición, de la calles, de los garitos, de los bajos fondos, que es la que nunca aparece en la historia oficial».

Lens Gómez Granada Digital

Pero lee, lee. Pasa y lee…

Jesús Lens

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El leopardo

Vaya por delante una confesión: el subgénero nórdico de la novela negro-criminal no me apasiona especialmente. Excepción hecha de las descargas de adrenalina que en su momento me provocó la lectura de la trilogía de Larson, no soy muy fan de esos tochos de 800 páginas en los que los personajes invierten dos de ellas en decidirse a abrir una puerta. y, después, otras dos en abrirla.

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Sin embargo, todas las referencias que tenía sobre el noruego Jo Nesbo, desde la publicación de El petirrojo, eran buenas. Así que decidí iniciar este 2015, con la lectura de El leopardo, publicado por Penguin Random House en su prestigiosa colección Roja & Negra.

Lo primero que me sorprendió es…

(Si tiene curiosidad por saberlo, este CLICK te lleva a una de nuestras páginas hermanas: Calibre 38, donde tienes la reseña completa)

Jesús Lens

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Crimen sin castigo

Ni de coña. Es que ni de coña te puedes  hacer una idea de la ilusión que me hace publicar en la colección Nube Negra que dirijo en la editorial Palabaristas esta salvaje colección de cuentos de una autora a la que adoro y de una mujer a la que adoro más aún: Rebeca Murga. Aunque ahí va la información que he preparado para la web de Palabaristas, debes pinchar AQUÍ y descargarte su libro ya. Vale 1 euro. Tú me entiendes, ¿verdad?

 Crimen sin castigo

“Mi memoria está hecha de cristales rotos y cuellos cortados, de historia aprendida de los libros de texto y olvidada en las calles del centro de la ciudad, de negros y negras, de perros que no muerden y asesinos, y de una tercera guerra mundial nacida en nuestras manos”.

Así comienza la “Triste parábola de la alegría” el primero de los cuentos que conforman “Crimen sin castigo”, una singular, brutal, desoladora y adictiva antología de relatos de la autora cubana Rebeca Murga, el nuevo título que la editorial Palabaristas publica en su colección Nube Negra.

“El beso de la mujer…”, “Puñaladas”, “In crescendo” y “Atenuantes” agrupan una selección de relatos muy distintos entre sí, pero todos ellos suturados por la letal prosa de Rebeca, una escritora singular, única en su especie. Una autora cuyos relatos duelen, por lo que nos vemos obligados a hacer una advertencia al lector, al estilo de las que solían anteceder a la proyección de ciertas películas: “La lectura de estos cuentos puede herir la sensibilidad del lector”. Y no porque estén impregnados de sangre, vísceras y otros humores del cuerpo, que lo están; sino porque después de su lectura, ni la lejía más abrasiva puede eliminar la indeleble huella que dejan en manos, ojos… y psique.

En estos tiempos de una corrección política a ultranza y de una literatura insoportablemente light que trata de contentar a todos los públicos, Rebeca Murga emerge como una inquietante y desasosegante titán que, en su obra, pone toda su pasión, miedos, anhelos y decepciones. Una obra visceral y salvaje, que no puede dejar indiferente al lector.

Otra recomendación: lee estos cuentos poco a poco. Muy poco a poco. Paladeándolos y dejándote impregnar por su atmósfera, disfrutando de la sonoridad de cada palabra, contaminándote por la ponzoña de cada párrafo, por la tristeza y la pesadumbre de los personajes, por la violencia que les rodea y por la angustia que les ahoga.

 Nube Negra

Los cuentos de Rebeca Murga son droga dura y conviene ser muy cuidadosos en la administración de las justas dosis de lectura. Pero si eres de carácter ansioso y adictivo y devoras este libro en dos o tres sentadas, tampoco pasa nada: ya volverás, más adelante, a retomar cada uno de los cuentos de una forma más tranquila y sosegada.

Ten en cuenta que hay microrrelatos tan cortos y contundentes como este demoledor “Gratitud antisocial”, que reza así: “Tomó la pluma y comenzó a escribir sus cuentos infantiles. Solo así le creerían las cosas horribles que hacía su madrastra”.

¡Rebeca en estado puro!

Pero no pienses que la autora, con sus cuentos, mata. No. No es eso. Rebeca nos recuerda a esos médicos de raza que, a veces clandestinamente, salvan la vida de las personas de la mala vida que, heridas a navajazos, balaceadas o apaleadas; no pueden acudir a un hospital. Porque la realidad es dura, cruel y sangrienta. Y el crimen no siempre paga. Pero, en cualquier caso, necesitamos notarios de la realidad como Rebeca Murga, para bucear en lo peor que hay en nosotros mismos. Porque solo así podemos superar nuestros miedos y seguir adelante.

 Palabaristas Logo

Es difícil resumir el contenido de todos estos cuentos en un puñado de líneas. Sobre todo, porque lo más importante es la densidad, la turbiedad del ambiente que describen. La contradicción de ser maestra de unos alumnos que están pendientes de cualquier cosa, menos de aprender. El absurdo de ser un soldado que no hace más que limpiar las letrinas en las que cagan otros soldados como él. O la precariedad de los hospitales, en los que falta casi de todo. Menos veneno. Y drogas.

Y, siempre, los personajes al margen. Personajes que exceden los límites de lo convencional. Que sienten, piensan y viven de forma distinta a los demás. Personajes de los que apenas conoceremos unas pinceladas, pero que, gracias a la maestría de Rebeca Murga, ya nos acompañarán por siempre jamás.

Jesús Lens

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En el Dietario de Laurentino Vélez-Pelligrini

Al principio fueron seis las preguntas. Después, otras seis. O así. Y el interrogatorio al que me sometió Laurentino Vélez-Pelligrini demuestra que, con buenas preguntas, salen buenas entrevistas. Porque te obligan a pensar y a conectar ideas, a ir más allá de los tópicos y a replantearte cosas sobre las que, hasta que te preguntan por ellas, no habías reflexionado.

Jesús Lens Disparando

Con ocasión de Granada Noir, me someto a un interesante interrogatorio que puedes seguir a través de este enlace.

¿Qué te parece?

Jesús Lens

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