¡Qué pronto se quedan antiguas y viejas muchas de las novedades que, en un momento dado, nos sorprenden por su modernidad y vanguardismo! Por ejemplo, cuando escribo esta columna y le doy al icono de “Archivar”, pincho en un cuadrado que representa uno de aquellos disquetes… que no se usan desde hace años. De hecho, los jóvenes no tardarán en preguntar por qué “Guardar” tiene un símbolo tan extraño e indescifrable.
Conceptos como CDRom o disquete suenan a pura arqueología, más pasados de moda que las mismísimas máquinas de escribir. O el Típex, por el que me preguntaba una compañera hace unos días.
Veo los problemas que está teniendo Uber, con la dimisión de su fundador y consejero delegado, y huele a una ranciedad que espanta, por mucho que proclame “amo a Uber más que a nada en el mundo y en este difícil momento en mi vida personal he aceptado la petición de los inversores de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a crecer y no distraerse con otra pelea”.
Lo que no explica el viejoven de Travis Kalanick es que ese difícil momento alude a escándalos sexistas dentro de la empresa, con discriminaciones laborales que amenazan su futuro y que ponen de manifiesto unas infumables políticas de recursos humanos. ¡Ellos! ¡Uber! Esos modernos y revolucionarios visionarios que consideraban que el gremio del taxi estaba anticuado, obsoleto y tal y tal.
Y luego está la nueva política, empeñada en hacerse vieja a pasos agigantados. Y es que no hay como adquirir responsabilidades, por escasas que sean, para sufrir desgaste. Lo señala Alberto Garzón, sin ir más lejos. Para el líder de Izquierda Unida, parte integrante de Unidos Podemos, la coalición no ha sido capaz de ganarle terreno ni al PP de la corrupción ni al PSOE que se desangraba en una lucha interna. Y, en un documento programático de evaluación de estrategia política, plantea la necesidad de revertir el proceso de desgaste que muestran Iglesias y los suyos.
El hecho de que dos miembros de Ahora Madrid hayan sido imputados por malversación de fondos públicos y el rápido respaldo recibido por Pablo Iglesias e Irene Montero, es tan parecido a lo ocurrido en casos semejantes de otros partidos, que la música suena a añeja.
Es lo que tiene, correr a tanta velocidad para acabar haciéndolo en círculos.
Jesús Lens