Tiene tela que el primer damnificado del escándalo de los altos cargos fantasma de la Junta de Andalucía haya sido Pablo Juliá, un currante de tomo y lomo que, si algo no es, precisamente, es un fantasma.
He tenido la suerte y el privilegio de coincidir con él varias veces, por cuestiones de trabajo, y además de ser una persona de trato exquisito y un hombre sabio, es un brillante profesional, que es de lo que se trata. Y a su magna figura dedico mi columna de hoy lunes en IDEAL.
Me da rabia ver su nombre mezclado con una trama de corrupción y amiguísimo en la que familiares de altos cargos del PSOE sin oficio ni beneficio han sido nombrados para puestos que, en algunos casos, no han llegado siquiera a ocupar, como ha ocurrido con los supuestos directores del Centro Andaluz del Flamenco y de la Filmoteca de Andalucía.
Pablo Juliá es un histórico de la fotografía andaluza con una acreditada trayectoria a sus espaldas que, además, ha sido un excelente gestor, aglutinando a su alrededor a una pléyade de artistas que, al calor del Centro Andaluz de la Fotografía, han dado lo mejor de sí mismos.
Por ejemplo, uno de los últimos proyectos del CAF, el «CLOSER» de José María Mellado, que supuso un cambio radical en la fotografía del artista gracias a las sugerencias, el empuje y el aliento de Juliá.
Según parece, el contrato de Juliá con la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales se negoció sin publicidad, lo que ha llevado a Podemos a pedir explicaciones a la consejera de Cultura de la Junta, Rosa Aguilar. Y, harto y cansado, Juliá ha tirado la toalla y no ha renovado su contrato con el CAF. Ni el CAF con él. Ahora, es de suponer, se abrirá un concurso público y se elegirá la mejor de las opciones posibles.
Obviamente, le desearemos lo mejor al elegido, cuando llegue el momento, pero menuda papeleta, suplir a Juliá tras estos brillantes nueve años al frente de un Centro Andaluz de la Fotografia modélico y gracias al que hemos podido disfrutar de grandiosas exposiciones en diferentes espacios de nuestra provincia.
En esta vida hay muchos profesionales que hacen muy bien trabajo. Mucho más difícil es encontrar a personas que, además, consiguen atraer el talento ajeno y extraer lo mejor de las personas que les rodean. Pablo Juliá es una de ellas. ¡Gracias Maestro!
Jesús Lens