Es posible que esté afectado por el desenlace de ‘Juego de Tronos’, pero ha sido escuchar lo de la pegada de carteles y pensar en ‘La batalla de los candidatos’, batiéndose en singular combate, armados con tubos de cartón y atizándose al modo de los cabezudos de la Tarasca.
Oficialmente comienza una campaña electoral que, en Granada capital y de facto, viene desarrollándose desde hace tres años, cuando Torres Hurtado era detenido por la policía y el PSOE accedía a la alcaldía a través de una improbable, pero a la postre suficiente minoría absoluta. Tres años en los que, más que gobernar nuestra ciudad, los concejales de los diferentes partidos se han dedicado a posicionarse de cara a la contienda del próximo domingo 26M. Tres años en los que los unos y los otros han acumulado suficientes deméritos como para hacerse acreedores de un suspenso general.
Coincide la pegada de carteles con el anuncio del juicio del ‘Caso Serrallo’ que sentará en el banquillo a un buen número de concejales del gobierno de Torres Hurtado que, tras su forzada dimisión, siguieron ocupando su asiento en Plaza del Carmen. ¡Qué extraña sensación, ver con un ojo a los candidatos en la cartelería y, con el otro, a los concejales en el banquillo! ¿Casualidades del destino?
18 candidaturas en liza. 27 actas de concejal. Estos días voy hablando con los representantes de los partidos a los que me encuentro más o menos casualmente. Y las cuentas que se hacen, no me salen. Entiendo que tienen que ser optimistas y, aunque dicen huir del triunfalismo, manejan cifras de concejales difícilmente asumibles.
Un concepto: los restos. En pocas elecciones, los restos van a ser tan importantes. Los restos… y la resta de votos de las candidaturas más pequeñas a las más grandes.
Otro concepto: la antipatía. Por decirlo suavemente. Antipatías personales entre candidatos que, en algunos casos, se asemejan al odio. Un odio entre lo cainita y lo cerval.
El tercer concepto: los pactos, llamados de caballeros. Para otros, de trileros. Los pactos que ya puedan haber hecho unos cabezas de lista con otros, basados precisamente en las antipatías y odios antedichas. ¡Lo que nos queda por ver, leer y escuchar estas dos semanas!
Jesús Lens