Soy raro. Lo asumo. Cuando llega el final del año, una de las cosas que espero con el mayor interés es la publicación de las palabras del ejercicio. Las de la RAE y las de Fundéu, guías imprescindibles y compañeros inseparables de todos los que nos dedicamos a esto de juntar letras.
Este 2019, han tirado por derroteros muy diferentes. Mientras que la Fundéu ha apostado por los emojis, la RAE se ha mostrado aparentemente más sesuda con su elección de catorce palabras y términos lingüísticos entre los que se encuentran Constitución, clima, feminizar, autodeterminación o escéptico.
Lo de la Fundéu podría parecer más frívolo porque, después de escrache, selfi, refugiado, populismo, aporofobia y microplástico; han optado por una palabra tirando a jugetona y desenfadada. Pero sólo aparentemente, les decía. Porque el presidente de Fundéu ha llegado a decir que “puede que los emojis sean lo más cercano a un lenguaje universal que ha creado nunca la humanidad”. ¡Ahí es nada, convertir el esperanto en una colección de emoticonos!
La verdad es que tener un emoji mola tanto como aparecer en un episodio de los Simpson. Que hayamos colado ahí la paella, por ejemplo, es un logro gastronómico del que no fardamos todo lo que deberíamos.
Las palabras del año de la RAE tienden a ser más un resumen, un compendio del año, que a marcar tendencia. Algunas de las elegidas este año, sin embargo, parecen tener un componente más motivador que otra cosa: progreso, deporte, confianza, acogida, triunfo… ¡E inteligencia artificial, que se merece una columna ella sola!
¿Qué puñado de palabras servirían para definir el año en Granada? A mí se me ocurre, sin esforzarme mucho, que ‘pelotas’ podría ser una de ella. Por los logros de nuestros equipos de fútbol y baloncesto, para empezar. Por las pelotazas —huevazos— de algunos de nuestros políticos en el desempeño de sus tareas y obligaciones, también. Y por el comportamiento miserablemente pelota de algunos, con tal de seguir aferrados a la mamandurria.
¿Y gentrificación, con los alquileres disparados en determinados barrios de la ciudad? Contaminación, por la boina que nos acompaña todos los días. Y atasco, claro. Cortes de luz, marihuana… ¿y cuáles se les ocurren a ustedes?
Jesús Lens