A ver. Resulta que voy a cumplir lo prometido… pero a medias. Resulta que de los cinco supuestos turistas que hoy teniamos cita con Daniel para hacer la visita al Damasco oficial (Mezquita, zoco, etc.) s’olo ha comparecido uno: yo. Y, por tanto, aprovechando la ocasion, nos hemos saltado el programa habitual y nos hemos dedicado a recorrer otro Damasco distinto. Un Damasco repleto de contrastes al que podriamos denominar asi: Damasco de hoy y de siempre.
Otra curiosidad: resulta que este anio voy a celebrar dos entradas de anio tan distintas como complementarias. Porque hoy es dia 1, segun el calendario musulman. Una casualidad que sera dificil que se repita en los proximos decenios, por mor de la luna. Asi que hoy estaba todo medio cerrado. Por supuesto, no es un cierre a la europea sino que, en general, la vida se tranquiliza y el bullicio es menor que otras veces. A las 9 salimos para el Damasco Antiguo. Con un objetivo: localizar tres Caravanserai y ver el estado actual de cada uno.
Los Caravanserai son los locales en que paraban las antiguas caravanas que transportaban objetos susceptibles de comercio en la antiguedad. Amplios recintos con patio central en que descansaban las mercaderias y las bestias con un piso superior en que descansaban los mercaderes. Imaginen lo que debia de ser, ver atravesar esas caravanas por las puertas de la ciudad y entrar en los Caravanserai, cuyos portones son un espectaculo en si mismo. Localizamos los tres, por supuesto. El primero, en perfecto estado, albergando actualmente a comerciantes y artesanos, con su gran puerta de madera y sus dos pisos, con las arcadas de piedra. El segundo, mas deteriorado, con el piso superior destrozado. Y el tercero, en rehabilitaci’on. Es decir, comprado por algun potentado que lo esta convirtiendo en hotelito con encanto y/o restaurante pijo.
Y en estas, un consejo: vengan a Siria antes de quela especulacion inmobiliaria termine con el viejo Damasco. Ver un Caravanserai como el primero que me mostro Daniel esta maniana es un privilegio… que no durara mucho. Porque empiezan a verse multitud de inmuebles cerrados, en proceso de rehabilitacion. Lo que no es malo… salvo que se siga el ejemplo de una casa en pleno centro historico, reconstruida con acero y cristales y convertida en bar, con el nombre de La Gran Papaya. Que no tengo nada en contra, ojo. Pero que ya no sera, nunca mas, el Damasco que ahora es. Por cierto, que gran cancion les dedico Lorena McKennit a los Caravanserai en su anterior disco, extraordinario.