Han salido los resultados del PISA y esa torre que es la educación de nuestros jóvenes se muestra más tambaleante que nunca, sobre todo en Andalucía, donde los alumnos muestran una tendencia a la baja en matemáticas y en ciencia. Teniendo en cuenta que España está por debajo de la media de los países de la OCDE, lo de Andalucía resulta especialmente preocupante.
Estos últimos días, decenas de opinadores han mostrado su honda preocupación por los problemas de escolarización de una niña sueca de cuyo nombre no quiero acordarme. ¿Qué tal si, una vez mediada la Cumbre del Clima, empezamos a preocuparnos, de verdad, por los acuciantes problemas escolares de nuestro entorno?
Por ejemplo, la pamema del bilingüismo. El nivel de inglés de los profesores y alumnos de nuestros centros escolares es muy bajo. Y con el supuesto bilingüismo, se resiente el aprendizaje de las matemáticas, las ciencias y otras asignaturas impartidas en el lenguaje de Shakespeare.
¿De verdad le preocupa a usted el nivel de inglés y francés de sus hijos? Pues aplíquese el cuento y, en casa, ponga Netflix en versión original con subtítulos. Por sistema. Déjelo así programado. Ver las series en su idioma original es lo mejor que hará usted por la educación de sus hijos. Al menos, en lo que a los idiomas se refiere. ¿Que le resulta incómodo o molesto tener que leer en pantalla? Mala suerte. Es un peaje no excesivamente costoso para que sus vástagos dominen otras lenguas.
En esto del bilingüismo, Netflix puede ser de mucha más utilidad que años y años de fallidos programas docentes cogidos con pinzas y más forzados que las felicitaciones navideñas a esos madrugadores vecinos tan propensos al bricolaje de fin de semana.
El consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, ha reconocido que tenemos un problema en nuestro sistema educativo. Que se acometerán reformas, cambios para revertir estos resultados. Imbroda señala que ya se han sentado las bases para mejorar las marcas de los alumnos. Habrá que ser pacientes, a la espera de que esas bases sostengan la nueva Torre del PISA andaluz de forma menos vacilante que las pasadas.
Jesús Lens